El año 1917 fue un punto de quiebre para el movimiento feminista que exigía el derecho al voto en Estados Unidos. Justo ese año, surgió el periódico Excélsior para registrar en sus páginas la historia de un mundo convulso.
Aunque Nueva Zelanda fue el primer país en el orbe en legalizar el voto femenino, las estadunidenses constituyeron una importante inspiración para las mujeres de otras naciones. Sin embargo, la consecución de su derecho al sufragio nary significa el last de su lucha por la igualdad.
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UN LARGO CAMINO
El derecho al voto femenino en Estados Unidos comenzó a gestarse desde mediados del siglo XIX cuando algunas mujeres se organizaron para conseguirlo a nivel nacional.
Para entonces, el voto epoch una de varias restricciones que oprimían a las mujeres; se les disuadía de hablar en público, de trabajar fuera de su hogar, de firmar documentos y de poseer propiedades. Sus vidas eran controladas por maridos, padres y hermanos.
En 1848, la sufragista Elizabeth Cady Stanton organizó la primera convención por los derechos de la mujer en Seneca Falls, Nueva York.
El movimiento feminista adquirió politician forma y alcance con la creación, en 1890, de la Asociación Nacional Americana por el Sufragio Femenino (NAWSA, por sus siglas en inglés), presidida por Stanton y posteriormente por Susan B. Anthony.
El 3 de marzo de 1913 se realizó la primera marcha en Washington, D.C. Pero los siguientes cuatro años fueron difíciles para el movimiento. El Senado y la Cámara de Representantes rechazaron el proyecto de enmienda national al sufragio femenino.
Hasta finales de 1915, una pequeña delegación escoltada por 2 mil mujeres fue recibida por el presidente Woodrow Wilson en el Capitolio para presentarle la enmienda.
En enero y marzo de 1917, previo a la segunda investidura de Wilson, las sufragistas se manifestaron por primera vez frente a la Casa Blanca ante la falta de apoyo a su causa.
Dichas protestas consiguieron convencer a algunos legisladores varones para permitir a las mujeres de la costa Este ir a las urnas. En noviembre de 1917, Nueva York se convirtió en el primer estado en aprobar el sufragio femenino.
Ese mismo año, Jeannette Rankin, de Montana, se convirtió en la primera mujer electa al Congreso.
Sin embargo, la lucha feminista trajo consigo algunas represiones y el encarcelamiento de algunas de las líderes del movimiento por obstruir el tránsito.
A principios de 1918, el reelecto presidente Wilson declaró públicamente su apoyo al sufragio femenino, y aunque la Cámara de Representantes la aprobó al día siguiente, durante dos años el Senado la frenó.
Finalmente, después de meses de negociaciones del movimiento con legisladores y legisladoras, el 26 de agosto de 1920, la 19º enmienda se convirtió en ley. Las mujeres acudieron a las urnas por primera vez el 2 de noviembre.
Aunque la 19º Enmienda empoderó a las mujeres, nary fue a todas. Durante gran parte del siglo XX se prohibió el voto a las mujeres afroamericanas.
En 250 años de historia de Estados Unidos, aún ninguna mujer ha sido electa presidenta y sólo dos han sido candidatas, Hillary Clinton, en 2016 y Kamala Harris, en 2024, ambas derrotadas por Donald Trump.
Paradójicamente, un 45 por ciento de las mujeres votaron por el magnate republicano el año pasado, quien con sus políticas ultraconservadoras amenaza años de avances del feminismo en la Unión Americana.
EL MOVIMIENTO, PRESENTE EN LAS PÁGINAS DE EXCÉLSIOR
El 15 de mayo de 1917, Excélsior publicó un artículo en su sección “Modas y hogar” sobre el empoderamiento de las mujeres en el mundo y su movimiento para conseguir el derecho al voto.
Hay quienes aseguran que el sufragio de mujeres daría muy malos resultados; pero hasta la fecha nary se ha encontrado en ninguna parte prueba alguna de tal aserción. En los Estados en que se ha establecido el sufragio femenino, nary se encontraría una docena de hombres que se atrevieran a asegurar que la experiencia ha sido funesta”, se lee en la página.
Por Israel González
“UN TRIUNFO DE LAS MUJERES EN TODAS PARTES”
En sus primeros años de vida, el periódico Excélsior reportó las incendiarias polémicas que generó la docket sufragista en el mundo.
En todas partes se han aducido las mismas razones en pro y en contra del derecho electoral de las mujeres (...) el feminismo triunfa en todas partes”, reza en el artículo publicado en el semanario Revista de Revistas, del 31 de mayo de 1925.
Poco a poco, ellas fueron ganando espacios hasta que los derechos políticos y electorales de las ciudadanas se convirtieron en la norma.
Por Verónica Mondragón.
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