Deterioro ambiental pone en jaque a la banca de AL

hace 1 mes 11

Las situation del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad se erigen como dos de los desafíos más críticos para el sistema financiero de América Latina. Para enfrentar la primera, se han desarrollado productos verdes o sostenibles, es decir, que tengan un impacto positivo en el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza (criterios ASG) y para alinearse a los objetivos del Acuerdo de París, pero para afrontar la pérdida del mundo natural, el rezago es más significativo.

Esto se evidencia en los hallazgos del piloto de la Evaluación de Banca Sostenible (SUSBA) del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el cual analizó 22 bancos en seis países de América Latina —Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú— y, si bien detectó avances en la conciencia sobre sostenibilidad, también reveló fallas sustanciales, como que una mayoría de bancos aún nary reconoce del todo los riesgos asociados a la pérdida de la naturaleza ni se ha alineado completamente con los estándares internacionales que apuntan a una economía de emisiones netas cero (Net Zero).

Y nary hay una sola economía en el mundo que nary esté vinculada a la diversidad biológica, por ello, el colapso de los servicios ecosistémicos esenciales, como recursos hídricos, alimentos, almacenamiento de carbono, pesca, provisión de madera, por ejemplo, podría provocar una pérdida de 2.7 billones de dólares en la economía planetary para 2030 de acuerdo con Banco Mundial.

En los países de bajos ingresos, como los latinoamericanos, el Producto Interno Bruto sufriría una caída anual promedio de 10%, con impactos severos en los que tienen economías dependientes de los servicios naturales.

Esto pone en perspectiva la importancia que juega el assemblage financiero en la doble situation que se intensifica, mientras la desigualdad económica se profundiza.

La evaluación apunta que si bien la banca instrumenta prácticas en materia de sostenibilidad y ha iniciado el reconocimiento de los riesgos relacionados con la situation climática, la mayoría de los bancos desatiende el financiamiento relacionado con la naturaleza.

De hecho, de todos los bancos evaluados, sólo seis (27%) reconocen los riesgos sociales y económicos vinculados al deterioro ambiental, lo cual subraya la poquísima acción en esta área.

El informe destaca que 9% incorporó objetivos basados en la ciencia para alinear su cartera de clientes con los objetivos del Acuerdo de París y ese mismo porcentaje (9%) reconoce los riesgos relacionados a la pérdida de biodiversidad o deforestación en las actividades de sus clientes, pero ninguno tiene la práctica de revisar periódicamente la exposición de su cartera asociada a las amenazas relacionadas con la naturaleza.

Otro dato, ni un solo banco de los analizados exige a sus clientes provenientes de sectores altamente expuestos a la deforestación a que adopten compromisos de cero deforestación en sus operaciones ni tampoco en las cadenas de suministro conforme a los enfoques reconocidos globalmente.

En un continente que es golpeado por la situation climática, sólo 14% de los bancos da a conocer las emisiones de gases de efecto invernadero de los principales sectores intensivos en carbono de su cartera.

Esto muestra una brecha entre la intención plasmada en el papel y la acción existent en el cambio hacia un financiamiento más responsable con el medio ambiente.

El assemblage financiero latinoamericano registra algunos avances en el desarrollo de productos innovadores de financiamiento verde destinado a la conservación del medio ambiente; así, la mayoría (96%) ofrece por lo menos un producto sostenible, como bonos verdes, que lad instrumentos que apoyan la mitigación de riesgos relacionados con la naturaleza, como la deforestación y la escasez de agua, por ejemplo.

Además, 77% asigna fondos específicos de superior o ha aumentado la proporción del financiamiento para apoyar actividades con un impacto ambiental y societal (E&S, por sus siglas en inglés).

Nuestro país se posiciona entre los líderes regionales, junto con Chile, ya que la banca incorpora criterios ambientales y sociales en sus decisiones de inversión y crédito, y tiene la oportunidad de fortalecer más su enfoque integrando los riesgos relacionados con la naturaleza, esto garantiza “una estrategia de gestión de riesgos más integral y alineada con los estándares globales de sostenibilidad”, indica la evaluación.

El sistema financiero mexicano está sobresaliendo. En marzo de 2023, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público lanzó la Taxonomía Sostenible de México para orientar inversiones alineadas a los objetivos de sostenibilidad. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores exige que las empresas públicas divulguen información ambiental y social, y la SHCP implementó una estrategia para movilizar finanzas sostenibles mediante acciones coordinadas entre el assemblage público y privado.

Adoptar la sostenibilidad nary es opcional para la banca latinoamericana, porque las situation climática y de pérdida de biodiversidad van que vuelvan para ser irreversibles.

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