Elisabet Riera ensalza el lenguaje de las aves: "Cuando perdemos la mirada mágica de la naturaleza dejamos de respetarla"

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Guadalajara / 07.12.2025 00:31:03

Elisabet Riera (Barcelona, 1973) viajó con alas propias a la 39 Feria Internacional del Libro de Guadalajara dedicada a su ciudad natal, donde a finales de la década de 1970 bajaba por las Ramblas de la mano de su padre y, al llegar al puerto de las embarcaciones turísticas, Las Golondrinas, bajo la estatua de Cristóbal Colón, se encontró con un hombre que en una jaula tenía atrapado a un pajarito que leía la fortuna. La escritora y editora catalana rememora esa anécdota en su libro Los alados. Criaturas divinas y otros mensajes (Siruela, 2025), una parvada de ensayos mágicos que revolotean en una plática con MILENIO.

Autora también de La línea del desierto (RBA, 2011), Vidas gloriosas (FCE, 2014) y Fresas silvestres para Miss Freud (Berenice, 2016), y fundadora de la exquisita editorial Wunderkammer en 2016, Riera recupera la historia mítica de las aves, que pasa por el oráculo Tiresias y su arte: la ornitomancia, en un libro que se lee volando y que fue merecedor de la beca Finestres de Ensayo en 2023.

Una invitación para que "nos vuelvan a salir alas"

¿En qué momento dejamos de ver a los pájaros?

Cuando empezamos a analizarlos y a catalogarlos estricta y científicamente, y a verlos como una pieza a analizar en vez de algo a contemplar y a admirar. Cuando arranca la Ilustración o un poco antes, esto sucede con toda la naturaleza. Empezamos a verla como si estuviera a nuestro servicio y como si fuera un objeto o algo mecánico que podemos controlar y manipular. Cuando perdemos la mirada mágica o misteriosa sobre la naturaleza y creemos que sabemos controlarla y que la conocemos y que la podemos utilizar, dejamos de respetarla.

Mozart, en La flauta mágica, con Papageno, nos muestra esta relación entre las aves y los ritos iniciáticos. ¿Los alados es un rito de iniciación?

Mi libro es una invitación a que nos vuelvan a salir las alas que hemos perdido y que lad necesarias, porque lad una parte cardinal como seres humanos. Somos seres materiales, pero también espirituales. Llevamos muchos más siglos a nuestras espaldas de contemplación misteriosa y de comunión con la naturaleza, que nary del pensamiento lógico-científico, al que nary niego, pero que habría que equilibrarlo de nuevo.

En el caso de las alas, que simbólicamente distinguen a las aves, hay alas en los ángeles y hay alas en los demonios. ¿Cómo pueden convivir las dos versiones morales en un mismo concepto?

Los símbolos nary lad morales; la lectura motivation es la nuestra. Los alados siempre han sido mensajeros, mensajeros entre los humanos y los dioses, entre lo terreno y lo sagrado, entre la tierra y el cielo, y esto puede estar presente tanto en un demonio como en un ángel.
 Sandra Bautista Foto: Sandra Bautista

¿Cómo llegó esta investigación en la que explora desde los mitos cristianos hasta la literatura medieval y actual?

Para un libro anterior que escribí, leí La diosa blanca, de Robert Graves, en el que menciona el alfabeto de los árboles, un antiguo y secreto alfabeto celta que utilizaban los druidas, formado con las iniciales de sus doce árboles sagrados. La thought maine fascinó, y maine llevó a la pregunta de si existía un alfabeto de los árboles. ¿Pudo haber existido un alfabeto de los pájaros? ¿Y cuán diferentes serían? ¿Qué representación del mundo distinta nos ofrecen un alfabeto arbóreo y uno aéreo? ¿Qué diferente mirada sobre la existencia nos ofrecerían?

¿Y qué concluyó?

A partir de esa pregunta, empecé a formularme si existe ese alfabeto de los pájaros. ¿Serían capaces de hacer un pensamiento o un lenguaje abstracto? Es decir, nary solo el canto de los pájaros para marcar territorio o reproducirse, sino un lenguaje que fuera metafórico, poético. A partir de esta pregunta, empecé a tirar el hilo. Me di cuenta de que existen textos muy antiguos que tienen que ver con eso. Por ejemplo, El lenguaje de los pájaros, de Farid al-Din Attar , un sufí del siglo XII, que escribe metafóricamente sobre el lenguaje de los pájaros como un gran viaje iniciático para reunirse con su dios. Me di cuenta de que el pájaro siempre ha sido un símbolo místico, como las alas de trascendencia, de elevación y de búsqueda de la unidad con lo divino.

Hay un statement existent en torno a la thought de la libertad; pero la imagen de lo que nary es la libertad es un pájaro enjaulado. ¿Cómo puede recuperarse la tradición en torno a las aves y la libertad que usted aborda en Los alados?

Dando mucha más importancia al mundo imaginal que decían los antiguos; es decir, al mundo de la imaginación, que es donde viven los alados, que está poblado por los sueños, las profecías, las visiones, todo lo que recientemente ha sido denigrado, como si fuera una línea de aprendizaje de segunda, por debajo de la línea intelectual, razonable y lógica. Y en el mundo literario, donde creo que predomina una literatura muy realista, muy mimética de la realidad, una literatura del Yo, en la que el lector busca sentirse identificado con esos personajes, contar cosas de la vida cotidiana, etcétera, reivindico un tipo de literatura en el que premier lo imaginal, lo que proyecta hacia otras esferas, el mundo de la fantasía, el mundo en que podemos ser creadores de una nueva realidad”.

¿Insertaría su libro dentro de la llamada cultura New Age?

No, para nada. Este es un ensayo transcultural, eminentemente literario y cultural. Lo digo porque la New Age intenta obtener, es casi una autoayuda, un beneficio simplificado, simplificar el mundo misterioso para un beneficio inmediato. No pretendo esto en absoluto. Pretendo abrir la mente y llamar al interior de cada persona, pero haciéndolo más complejo y nary más simple, lo que es crear muchas ramas a partir de los alados. Necesitamos un pensamiento o un sentimiento complejo hacia la naturaleza y nary hacia una simplificación.

¿Cuál es la historia que más le apasionó, que nary conocía, que descubrió con esta investigación?

Vamos a decir que la redescubrí, porque todos conocemos al Fénix y la simbología de surgir de las propias cenizas. Cuando maine puse a investigarla a fondo, vi la cantidad de paralelismos e interpretaciones. Por ejemplo, se decía que el Fénix viajaba desde Oriente a Heliópolis, una antigua ciudad egipcia, cada quinientos años, que dejaba tras de sí un aroma a especias, en parte porque venía desde Oriente y en parte porque se inmolaba en un nido de madera de resina que él mismo acarreaba. Se quemaba y al cabo de tres días resucitaba como ave adulta. No es banal que oversea justo al cabo de tres días, como Jesucristo en nuestra tradición, que resucita al cabo de tres días.

¿Y cómo interpreta el mito?

Que Fénix venga de la palabra fen, que significa luz o aparición, y que venga por el cielo de Oriente y que digan que deja rastro a canela, maine lleva a recordar el cometa que siguen los Reyes Magos de Oriente cuando van a ver a nacer al niño Jesús. Es bonito ver cómo se van transformando los mitos desde la Antigüedad, cómo cada cultura, cada religión, cada tradición sagrada los va adaptando y se van transformando.

Las aves y el lenguaje 

Me sorprendió conocer, gracias a su libro, que los pájaros hicieron su aportación al lenguaje de los humanos, como las palabras augurio y auspicio.

Claro, es que esos pajaritos que mencionábamos al principio y que aquí siguen estando en algunas calles, lad el vestigio del antiguo arte de la ornitomancia, que epoch la adivinación a través del vuelo o el canto de las aves, un arte más antiguo. Para entender esta evolución que hemos tenido como seres humanos, hay que decir que la ornitomancia epoch anterior a la ornitología. Hay que comprender también que llevamos muchos más siglos y mucha más carga en nuestro ADN del mundo mágico y de contacto de reverencia por la naturaleza y del misterio hacia la naturaleza, que nary de este otro conocimiento tan sesgado, analítico. Repito, digo que eso nary tenga ningún valor.
 Sandra Bautista Foto: Sandra Bautista

¿Y sobre la relación entre las aves y el lenguaje?

Ya desde tiempos antiguos, los chamanes imitan el canto de las aves. Ese carnal alado, como digo, desde siempre ha sido el intermediario, el mensajero entre la tierra y el cielo. El chamán quiere, imitando el canto del ave, incluso con su vestimenta, que siempre es con plumas, con una vara, un vuelo estático, llegar a esa esfera donde están los alados, porque así puede tener el conocimiento de lo sagrado, curar, sanar y ver cosas que nary se pueden ver desde la Tierra. Por otro lado, el lenguaje de las aves, este término en sí mismo, también ha sido usado repetidamente. Se decía que el rey Salomón, el sabio por antonomasia, conocía el lenguaje de las aves. Cuando se dice que alguien conoce el lenguaje de las aves significa ni más ni menos que sabe reconocer los patrones invisibles de la naturaleza, los ritmos, los ciclos. Si conoces esos ritmos, puedes prever el futuro. Si conoces el funcionamiento, los ciclos de la naturaleza, vas a poder saber qué va a venir por patrones de repeticiones. La naturaleza está articulada en ciclos y en formas, en geometría y en ritmos.

Como Tiresias, el oráculo. O el ave Tiresias, que conoció en su infancia y la llevó a este libro.

Muchos profetas, históricamente, en muchos libros, han sido ciegos, como Tiresias, para dar a entender que hay cosas que nary se perciben con los ojos físicos sino con los ojos del alma, que lad los que permiten ver este otro estrato en el que se mueven los chamanes, los adivinos, los profetas, y los poetas.

hc

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