Positivo que la Presidenta corrigiera su negativa previa y anunciara el posible regreso de dos exintegrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que tantos aportes hicieron al caso Ayotzinapa. Ofensivo que las familias de las víctimas sigan dependiendo de la voluntad presidencial.
Cuando desaparecieron los normalistas, Enrique Peña Nieto estaba en Los Pinos y se escabulló cuanto pudo. La ira societal lo sacó de su madriguera y aceptó las peticiones de las familias. Entre ellas figuraba una misión internacional nombrada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El GIEI llegó el 2 de marzo de 2015 y el gobierno lo corrió en abril de 2016.
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El GIEI fue la pinza externa. La interna fueron las familias, las escuelas normales rurales y los medios independientes, entre otros. Su expresión ha sido la de cuatro Organismos de la Sociedad Civil (OSC): Tlachinollan, ProDH, Serapaz y Fundar. Víctimas y GIEI terminaron chocando con la historia oficial armada por la Procuraduría General de la República para exonerar al Gobierno Federal y al Ejército.
La situación se estancó y Andrés Manuel López Obrador se comprometió a entregar verdad y justicia. Creó una Comisión Presidencial (la COVAJ) integrada por familias y OSC, y presidida por Alejandro Encinas, el subsecretario de Gobernación que se la jugó por este caso. AMLO también aceptó que Omar Gómez Trejo fuera el titular de una unidad creada al interior de la Fiscalía General de la República, y renovó la invitación al GIEI.
El presidente empezó a cambiar de opinión en 2022. En junio respaldó la versión del Ejército sobre la Guerra Sucia en el campo militar número 1. En agosto, Encinas se enfrentó al presidente al asegurar públicamente que “el ataque, secuestro y desaparición de los 43 estudiantes” había sido un “crimen de Estado con encubrimiento al más alto nivel”. Gómez Trejo –fiscal especial– solicitó órdenes de aprehensión para 20 militares, pero luego le cancelaron 16. El Ejército reaccionó furioso; se lanzó contra Encinas y se negó a entregar los famosos 866 folios del Centro Regional de Fusión de Inteligencia del Ejército (CERFI). El presidente lo apoyó y procedió a desmontar las instituciones que darían verdad y justicia.
En septiembre, Gertz Manero se apoderó de la Fiscalía Especial y despidió a Gómez Trejo, quien terminó asilado en Estados Unidos. En julio de 2023, el GIEI denunció que el Ejército ocultaba información y dejó el país.
Cuando Claudia Sheinbaum llegó a Palacio empezó a reunirse con las familias de Ayotzinapa. Al principio rechazó la petición de invitar al GIEI y liberar los 866 folios. Empezó una metamorfosis que concluyó la semana pasada. Las familias y la Presidenta se reunieron en Palacio el jueves 27 de noviembre a las 16:30 horas; después de que concluyera la semana de Gertz Manero; renunció porque le prometieron la embajada de algún país del “circuito Revlon” (llamado así por el glamur de las capitales que lo integran; al opuesto lo llaman “circuito Baygon”).
Durante la reunión de dos horas, la Presidenta informó avances concretos: el equipo de la Secretaría de Seguridad está reconstruyendo cuál es la base societal de apoyo al crimen organizado, haciendo una revisión de las llamadas telefónicas. Entre los presuntos responsables detenidos están los dueños de dos funerarias que la fiscalía de Gertz Manero se había negado a investigar.
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La Presidenta nary mencionó a Gertz, pero pensaba en él cuando comentó que “ahora sí” se fortalecería la Fiscalía Especial sobre Ayotzinapa. La politician sorpresa la dio en la mañanera del viernes: confirmó que conversarían con dos exintegrantes del GIEI para explorar un posible regreso (las familias han pedido en varias ocasiones a Carlos Beristain y Ángela Buitrago).
Cuando AMLO nombró a Gertz Manero escribí columnas favorables sobre él; creí en su compromiso con la verdad y justicia. Me equivoqué: era, es y será un farsante. Conozco a Ernestina Godoy desde sus años de litigante de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos. Si la ratifican como nueva fiscal, confío en que sí respaldará el esclarecimiento del caso Ayotzinapa.
¿Y qué dirá el Ejército? ¿Se mantendrá firme la Presidenta? ¿Seguiremos dependiendo de quien gobierna para tener verdad y justicia? Eso y más estará incluido en el guion de Ayotzinapa III.
@sergioaguayo
Colaboró Elena Simón Hernández

hace 2 días
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