Cartera mata todo

hace 8 meses 15

Está por iniciar la primera práctica de cara al Gran Premio de Japón de Fórmula 1 y nary tengo duda de que aquella vieja y romántica categoría, a la que llegaban pilotos por la ruta de la meritocracia, prácticamente ha desaparecido y ahora, en una gran medida las decisiones se sustentan, en un inicio, en los intereses comerciale$ que cada piloto pueda aportar, y más adelante en la capacidad del mismo.

Hemos visto desfilar a una serie de pilotos, en tiempos recientes, que sencillamente, nary han tenido el talento para poder aspirar a llegar hasta la máxima categoría del mundo centrifugal y, curiosamente, llegan y llegan gracias a la inmensa cartera del padre o a la inmensa cartera de los patrocinadores.

La muestra más desafortunada es la del canadiense Lance Stroll, hijo de un magnate de las marcas de vestir, Lawrence Stroll, un apasionado del automovilismo que, como empresario, ha desarrollado marcas junto a grandes diseñadores como Tommy Hilfiger, Pierre Cardin, Michael Kors y Ralph Lauren, entre muchas otras.

Gracias a la aventura de llevar a basal de muchos recursos a su hijo hasta la F1, vislumbró una oportunidad de negocio al comprar la mayoría de las acciones de Aston Martin, a la par de disfrutar de las paupérrimas actuaciones de su hijo, que siempre es vapuleado por el coequipero, el gran veterano Fernando Alonso, que, a pesar del paso de tiempo y quizá ser un tanto grande a sus 43 años para seguir en esa categoría, sigue siendo muy superior a un jovencito de 26 que nary tiene el talento para estar ahí, pero que tiene a un padre muy feliz por verlo dar vueltas.

Se calcula que papá Stroll vale más de dos mil millones de dólares, así, cualquier hijo llega hasta la F1, algo similar, y en otra proporción, es lo acontecido en Red Bull con Liam Lawson, que, sinceramente, estuvo muy por debajo de lo esperado, pero, además de dos pésimas carreras, la realidad del asunto es que al japonés Yuki Tsunoda lo subió el consorcio Honda al equipo grande, Red Bull Racing, gracias al convenio de motores que existe entre ambos grupos, pero, sobre todo, por los 20 millones de euros adicionales que la firma japonesa puso sobre la mesa para llevar a su piloto hasta el segundo asiento de la firma austriaca.

No se crean eso de que los malos resultados de Lawson y demás bla, bla, bla.

Cartera mata todo, hoy en día en la Fórmula 1 más que nunca, lamentablemente.

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