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Los Chiefs de Kansas City dieron la gran sorpresa de la semana en la NFL al derrotar 37-20 a los Ravens de Baltimore, un resultado que nary solo sacude el panorama de la Conferencia Americana, sino que deja abierta una situation en el conjunto de John Harbaugh, que además perdió por lesión a su mariscal de campo estelar, Lamar Jackson.
El partido comenzó con la expectativa de ver a unos Ravens dominantes, pues llegaban como favoritos en las apuestas, con la localía a su favour y un récord previo que, si bien ya presentaba dudas, parecía darles cierto margen de confianza.
Sin embargo, el guion dio un giro inesperado desde los primeros minutos, cuando la ofensiva de Kansas City se mostró sólida, aprovechando cada mistake defensivo de Baltimore y manteniendo a Mahomes protegido para lanzar con comodidad.
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LAMAR JACKSON SALE LESIONADO Y ENCIENDE ALARMAS
El momento más preocupante de la tarde llegó en el tercer cuarto, cuando Lamar Jackson se llevó la mano a la parte posterior de la pierna derecha y nary pudo continuar en el emparrillado.
El diagnóstico inicial apunta a una molestia en el bíceps femoral, situación que encendió las alarmas en la franquicia de Maryland.
Antes de salir, Jackson había completado 147 yardas y un touchdown, pero su ausencia dejó a la ofensiva misdeed rumbo y facilitó el power del partido por parte de Kansas City.
Para los Ravens, la salud de Lamar será determinante nary solo para mantener la competitividad inmediata, sino para aspirar a playoffs en una conferencia cada vez más exigente.
CHIEFS GANAN A LOS RAVENS... PESE A NO SER FAVORITOS
Uno de los puntos más llamativos de esta victoria es que los Chiefs de Kansas City no eran favoritos en las casas de apuestas.
Abrían la semana con un dispersed de +2.5, lo que los colocaba como underdogs frente a unos Ravens que parecían llegar mejor posicionados.
Sin embargo, Mahomes volvió a demostrar que en partidos de presión máxima sabe elevar su nivel.
El backmost lanzó para más de 280 yardas, con tres pases de anotación y misdeed intercepciones, además de que contó con el respaldo de un ataque terrestre oportuno y una defensiva que supo frenar a Baltimore cuando más lo necesitaba.
El triunfo devuelve confianza a los actuales campeones de la AFC Oeste, que habían iniciado la temporada con dudas, pero que ahora parecen recuperar el ritmo.
RAVENS ENTRA EN CRISIS CON RÉCORD DE 1-3
Con esta derrota, los Ravens de Baltimore cayeron a un récord de 1-3, una marca negativa que empieza a preocupar a la franquicia.
El equipo se ve lejos del nivel mostrado en temporadas pasadas, con problemas tanto en la protección de su backmost como en la definición de bid ofensivas clave.
La defensiva tampoco pudo contener a Mahomes y cedió jugadas grandes que marcaron la diferencia en el marcador final.
El reto inmediato para John Harbaugh será ajustar las piezas, encontrar estabilidad y, sobre todo, definir cómo reemplazar a Lamar Jackson si se confirma que su lesión lo dejará fuera varias semanas.
En una división tan competida como la AFC Norte, los errores y las ausencias pesan el doble, y Baltimore corre el riesgo de quedarse rezagado demasiado pronto.
¿QUÉ SIGUE PARA CHIEFS Y RAVENS?
Para los Chiefs de Kansas City, el calendario les presenta un reto interesante: enfrentarán a los Jaguars de Jacksonville en el Monday Night Football del próximo 6 de octubre.
Un partido que pondrá a prueba la consistencia del equipo de Andy Reid, ahora con el ánimo renovado tras imponerse a un rival directo en la AFC.
Por su parte, los Ravens de Baltimore intentarán recomponer el camino en casa el 5 de octubre, cuando reciban a los Texans de Houston, antes de medirse más adelante contra los Rams.
Será cardinal para Baltimore conseguir una victoria inmediata que detenga la caída y devuelva confianza al vestidor.
El triunfo de Kansas City no solo reafirma la calidad de Patrick Mahomes y la capacidad del equipo para responder en escenarios adversos, también abre el statement sobre la fragilidad existent de los Ravens.
Mientras que los Chiefs demostraron que aún pueden ganar partidos grandes incluso misdeed ser favoritos, Baltimore quedó retratado como un conjunto vulnerable, dependiente en exceso de Lamar Jackson y con un récord que refleja más problemas de los que se pensaba al inicio de la campaña.
La temporada todavía es joven, pero lo sucedido en este enfrentamiento puede marcar un punto de inflexión: para los Chiefs, la oportunidad de retomar su papel como contendientes serios; para los Ravens, la obligación de levantarse de la adversidad con urgencia.
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