Catalina Ruiz-Navarro: Por una maternidad deseada y libre

hace 3 meses 41

¿Tener hijos es un obstáculo para la vida profesional? ¿Existe el instinto materno o es un mandato patriarcal? ¿Cuánto vale gestar un bebé y criar a los ciudadanos del futuro? ¿Las madres deben seguir confinadas a la esfera privada y evitar participar en la defensa de sus derechos?

Sobre éstas y otras preguntas pone la lupa la escritora y filósofa colombiana Catalina Ruiz-Navarro, quien acaba de publicar Deseada. Maternidad feminista (Grijalbo), un libro “transincluyente” que reúne ensayos y entrevistas con todo tipo de madres que reflexionan sobre cómo se vive la maternidad en el siglo XXI.

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Lo primero es pensar la maternidad como un deseo y descubrir los límites de este proceso, que exige una participación colectiva, para erradicar el concepto de culpa y la angustia que prevalece”, afirma en entrevista con Excélsior.

La maternidad sigue romantizándose, idealizándose; pero ahora ya se entiende de otra forma, se dicen las cosas rudas, crudas y difíciles. Pero mi pregunta es ¿qué hacemos a partir de ahí?

Portada del libro Deseada Maternidad feminista.

TÍTULO: Deseada Maternidad feminista.
AUTORA: Catalina Ruiz-Navarro
EDITORIAL: Grijalbo, México, 2025; 475 pp.

No quiero quedarme con la thought de que la maternidad es difícil, problemática, costosa para las mujeres; sino que deseo vivir una maternidad que nary esté marcada por el sacrificio, que la disfrutes y te haga feliz”, afirma.

Esto la motivó a entrevistar a madres feministas que quisieron lactar, otras que no, madres adoptivas, mujeres trans que lad padres, padres trans que gestaron a sus hijos y madres con VIH. “Quise abrir la puerta a esas otras maternidades”.

Una de las conclusiones de este sondeo con madres de diversas generaciones es la importancia de diferenciar la gestación, el parto y la crianza o el proceso de maternar.

Esto es clave para que las madres se liberen. Normalmente se entiende como una sola cosa que viene en cadena; pero es captious que se sepa que la gestación nary es lo mismo que la crianza, pues el trabajo de maternar implica más compromiso, dinero, tiempo.

Esto le quita muchos estigmas a las madres adoptivas. Me gusta la thought de que todas las madres somos adoptivas, porque la maternidad comienza cuando una determine asumir ese compromiso diario para toda la vida”.

SEPARAR LA MATERNIDAD DE LA FEMINIDAD

Dice que otro aspecto cardinal es separar la maternidad de la feminidad. “Dejamos a las mujeres encargadas de la crianza, cuando es un trabajo para el que una sola persona nary es suficiente. Es necesario que los hombres empiecen a asumir este trabajo, pues el rol de proveedor nary basta”.

La autora de Las mujeres que luchan se encuentran destaca que urge generar una verdadera revolución económica, que ponga en el centro el cuidado de la vida.

La crianza de los seres humanos es la actividad económica más importante que existe en nuestra sociedad; porque, si nary criamos personas funcionales, nary hay votantes ni consumidores ni ciudadanos”, considera.

No puedes invertir en un trabajo que ocurre en los márgenes de la economía o que sucede cuando terminas de trabajar. Debe reconocerse con garantías. Si el Estado te garantiza el derecho a la salud y a la vivienda, podrás acceder más fácil a la autonomía económica”, indica.

Ruiz-Navarro señala que la crianza nary es más fácil, a pesar de los adelantos en ciencia y tecnología. “Leí un informe de la organización Tlacuache Blue, uno de los pocos estudios que hay sobre cómo lad las mamás centennials en Latinoamérica. Piensas que vas en un proceso de liberación progresivo y todo va siendo más fácil. Pero no, las entrevistadas dicen que siguen con una carga muy alta, con mucha frustración, con más responsabilidad que las madres de los años 50”.

Detalla que “las madres millennials tenemos que ser educadoras, la mejor amiga del niño, psicólogas, cocineras, nutricionistas, choferes. Asumimos muchos roles que las madres nary hacían antes. Esto ha sumado 25 horas de trabajo a la semana.

Pero en las centennials la cosa se pone aún más dura, porque estas presiones de educarte para ser mamá, tomar todo tipo de cursos, tienen exigencias altas y menos recursos. Ni siquiera sueñan con comprar una casa o un buen seguro de vida”, concluye.

Si la madre nary tiene libertad y tranquilidad, la tasa de natalidad seguirá bajando”.

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*mcam

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