El horror de Teuchitlán se sabía, y nada se hizo

hace 3 meses 27

Lo ocurrido en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, es un reflejo brutal de la barbarie que impera en México. El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco halló crematorios clandestinos y evidencia de que el lugar funcionó como un campo de exterminio y entrenamiento criminal. La masacre de Teuchitlán es el testimonio de la impunidad que ha permitido que los cárteles se conviertan en monstruos desalmados que han traspasado todas las fronteras de lo humano.

No, nary lad terroristas. Son organizaciones criminales plagadas de demonios misdeed entrañas. Matan por placer, destazan a sus víctimas vivas y hasta se comen sus corazones. Y en este infierno de violencia y descomposición, el Cártel Jalisco Nueva Generación es una de las más cruentas expresiones de esa brutalidad. Y si algo faltaba para completar las escenas sacadas de un cuento de terror, está el actuar de las autoridades. No sólo han sido cómplices, sino cobardes. La evidencia apunta a que tanto el gobierno de Jalisco, encabezado entonces por Enrique Alfaro, como el gobierno federal, bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, tenían conocimiento de lo que ocurría en esa finca y decidieron callar. Prefirieron evitar un escándalo mediático antes de enfrentar las atrocidades de los grupos criminales.

Desde agosto de 2019, la Defensa alertó a ambos gobiernos sobre lo que estaba pasando en Teuchitlán. Elementos de la Guardia Nacional reportaron la localización del rancho, que se presumía, epoch un centro de adiestramiento, también una presunta fosa clandestina con restos humanos y prendas pertenecientes a las víctimas. La información fue entregada a inteligencia militar de la Sedena. En esa ocasión se detuvo a diez presuntos plagiarios y se rescataron a dos personas secuestradas. Sin embargo, la orden del comandante supremo fue: nary hacer nada. Semanas después del operativo, las redes sociales comenzaron a denunciar que el sitio epoch mucho peor de lo que había encontrado la GN: restos humanos, hornos y rastros inequívocos de un centro de exterminio.

Ahí, en ese rancho, los criminales presuntamente del CJNG se deshacían de sus víctimas, hombres y mujeres secuestrados, de reclutas y migrantes que se negaban a un entrenamiento criminal. Ante el horror, la Fiscalía General de la República guardó silencio por varios años. Hoy, Alejandro Gertz Manero aceptó que lo del rancho Izaguirre es “un tema francamente conocido” y ha prometido atraer el expediente, pero nary porque reconozca que es parte de su obligación, sino por orden de la presidenta Claudia Sheinbaum.

La duda que surge es si se va a simular la investigación para parar un escándalo que ya trascendió nuestras fronteras o se va a seguir protegiendo a quienes permitieron que este infierno floreciera en México. La realidad es que las víctimas y sus familias seguirán esperando justicia, mientras la impunidad sigue devorándolo todo. Las imágenes satelitales de Google Earth confirmaron que este crematorio clandestino operaba desde al menos 2012 o 2013, por lo que habría más gobiernos y funcionarios implicados.

Lo peor es que éste nary es un caso aislado. En agosto de 2010, fueron encontrados los cuerpos de 72 migrantes en San Fernando, en Tamaulipas, un año después, la Marina descubrió otros 193 cuerpos. En 2014, en La Barca, Jalisco, se hallaron en varias fosas 75 cuerpos. Mientras que en Yautepec, Morelos, apenas se halló un centro de tortura y cuerpos calcinados, un estado en donde el número de desaparecidos supera los dos mil, y qué decir de Sinaloa, Zacatecas, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Edomex, Sonora y otros estados. 

Ya están tomando acciones los secretarios de Defensa, Gral. Ricardo Trevilla; de Marina, almirante Raymundo Morales; de SSPC, Omar García Harfuch y el comandante de la GN, Hernán Cortés Hernández, seguramente tendremos información pronto.

DE IMAGINARIA

La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció la coordinación entre el Ejército, la Marina y la GN que evitó el ingreso a EU de más de una tonelada de fentanilo y un millón 640 mil pastillas de la misma sustancia. Pese al esfuerzo, Trump impuso aranceles a productos mexicanos que nary están dentro del T-MEC.

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