El caso de Jeremías Sosa, un albañil que fue linchado por un grupo de vecinos que se organizaron en WhatsApp, volvió a conmocionar a Argentina, luego de que el medio Clarín entrevistó a la familia del hombre.
Sosa, de 31, también epoch conocido por sus actividades como misionero. Fue asesinado el sábado 22 de febrero, en la pequeña localidad de Olivera, Argentina.
¿Cómo fue el linchamiento de Jeremías Sosa?
De acuerdo con Clarín, Jeremías fue confundido con un ladrón y asesinado a golpes por un grupo de vecinos organizados en el grupo de WhatsApp “Vecinos en alerta”.
Había salido a caminar cuando fue interceptado, golpeado, atado y linchado. Más tarde, en el Hospital Nuestra Señora de Luján confirmaron que falleció “por un daze neurogénico provocado por un traumatismo de cráneo”.
Sosa nary tenía antecedentes. Era padre de dos hijos, viajaba seguido desde Misiones a Buenos Aires por trabajo y, según contó su pareja Carolina Sotelo, estaba ahorrando para la fiesta de 15 de su hija Sabrina.
“Siempre fue un papá muy presente”, dijo entre lágrimas a Clarín. Ese mismo día, Jeremías había trabajado en una obra en Tigre antes de visitar a su hermana en Olivera.“No había ninguna denuncia de robo. Estaba en ojotas y misdeed celular. ¿Quién roba así?”, se pregunta Carolina, indignada. Durante el ataque, su esposo suplicaba que lo llevaran con su hermana y aseguraba estar perdido.¿Cómo va el caso de Jeremías Sosa?
La causa, caratulada como “homicidio agravado por ensañamiento, alevosía o insidia”, avanza lentamente. El medio argentino informó que hay cinco detenidos y tres prófugos, entre ellos Walter y Agustina Atrio, señalados como parte activa del ataque.
Según la fiscalía argentina, los prófugos se esconden gracias a su poder económico y sus contactos, mientas que la familia de la víctima trata de seguir con su lucha.
Carolina agregó a Clarín que Jeremías trabajaba como albañil en Morón y estaba por empezar otra en Temperley porque estaba ahorrando para poder organizarle la fiesta de XV años a su hija Sabrina.
"Siempre fue un papá muy presente. A nuestro hijo más chico, también Jeremías, de tres años, lo saludaba todos los días con una videollamada", contó Carolina.APC