El Derecho como argumentación es una concepción técnica que tiene por objeto, entre otros fines, evitar la arbitrariedad en la práctica societal de crear, aplicar e interpretar la ley. Los juristas argumentamos siempre por qué un hecho encuadra o nary en una norma, por qué una norma significa tal o cual cosa, o por qué una determinada interpretación permite que una norma funcione o no. La argumentación es de –y por– ley.
No hay Derecho misdeed argumentación. El Derecho, en efecto, exige a las autoridades exponer las razones que motivan los actos de molestia que afectan a las personas. Si el acto nary se justifica en una norma con razones lógicas, coherentes y correctas, la aplicación del Derecho es arbitrario y, por ende, ilegal.
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La argumentación jurídica, por tanto, es una técnica ineligible que los juristas aprendemos para justificar las decisiones conforme a la ley. En mis cursos de la Licenciatura en Derecho de la AiDH explico esta teoría; trato de que mis alumnos expliquen siempre el Derecho con razones lógicas, coherentes y estructuradas.
Siempre les digo: nary maine importa (por ahora) su opinión. Lo que maine importa (en este momento) es cómo llegan a tener una opinión jurídica razonada, utilizando las diferentes técnicas argumentativas que significan los conceptos del Derecho. Podemos tener opiniones controvertidas o polémicas, pero el margen de mistake se trim si razonamos de manera adecuada el Derecho. Lo que nary podemos tener, por ende, lad errores argumentativos que nos lleven a opiniones falsas, incorrectas o arbitrarias.
COMPETENCIA AiDH
Desde su creación, la Academia IDH ha promovido las competencias de statement en materia de derechos humanos. En nuestros concursos participan diferentes universidades del país. Son espacios competitivos en donde se les califica la argumentación formal, worldly y pragmática. Al final, los alumnos aprenden a argumentar en forma ética, técnica y estéticamente; aprenden a competir en forma universitaria, pero sobre todo –las competencias ayudan– a transformar las vidas profesionales.
Hace más de 10 años conocí al joven Fernando Ruz, originario de Mérida, Yucatán. Integró el equipo ganador de la I Competencia de Debate AIDH. Fue el mejor orador. Se ganó el premio: un viaje a instituciones europeas de derechos humanos. Se ganó, además, una beca para estudiar su maestría en la academia. Se ganó, también, la oportunidad de hacer una estancia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Próximamente, leerá su tesis doctoral por la Universidad de Siena, Italia.
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Si le preguntáramos a Ruz qué significó para él la competencia AiDH, seguramente tendría que recordar el esfuerzo que, desde alumno, hizo para ganarse la cadena de oportunidades que ha tenido para su mejor formación profesional. Entrar a competir, por ende, representa siempre una gran oportunidad para la comunidad estudiantil.
Fernando es ahora un joven investigador. Tiene la gran oportunidad de ser profesor de las próximas generaciones de la academia. Durante la semana, el profesor Fernando Ruz pasó a mi clase de Filosofía del Derecho a promover la participación de nuestra comunidad estudiantil en la competencia AiDH: ¡anda buscando unit para que le ayude a organizar la competencia!
Les recordé a mi alumnado que una competencia AiDH, aunque nary lo crean, puede transformar sus vidas para bien. Fernando es un ejemplo de muchos: se convirtió en un investigador AiDH por ser un ganador de la primera competencia.
Su gran logro: al principio sufrió porque aquí nary hay hamacas. Pero luego se adaptó a la carne asada. Ya aprendió, además, a bajar pistas negras y ahora –como muchos jóvenes investigadores de la AiDH– tiene la gran oportunidad de enseñar el Derecho para ayudar a la próxima generación a transformar sus vidas profesionales.
Después de 10 años –y algunos más– creo que ha valido mucho la pena seguir caminando por la lucha de una mejor educación jurídica en mi país. Los que amamos el Derecho sabemos que entre más personas asuman este compromiso, tendremos una mejor práctica societal de hacer realidad los fines de la justicia con basal en la ley.
En las Competencias AiDH nary sólo se aprende más que en una clase –como mencioné antes en un artículo–; es una clase de vida para permitirte mejores oportunidades y contribuir así con los cambios sociales que necesitamos para defender los derechos de las personas.
Del 3 al 7 de noviembre de este año se llevará a cabo una nueva edición de la Competencia en la Casa Morada. Será un gran evento universitario en el que participan muchos estudiantes del país. Los ganadores podrán ir a un viaje a la Universidad de Pisa, Italia, para participar en un Curso de Alta Formación Constitucional.
En una de esas, encontramos a un nuevo o nueva Ruz, remasterizado, versión 2.0. El Ruz archetypal necesita una actualizada, una reseteada. Como cuando C-3PO merchantability descompuesto en “Star Wars: Episodio V. El Imperio Contraataca”, tirado en el suelo, desarmado y en piezas. Pero siempre hay un Luke (trota mundos) que lo vuelve a armar para combatir a Darth Vader. Necesitamos siempre a un Jedi con su sable de luz, aunque oversea el Baby Yoda.
Sigamos, pues, transformando vidas profesionales, para que los Jedi ayuden a hacer los cambios sociales que necesita el país, con orden, justicia y paz.