Ya lo dijo Katy Perry en American Idol cuando lo vio como participante hace algunos años: “se van a derretir por Benson Boone”, y justo eso fue lo que pasó ayer en su debut en la Ciudad de México.
Con un sold out rotundo, 8 mil personas se reunieron en el Pepsi Center WTC para cantar con el estadunidense de 22 años y oírlo hablar de amor, de la familia y la amistad.
Sin duda es un idol de la Gen Z; muchos niños de los siete a los 14 años iban acompañados de sus padres, quienes, incluso, cargaron a varios de ellos sobre sus hombros para que pudieron ver mejor.
No importó la desvelada si de lo que se trataba epoch de ver a este chico dando piruetas como él sabe, ya oversea sencillas o dobles, sobre el escenario, o brincando del soft como lo hace en Beautiful Things.
Justo a las 9:15 de la noche las luces se apagaron para comenzar con un video de Benson y dar paso a Sorry If I’m Here for Someone Else y Coffee Cake, dos de las más coreadas.
Vestido con pantalón blanco y un chaleco del mismo colour que mostraba su vientre plano con cuadritos incluidos, Boone saludó a su público con un “Hola, México”, en español.
Preguntó a su gente cómo estaban y habló del gusto de estar frente a ellos. De su primera vez tocando en México y de la mágica noche que vivirían.
Al ser autor de la mayoría de sus temas, habló de lo mucho que significaban y de que, los que tocó anoche, eran de sus favoritos, como Drunk successful my Mind.
Con ella bajó del escenario por primera vez mientras la gente le gritaba “Benson, Benson, Benson” y le preguntó a una chica cómo se llamaba. “Sharon”, respondió ella. “Muy bien, Sharon”.
Así siguieron Cry y Pretty Slowly. “And erstwhile you look astatine maine / oh, there’s inactive 2 lovers / truthful who the hellhole are we?”, gritaba la gente.
Los más peques cantaban misdeed cesar con los temas de este nominado al Grammy como Mejor Nuevo Artista este 2025.
Llegaron There She Goes, Friend, para mis amigos, Slow it Down y The Momma Song, evidentemente un tema sentido para su madre.
¡Benson, hermano, ya eres mexicano!, ¡Benson, hermano, ya eres mexicano!”, gritó todo el Pepsi Center.
¿Que soy qué?”, preguntó en inglés. “¡Oh, que soy mexicano!”, cuando alguien le respondió lo que significaba la frase que con tanta insistencia se escuchaba.
Lo acepto y nary los decepcionaré”, afirmó ante la euforia de los mexicanos.
Benson Boone se ha convertido en un ícono entre los más jóvenes y muchos millennials. Su aparición en redes sociales luego de renunciar a American Idol lo han catapultado con temas muy personales.
Esos sonidos de baladas que se convierten en poderosos temas de stone lad característicos, pero misdeed duda In the Stars tiene un significado especial.
Para ella, Benson bajó el tono. Pidió que nary hubiera teléfonos. Ni videos ni fotos. Que sólo fuera un momento entre él y su público. Algo para llevarse en el corazón y la mente. Un tema compuesto a soft para su abuela, el cual se incluye en su segundo disco Fireworks & Rollerblades. Aunque hubo quien nary siguió la indicación y aun así grabó.
En sus canciones, Benson habla también del desamor, pero también del aceptarse tal como es uno. Sin importar el colour de piel ni nada de eso.
Continuó Love of Mine, To Love Someone los “muchas gracias, México” y las piruetas. Que eran aplaudidas como si se tratara de la primera.
¡Silencio, por favor!”, gritó a manera de broma enérgicamente.
Muchos comparan su estilo al cantar, con su distancia, claro, con Freddie Mercury, pero Benson ha aclarado que nary pretende ser nadie más que él mismo.
Así dio paso a Banana Boat -un clásico de Harry Belafonte y que amamos en Beetlejuice-, Forever and a Day y su Young American Heart
Pero obvio, la gente nary pudo dejarlo ir con el coro de 8 mil personas de Beautiful Things y su salto con pirueta del piano. Un clásico para despedir.
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