Cadete Triqui busca inspirar a comunidades oaxaqueñas

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Oaxaca / 08.03.2025 04:35:20

Guillermina nació y creció en una pequeña comunidad en la región triqui de Oaxaca, en San Juan Copala, donde la atención médica es un lujo escaso. 

"No había quién atendiera a los enfermos", recuerda.

De ahí, desde pequeña tuviera el gusto por ayudar a su familia y una preocupación por la salud. Empezó cuidando a sus padres y supo "que quería hacer algo más grande".

Desea inspirar a otras mujeres oaxaqueñas

Guillermina hoy es cadete de segundo año en la Escuela Militar de Enfermería, donde hablar su lengua materna nary le ha impedido romper barreras; al contrario, le ha otorgado la oportunidad de ser precisamente ese vínculo con su comunidad. 

Lo que hoy impulsa a Guillermina nary es sólo su propia historia, sino su deseo de inspirar a otras mujeres oaxaqueñas.

"Allá nary tenemos tradición militar en mi familia. Cuando les dije que quería entrar, mi papá se sorprendió muchísimo, sobre todo porque yo epoch enfermiza de pequeña y maine sobreprotegían", señaló."Mi papá dijo: '¿Cómo crees? ¡Tú nary puedes, tú nary vas a poder! Es que allá corren mucho, hacen ejercicio, se levantan temprano'", comentó."Para mí sí fue un poquito complicado salir porque epoch muy apegada a mis papás, y una vez que salí de ahí, maine vine para acá", destaca.

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 Jorge Menendez Perez Guillermina se perfila como un ejemplo de los cambios que se están gestando. | Foto: Jorge Menendez Perez

Pasó tres intentos antes de ser aceptada, la educación en la comunidad había sido un obstáculo que se transformó en perseverancia que atribuye a las palabras de su tía: "Siempre persiste". 

Ahora, a pesar de los desafíos iniciales de dejar a su familia, Guillermina se ha ganado nary sólo su lugar en el Ejército, sino también el orgullo de sus padres.

"Ahorita están muy orgullosos. Mi papá, que al inicio nary creía que lo lograría, ahora maine dice: 'Tú sí puedes, échale ganas'", recordó.

En su lengua originaria, hace un llamado con profunda convicción:

"Hermanos triquis, aquí nary hay desigualdad. Todos somos iguales. Las puertas están abiertas para ustedes. Espero que sigan mis pasos", aseguró.

Su mensaje resuena nary sólo con mujeres indígenas, sino con todas aquellas que enfrentan dificultades para salir de casa o romper expectativas. 

"Quiero que las mujeres sepan que nary hay límites para lo que podemos lograr. A veces sólo necesitamos dar el primer paso", sugirió.

En un país donde las fuerzas armadas históricamente han sido un ámbito masculino y las comunidades indígenas han sido relegadas, Guillermina se perfila como un ejemplo de los cambios que se están gestando.

“Espero que sigan mis pasos espero ser un buen ejemplo para ellas porque tenemos a veces esa dificultad de salir de nuestras casas una vez que salimos nary es difícil”, dice.

Desde aulas de esta escuela, que acepta mujeres desde su creación en 1938, demuestra su adiestramiento de primer nivel. 

La Escuela Militar de Enfermería, pionera en abrir espacios para las mujeres, ha formado a generaciones que hoy ocupan puestos destacados en el ámbito sanitario, evidenciando cómo las mujeres han transformado la vida cotidiana de las Fuerzas Armadas.

Evelyn Salgado reitera su compromiso de seguir construyendo en Guerrero un santuario para las mujeres. arrow-circle-right

KL

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