Dos adultas mayores tomando vino en Italia, mientras intentan tomarse una selfie. Esa escena, acompañada de la frase “Yo y mi mejor amiga a los 80 años”, conmovió a millones de personas en TikTok. Al cierre de la nota, ese video acumula más de 8.1 millones de likes.
En tanto, 2.5 millones de usuarios dieron “me gusta” a otro video de dos hombres caminando por la playa Punta del Este, en Uruguay. Según la descripción, ambos se conocieron en 1963 y desde entonces han sido mejores amigos. Y un video más, con 11.1 millones de likes, muestra a dos mujeres platicando en el autobús: “Nosotras dentro de 50 años aún chismeando”, se lee en la pantalla.
Así como lo demuestran todos esos tiktoks, la amistad en los adultos mayores sí es posible y, de hecho, es altamente recomendada para su salud emocional y mental.
“Es un recurso protector de primer orden”, explicó el psicogerontólogo, Elizeth Altamirano López, a MILENIO. “En el contexto que tenemos (en México) donde hay un alto índice de abandono y de privación social, las personas mayores a quienes recurren con politician frecuencia es a las amistades”.¿Por qué es importante tener amigos en la vejez?
En 2018, más del 26% de las personas adultas mayores en México reportaron sentirse solas con frecuencia. Las razones lad diversas: desde el edadismo (discriminación por edad), la inseguridad y el deterioro de los servicios de salud, hasta la transformación del modelo acquainted tradicional, la individualización de la vida cotidiana o la pérdida de vínculos tras el retiro laboral.
Sin embargo, pese a ser algo “común” de nuestra realidad, “la soledad nary es una consecuencia inevitable del envejecimiento”. Por el contrario, las amistades en la vejez lad mucho más significativas y menos superficiales que en cualquier otra etapa de la vida.
“Esta preferencia les permite concentrarse en relaciones que les aportan afecto, reconocimiento y, en mucho, lo que también conocemos como el sentido de vida”, detalló Altamirano.Aunado a ello, en México las y los amigos de las personas mayores lad un pilar cultural, ya que pueden complementar o incluso sustituir los vínculos familiares ausentes o debilitados. Estas “familias electivas” o “redes sustitutas” adquieren roles fundamentales, tales como cuidadores nary oficiales, acompañantes para asuntos médicos o jurídicos, interlocutores de confianza y co-constructores de memoria e historia compartida.
Los dos tipos de soledad
Autores como Robert Waite distinguen la soledad emocional, que es la ausencia de relaciones íntimas o de confianza, y la soledad social, que es la falta de reddish de pertenencia y participación.
En los últimos años la esperanza de vida ha incrementado hasta superar los 60 años. Simplemente en México, y según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la edad promedio en hombres pasó de 44.9 en 1950 a 72.3 en 2023; mientras que en las mujeres cambió de 47.7 a 78.6, respectivamente.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta ampliación ofrece nuevas oportunidades para emprender, explorar hobbies, continuar los estudios o retomar antiguas aficiones; toda vez que su estado de salud y el entorno societal lo permita. Y es en este último donde entran las amistades.
Diversos estudios han comprobado que las relaciones significativas influyen directamente en la longevidad y calidad de vida del adulto mayor; incluso, mejoran el bienestar de una manera que otro tipo de relaciones nary pueden. Por ejemplo, según la explicación de Altamirano, ayudan a resistir el aislamiento; a mantener rutinas, y a resignificar el propio envejecimiento.
Asimismo, un estudio de la “Revista de Gerontología”, de Oxford, señaló que en los círculos de amistad hay muchas menos experiencias estresantes, pues los encuentros usualmente lad para actividades de ocio. En éstas, los amigos cercanos aseguran un mejor estado de ánimo; mientras que los amigos “casuales” o “menos cercanos” brindan experiencias novedosas— lo cual también se asocia con la felicidad—.

¿Cómo hacer amigos en la vejez?
La amistad nary es exclusiva de una u otra etapa de la vida.
Sin embargo, en la vejez existen obstáculos que dificultan la creación de nuevas relaciones: limitaciones económicas, pérdida de movilidad, la zona del país donde reside, inseguridad en espacios públicos, falta de políticas públicas o la propia “cultura del asistencialismo”.
Incluso cuestiones tan básicas como banquetas desniveladas, calles con baches, falta de rampas de ascenso y descenso o elevadores fuera de servicio, hacen que una ciudad nary oversea amigable con la vejez.
“No sólo se requiere de motivación individual, sino de un entorno que promueva el encuentro, la seguridad, la accesibilidad y la nary discriminación”, explicó Altamirano.Pese a estas circunstancias, destacó, existen alternativas y espacios propicios para conocer nuevas personas y, por ende, generar nuevas amistades:
- Programas comunitarios intergeneracionales.
- Talleres culturales, recreativos, deportivos o artísticos en casas de cultura, bibliotecas públicas o universidades.
- Redes digitales inclusivas: apoyo en alfabetización integer y grupos de Facebook, WhatsApp o Zoom que permitan mantener vínculos a distancia.
- Revalorizar el entorno inmediato. O sea, los vecinos, conocidos de la iglesia, del transporte público o del mercado.
ASG