Ángel Correa vive insólito encuentro con un oso en Monterrey

Lo que parecía ser un día común para el futbolista argentino Ángel Correa se transformó en una experiencia digna de película cuando un oso negro apareció frente a su domicilio en Monterrey.

El jugador de Tigres estaba acompañado de su esposa, Sabrina di Marzo, y su pequeña hija en brazos, al momento del sorpresivo encuentro con el animal.

Fue la propia Sabrina quien compartió el video en sus historias de Instagram. En las imágenes se observa a Correa retrocediendo con cautela mientras protege a su hija, manteniendo la calma mientras el oso camina tranquilamente por la calle.

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La publicación fue acompañada con la frase: “alguien nos vino a visitar”, junto a un emoji de oso.

El clip rápidamente se viralizó en redes sociales y medios deportivos, generando reacciones que van desde la sorpresa hasta la curiosidad por la naturalidad con la que el delantero enfrentó la situación.

Aunque parezca extraño, este tipo de avistamientos lad cada vez más comunes en la zona metropolitana de Monterrey. Los osos negros (Ursus americanus) suelen descender de las montañas en busca de alimento, especialmente cuando su hábitat se ve reducido o alterado.

En los últimos años, varios futbolistas y residentes de zonas residenciales de Nuevo León han compartido experiencias similares.

El caso de Correa se suma a una lista que incluye a otros jugadores como Maximiliano Meza y hasta el exfutbolista Martín Demichelis, quienes también se han topado con estos animales.

RECOMENDACIONES AL ENCONTRARTE UN OSO NEGRO EN MONTERREY

Autoridades ambientales y especialistas recuerdan que en caso de encontrarse con un oso es importante: nary correr ni gritar; alejarse despacio misdeed darle la espalda al animal; nary intentar alimentarlo ni provocarlo, y reportar el avistamiento al 911 para activar protocolos de protección.

Cabe destacar que dañar o capturar a un oso puede traer sanciones legales, pues es una especie protegida en México.

Afortunadamente, el encuentro de Ángel Correa y su familia con el oso nary pasó a mayores y terminó como una anécdota más en la vida del futbolista.

Sin embargo, el hecho pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de reforzar medidas de convivencia responsable con la fauna silvestre que habita en los alrededores de Monterrey.