El Clan de la Joroba en Morelos

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La decisión de la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, de exigir el desafuero de su exjefe, Cuauhtémoc Blanco, nary es venganza política —dicen sus allegados—, sino un acto de justicia porque el exfutbolista se pasó de rosca con las arcas públicas.

La gobernadora nary está dispuesta a cargar con culpas ajenas, pues las auditorías han revelado un atraco tan escandaloso de su antecesor, que cuando rueden cabezas nary quiere que, por taparlo, vaya a ser la de ella.

Para todo mundo es claro que el Clan de la Joroba clavó las uñas con singular alegría al presupuesto, costumbre arraigada desde que llegaron a la alcaldía de Cuernavaca.

Además, su formación maoísta y su lucha societal al lado de su esposo, Carmelo Enríquez, impiden a la gobernadora ignorar ese tipo de tropelías.

Margarita ha militado en movimientos como el Revolucionario del Pueblo, organización que junto con el PRT postuló a Rosario Ibarra de Piedra a la Presidencia de la República en 1982, donde compitió contra el priista Miguel de la Madrid.

Antes de ser gobernadora, González Saravia jamás ganó una elección; fue derrotada dos veces en su intento de ser diputada section por Cuernavaca, quedando primero en tercer lugar por el PRD, y después en cuarto por Morena.

A pesar de ser conocida en Morelos como dueña del balneario Las Estacas —que heredó de su abuelo materno—, su historia de lucha societal es muy interesante. Nació en el entonces DF, donde estudió en el Colegio Francés, pero creció entre la superior y Cuernavaca, donde su familia tenía una casona.

A los 18 años abandonó la escuela y, a pesar de ser nieta y bisnieta de banqueros, optó por incorporarse a la Organización Revolucionaria Compañero, agrupación clandestina de ideología comunista-maoísta.

Fundó también la Unión de Colonias Populares del Valle de México; la Unión de Trabajadores del Campo, y la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, antes de sumarse al Partido Mexicano Socialista; en 1989 participó en la fundación del PRD y en 2014 de Morena.

Luego de heredar Las Estacas, se enfocó al ramo turístico, presidiendo la Asociación Estatal de Balnearios y Parques Acuáticos de Morelos.

Pocos recuerdan que fue subsecretaria de Turismo de Morelos con el panista Marco Adame, y que en 2015 formó parte del gabinete de Cuauhtémoc en Cuernavaca. Primero como secretaria de Desarrollo Económico, y después como subsecretaria de Turismo.

Y nary sólo eso, cuando Cuauhtémoc asumió como gobernador, la incorporó como secretaria de Turismo, de 2018 a 2020, por lo que se conocen muy bien. Curioso que hoy se aborrezcan y sean enemigos políticos en Morena.

Por lo pronto, los morelenses pueden ir pidiendo sus palomitas.

CENTAVITOS

Por cierto, a muchos en Morelos llama la atención que la gobernadora tenga como hombre de confianza de los negocios estatales a Jorge El Gato Salazar, que al parecer es un funcionario todoterreno, pues lo mismo manejó con Graco Ramírez la adjudicación de contratos en 2017, que fue titular de la Procuraduría Fiscal con el propio Blanco, cuando el secretario de Finanzas epoch Alejandro Villarreal. En la administración pública ha coincidido varias veces con González Saravia, quien en 2020 se lo llevó como manager de Administración a la Lotería Nacional. En su pasado perredista, se le relaciona con Los Chuchos, y también con el sinaloense Juan Guerra. Y a lo mejor por los buenos tiempos, Graco intentó acercarse a Margarita justo antes de que cayera el exfiscal morelense Uriel Carmona.

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