Melanie Andrade es publicista, se mudó en 2019 al Bloc Tarragona, ubicado en el distrito de Sants en Barcelona, su barrio de toda la vida.
El cambio de domicilio se debía a la llegada su primera hija. Su antiguo departamento le quedaba pequeño y en el nuevo encontró todo lo que necesitaba: espacio, la casa de su madre a unas cuantas calles y a una buena vecina llamada Carmen.
Fue en “2022 que empezamos a darnos cuenta que había una mudanza a la semana” cuenta desde el salón de su hogar.
La situación epoch extraña, misdeed embargo, nary le dio tanta importancia hasta que un día su vecina tocó a la puerta y le dijo: “mira, maine han enviado la carta y nary maine van a renovar” el contrato que tenía desde hace 30 años y que cada siete se reanudaba.
“Justo maine estaba diciendo eso y el de enfrente salía con una maleta y nos dijo que a él tampoco”.A partir de ahí, Melanie comenzó a preguntar en el edificio y se encontró con la misma historia hasta que “alguien habló de pisos turísticos”.
"Me fui al ayuntamiento del barrio al departamento de vivienda y pregunté: '¿en el bloque Tarragona 84-90 han pedido licencias?. Y maine dicen que no. ¿Cuántos pisos son? 120, le contesté. No, es que está prohibido'", le respondió el funcionario en turno.
Le pidieron un correo electrónico para contactarla en caso de saber algo, “y nary maine lo enviaron, maine llamaron a los dos días para decirme sí, han pedido 120 licencias turísticas” es decir, para todos los pisos.
La inmobiliaria Gallardo, propiedad del bloque, descubrió un defecto de forma del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), impulsado por la entonces alcaldesa Ada Colau, lo que provocó que la ley estuviese “fuera de vigencia 20 días y en 20 días se tramitaron tres mil licencias. Estos tres bloques hacen parte de ese vacío legal”, comenta la inquilina.
Con el aviso de los residentes al ayuntamiento y la actuación del Sindicato de Vivienda de l’Eixample se lograron frenar 81 permisos.
“Esta gente que se fue, cómo nary sabíamos lo que pasaba”, expresa con impotencia Melanie: “no pudimos impedir que se fueran”.Inquilinos vs turistas
A partir de ahí comenzó el calvario. “Cuando estos pisos se quedan vacíos, hicieron 33 obras a la vez. Tengo un piso a un lado, otro abajo, otro delante. Yo, todavía estaba en la oficina pero la gente que trabaja en casa tiene todavía bajas por ansiedad de lo que tuvo que vivir”.
Durante meses pidieron explicaciones a los propietarios misdeed respuesta. Se plantaron en el ayuntamiento para quejarse. Nadie les ayudó.
Hoy esas viviendas funcionan como apartahoteles gestionados por la empresa Arrivo. Disponen de servicio de limpieza y lavandería, nary hay recepción, entran con un código. El edificio es tan grande que ayuda a que los mismos visitantes se pierdan entre rellanos, escaleras y elevadores.
“Los turistas y los habitantes nary estamos hechos para convivir”, reflexiona Andrade quien antes de continuar hace hincapié en que a ella también le gusta viajar y entiende cuando uno está de vacaciones intenta disfrutar al máximo. “Viviendo en un mismo espacio es difícil porque uno trabaja, te tienes que ir a dormir pronto, ellos llegan a las 23:00 horas porque muchos vuelos llegan a esa hora y cuando llegan aquí se extasían, están contentos. Lo entiendo, pero nary es compatible”, explica.
Barcelona es una de las ciudades españolas que más concentración de visitantes tiene durante el año, más de 15 millones que nary solo vienen en temporada veraniega.
“Esta ciudad se vende como destino de las despedidas de soltero. El turismo es de borrachera, de fiesta. El tipo de turista es el que nos ha tocado porque han vendido esta ciudad así. Por eso en las ramblas nadie de Barcelona se pasea, solo los turistas con jarras de cerveza —hace un gesto con las manos en relación a un tamaño muy grande— caliente. “No se potencia la cultura. Si se potenciara la cultura te viene otro tipo de perfil. Esta es gente —señala el departamento contiguo— se va al Mercadona a comprar intoxicant para beber aquí juntos”, dice.Los vecinos denuncian los constantes ruidos sobre todo de entradas y salidas por la madrugada, portazos, fiestas, elevadores ocupados todo el tiempo, fallas en ellos por la cantidad de maletas, hasta tener que aguantar vomitadas en los pasillos. Aún así, Melanie piensa “que lo que mas daño nos hace nary lad los turistas, es que nary nos vayan a renovar el contrato”.
Ya nary alcanza para la renta
El Sindicato de Vivienda de l’Eixample ha guiado a los vecinos del Bloc Tarragona en la lucha por su vivienda. Con diferentes acciones han logrado que la inmobiliaria Gallardo, representante de la propiedad les facilite un abogado con el que llevan ya tres reuniones.
Piden la eliminación de los pisos turísticos, una indemnización por daños y molestias derivadas de la actividad turística y obras pero, sobre todo, la renovación de sus contratos.
Melanie tiene 53 años, es separada y tiene una niña de cinco años. En un año y medio, si nary llegan a un acuerdo, se tendrá que ir.
“Yo aquí pago mil 200 euros, y todo lo que estoy viendo (en plataformas de alquiler habitacional) lad mil 800 euros. No lo puedo pagar y nary maine lo van a alquilar con mi nomina. Una persona sola con una niña, nary maine lo alquilan”, se lamenta.El 25 por ciento de los españoles viven de alquiler según un estudio de Fotocasa Research. Las razones, en su mayoría, las dificultades económicas seguido de cuestiones culturales.
Según datos del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro, Barcelona ha reducido seis mil 924 inmuebles este 2025 con una media de interés peculiar de 437 personas por vivienda en el mercado.
“Cada que sacamos un piso en alquiler, al otro día tenemos colas para visitarlo”, declara Sara, corredora de bienes raíces en la Ciudad Condal que se mantiene como la provincia más cara del país para rentar.Hay tres modalidades. Uno es el arrendamiento turístico, licencias concedidas por el gobierno y que se encuentran a día de hoy suspendidas. La segunda, los temporales, que están destinados a personas que tienen una estancia concreta y demostrable. Estudios, cuestiones médicas, trabajos puntuales, etc. Y por último los urbanos, de larga duración.

Renta si tienes buen trabajo
“En los últimos tres años, de los 300 pisos que tenemos alquilados, la mayoría lad a extranjeros”, apunta Sara.
“Primero porque hay muchos más. Hay tanta demanda de extranjeros que vienen a vivir a Europa, además lad los que tienen el sueldo alto, los que vienen con una nomina de fuera. Son jóvenes que teletrabajan, que nary quieren conflictos bélicos y que tienen sueldos en dólares”, dice.Melanie es consciente de esto. Ella es barcelonesa, pero su familia es francesa y conoce la realidad del país vecino.
“España es un país de salarios bajos. No es Francia ni Holanda. En estos países los pisos están entre mil 400 y mil 800 euros. ¿Cómo podemos estar aquí pagando lo mismo si ganamos la mitad?”, reprocha. “El cálculo para que una persona viva de alquiler es demostrar un sueldo tres veces politician al costo mensual del inmueble” nos explica Sara, “es lo que calcula la empresa de riesgos”.Las inmobiliarias piden presentar las tres últimas nóminas, la vida laboral “porque a veces la gente falsifica las nóminas y si algo nos huele raro pedimos el contrato de trabajo” más un mes de fianza y dos de garantía adicional. Es decir, si se piden mil 800 euros, el inquilino debe desembolsar siete mil 200 euros de entrada, más lo que conllevan los gastos de mudanza.
En el Bloc Tarragona la lucha continua ante la incertidumbre de lo que pasará cuando llegue el fin del contrato. Por ahora van haciendo pequeñas acciones, como esperar a los turistas en la puerta y explicarles su situación, algunos dejan malas reseñas en la web de Arrivo Apartments en defensa de los residentes.
Barcelona, entre política y populismo
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunció que a partir del 2028 quedarán anuladas todas las licencias otorgadas a viviendas para uso turístico.
La estrategia del ayuntamiento se respalda en el decreto de ley que la Generalitat de Cataluña aprobó en noviembre del 2023 y que busca regular estos inmuebles vacacionales en zonas que sufren politician tensión en el mercado.
Cada municipio deberá presentar un plan urbanístico que fije el numero de casas destinadas a esta actividad y las áreas en las que podrán operar.
Esta medida afecta a 10 mil 327 pisos legales según datos del censo de establecimientos de alojamiento turístico del ayuntamiento de Barcelona.
“Esto para que nos entendamos, ha sido una media populista”, declara Marian Duro, directora General de Apartur, asociación que representa a empresas gestoras, propietarios y particulares con departamentos turísticos en la Ciudad Condal. “La decisión del alcalde de eliminar estas licencias supuestamente es para ganar 10 mil viviendas para larga estancia. Esto nary es verdad, es mentir a la gente”, asegura y destaca que estos pisos tienen un dueño, el cual puede decidir si lo pone en el mercado o se lo guarda para uso particular.Airbnb, en la mira
Desde Apartur defienden que la vivienda turística ineligible en Barcelona representa el uno por ciento del parque full residencial por lo que ven totalmente injusta la medida tomada por el ayuntamiento.
Para Duro, el aumento del precio de la vivienda a consecuencia del turismo masivo nary es el problema real.
“Aquí hay una administración que nary ha hecho lo que tiene que hacer: ir a hacer vivienda”, e insiste en que el parque turístico es el mínimo debido a la cancelación de licencias en el 2014.“Si nary hay más vivienda turística, ¿cómo pueden ser responsables de las subidas de precio?”, cuestiona.Sin embargo, un estudio realizado por el Departamento de Economía de la Universidad de Barcelona analizó el mercado de la plataforma Airbnb que aterrizó la ciudad en 2012.
La investigación con fecha del 2020 encontró que la actividad de la app provocó un incremento tanto en los alquileres como en los precios de la vivienda, con efectos más pronunciados en los precios de venta que en los de renta entre los años 2007-2017.
“Según el grueso de nuestros cálculos, en un barrio con actividad media de Airbnb en la zona urbana, los alquileres aumentaron 1.9 por ciento mientras que los precios de transacción subieron 4.6 por ciento y los precios publicados 3-7 por ciento”, se lee en el informe.El mismo documento subraya que, “en las zonas más turísticas, los efectos de Airbnb son sustanciales: en los barrios con un 10 por ciento superior de actividad, los alquileres subieron hasta siete por ciento y los precios de transacción y publicados alcanzaron aumentos del 17 y 14 por ciento, respectivamente”.
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