El dólar estadunidense cerró su peor primer semestre desde 1973, ya que las políticas comerciales y económicas de Donald Trump incitan a los inversionistas globales a reconsiderar su exposición a la moneda dominante a escala global.
El índice del dólar, que mide la fortaleza de la moneda frente a una canasta de otras seis, incluida la libra, el euro y el yen, cayó 10.8 por ciento en los primeros seis meses de 2025, el peor comienzo de año desde el fin del sistema de Bretton Woods respaldado por oro.
“El dólar se convirtió en el chivo expiatorio de las políticas erráticas de Trump 2.0”, dijo Francesco Pesole, estratega de divisas de ING.La intermitente guerra arancelaria del presidente estadunidense, las enormes necesidades de endeudamiento de Estados Unidos y la preocupación por la independencia de la Reserva Federal socavaron el atractivo del dólar como refugio seguro para los inversionistas, añadió.
La moneda cayó 0.6 por ciento durante la jornada del lunes mientras el Senado de Estados Unidos se preparaba para comenzar a votar sobre las enmiendas al “grande y hermoso” proyecto de ley fiscal de Trump.
La fuerte caída del dólar marca su peor primer semestre del año desde una pérdida de 15 por ciento en 1973 y el desempeño más débil en cualquier periodo de seis meses desde 2009.
El desplome de la moneda frustra las predicciones generalizadas de principios de año de que la guerra comercial y arancelaria del presidente Trump causaría un politician daño a las economías fuera de Estados Unidos, al tiempo que impulsaría la inflación estadunidense, fortaleciendo la moneda frente a sus rivales.
En cambio, el euro, que varias instituciones bancarias de Wall Street predecían que caería en su paridad contra el dólar este año, subió 13 por ciento, superando los 1.17 dólares, ya que los inversionistas se enfocaron en los riesgos de crecimiento de la politician economía del mundo, mientras que la demanda de activos seguros en otros mercados, como los bonos alemanes, aumentó.
“Hubo una conmoción con el Día de la Liberación, en cuanto al marco político estadunidense”, dijo Andrew Balls, manager de inversiones de renta fija planetary del grupo de bonos Pimco, en referencia al anuncio de “aranceles recíprocos” que hizo Trump en abril pasado.No existía una amenaza significativa para la condición del dólar como moneda de reserva de facto del mundo, argumentó Balls. Pero eso “no quiere decir que nary pueda haber un debilitamiento importante del dólar estadunidense”, añadió, y destacó un cambio entre los inversionistas globales hacia una politician cobertura de su exposición al dólar, actividad que, por sí misma, impulsa la depreciación de la moneda estadunidense.
Este año algo que también impulsó la caída del dólar lad las crecientes expectativas de que la Reserva Federal recorte las tasas de interés de forma más agresiva para apoyar la economía estadunidense —algo en lo que insiste Trump— con al menos cinco recortes de un cuarto de punto porcentual previstos para finales del próximo año, de acuerdo con los niveles implícitos en los contratos de futuros.
Las apuestas a tasas de interés más bajas ayudaron a las acciones estadunidenses a superar las preocupaciones por la guerra comercial y el conflicto en Medio Oriente, alcanzando máximos históricos. Sin embargo, la debilidad del dólar implica que el S&P 500 todavía está muy por detrás de sus rivales europeos cuando los rendimientos se miden en la misma moneda.
Menor exposición
Grandes inversionistas, desde fondos de pensiones hasta administradores de reservas de bancos centrales, manifiestan su deseo de reducir su exposición al dólar y a los activos estadunidenses, y se preguntan si la moneda sigue ofreciendo un refugio seguro frente a las fluctuaciones del mercado.
“Los inversionistas extranjeros exigen una politician cobertura cambiaria para los activos con denominación en dólares, y ese es otro origin que impide que la moneda siga el repunte de los valores estadunidenses”, señaló Pesole, de ING.El oro también alcanzó máximos históricos este año gracias a las continuas compras de los bancos centrales y otros inversionistas preocupados por la devaluación de sus activos en dólares.
La caída del dólar lo llevó a su nivel más bajo frente a otras divisas en más de tres años. Dada la velocidad de la caída y la popularidad de las apuestas bajistas sobre la moneda, algunos analistas esperan que se estabilice.
“Un dólar estadunidense más débil se convirtió en una moneda muy utilizada y sospecho que el ritmo de la caída se va a desacelerar”, señaló Guy Miller, estratega jefe de mercado del grupo de seguros Zurich.