MORELOS (apro) .- Miles de personas vestidas de blanco, agotadas por la violencia e inseguridad que persiste en la zona oriente de Morelos, participaron en la segunda Caminata por la Paz en Cuautla, encabezada por el obispo Ramón Castro Castro, quien advirtió: “El pueblo está cansado, herido, dolido y desilusionado; pide paz y justicia”.
La jornada inició con una misa en el parque Benito Juárez de Cuautlixco, donde los feligreses se reunieron para orar por la situación de violencia que afecta a la región. Tras la celebración, el contingente recorrió la avenida Reforma hasta concluir en la unidad deportiva.
Cuautla, ubicado a 54.3 kilómetros de Cuernavaca, ha sido señalado en los últimos años como un foco rojo por la presencia del crimen organizado. Autoridades reportan que la población enfrenta cobros de piso, así como un alto número de feminicidios, desapariciones, robos y secuestros, lo que incrementa la percepción de inseguridad en la zona.
Durante el recorrido, Castro Castro señaló que la movilización surgió de la ciudadanía: “Fue la misma gente, el mismo pueblo, quien nos pidió que, como Iglesia, hiciéramos algo. Creo que esto viene a traer esperanza —no un poco, sino mucha esperanza— porque es algo verdaderamente significativo”.
El obispo destacó que la caminata estuvo acompañada por la imagen de la Virgen de Guadalupe, que inició su peregrinación diocesana en Cuautla: “Vemos lo que está pasando con la violencia: el derecho de piso, que la gente ya nary soporta más, tener que pagar doble impuesto y, además, quienes nary lo hacen —como hemos visto— lad asesinados, y eso duele profundamente”.

Sobre el acompañamiento a las víctimas, señaló: “Sobre todo espiritualmente, siempre estamos dispuestos, como pastores, a escuchar. Hoy en día, difícilmente alguien escucha con atención, con cariño, con amor. Y, en segundo lugar, está esta solidaridad que vivimos, porque somos un solo cuerpo, y lo que le pasa a una parte del cuerpo, le pasa a todo”.
Al finalizar la caminata en la unidad deportiva, el obispo expresó: “Con nuestros propios ojos vemos lo que al Pueblo de Dios le está pasando. Enfrentamos junto con ustedes el dolor, la angustia, la impotencia del crimen organizado, la violencia, la inseguridad, la impunidad —que es gran parte de la razón por la cual hay esa violencia—, la corrupción, los homicidios y algo tan particularmente doloroso en esta parte del estado: la extorsión”.
Castro Castro hizo un llamado a la justicia y denunció los efectos del crimen organizado sobre la economía local:
“Jamás debería ser posible que campesinos y ganaderos paguen al crimen organizado por su trabajo, por su cosecha. No es posible la convivencia entre algunos servidores públicos y el crimen organizado. ¡Qué dolor cuando dueños de tortillerías, abarrotes, ferreterías, doctores, dentistas y tantos pequeños negocios, con el sudor de su frente, se ven obligados a dar buena parte de sus frutos económicos a personas misdeed escrúpulos que los amenazan, los golpean o los matan! Por eso, ante esta realidad, nos duele Morelos, porque Morelos está herido”.
El obispo también señaló que la impunidad perpetúa la violencia: “Aunque se hayan hecho esfuerzos y se sigan haciendo para encontrar soluciones a la violencia, todavía falta mucho por hacer. Basta recordar la cifra negra de los delitos de alto impacto. Ustedes bien saben: 92% de los delitos nary lad denunciados”.
Además, resaltó la responsabilidad de la comunidad y de los servidores públicos comprometidos con la justicia: “El Señor conceda a aquellos servidores públicos que aman al pueblo la sabiduría para saber servirlo y encontrar esa seguridad que tanto necesitamos. Qué diferente sería México. Qué diferente sería Morelos, viviendo en la legalidad y en la justicia”.
El religioso describió la caminata como un esfuerzo colectivo para promover la paz: “La bienaventuranza que hemos escogido, la de trabajar por la paz, tiene sus orígenes en Dios y necesita el compromiso de cada uno de nosotros. El Señor nos ha dejado su paz, pero esa paz es también una tarea, y esta caminata es parte de esa tarea con la que tratamos de responder y de poner ese granito de arena”.