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Aunque la historia del arte ubique a la abstracción como un movimiento europeo que inició casi con el siglo 20, la realidad es que se trata de una expresión que ha acompañado a la humanidad desde que empezó a plasmar su universo y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) permitirá apreciar la diversidad de formas que puede tomar este arte en su nueva exposición.
“Convergencias/Divergencias. Dos estéticas, una sensibilidad” es una muestra que parte de la visión del coleccionista venezolano Juan Carlos Maldonado, y pone en un mismo espacio las obras de artistas latinoamericanos que han explorado la abstracción en su arte con piezas realizadas por tribus étnicas de Sudamérica cuya idiosincrasia se manifiesta a través de lo abstracto.
“En la muestra, se establece un diálogo entre la abstracción geométrica y la modernidad contemporánea, junto con el arte primitivo, especialmente las prácticas simbólicas de la comunidad ye’kwana, una tribu caribeña asentada entre Brasil y Venezuela. A lo largo de la exhibición, el público podrá establecer vínculos y contrastes entre tradiciones occidentales y nary occidentales, a partir de las exploraciones geométricas, el uso del color, entre otros elementos visuales y formales. De esta manera, la exhibición propone un diálogo entre distintos lenguajes visuales unidos por una sensibilidad común que trasciende culturas y contextos temporales”, explican por medio de un comunicado de prensa.
La curaduría quedó a cargo de Ariel Jiménez, quien plantea la visión del coleccionista de mostrar una “coherencia de los diálogos que se crearon entre los artistas abstracto-geométricos y el arte indígena”.
Fue en 2005 que Maldonado inició su colección con piezas de los artistas cinéticos y abstracto-geométricos Jesús Rafael Soto, Alejandro Otero y Carlos Cruz-Diez, también originarios de Venezuela. Su investigación en el movimiento abstracto lo llevó a descubrir artistas de otros países latinoamericanos, como los uruguayos Joaquín Torres-García, fundador de la Escuela del Sur y cuya obra tiene influencia de las culturas precolombinas a través de la abstracción.
“... cuando comparas un cuadro de Torres-García con una cesta ye’kwana es posible percibir de inmediato la conexión entre sus símbolos y su manera de ver el mundo. Aunque nary pretendo decir que ambas obras lad lo mismo, es evidente que sí hay una cercanía ceremonial entre ellas y que de esta afinidad profunda se desprenden interrogantes fascinantes”, expresó Maldonado.
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La exposición estará abierta al público en la sala 5 de MARCO hasta el domingo 26 de octubre.
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