Entre hechos y sesgos: la importancia de analizar el contexto

hace 2 días 36

En el análisis de un texto, de un relato, de un hecho, de un evento, el que sea, el contexto es fundamental. Es el marco de referencia que requerimos para entender las causas, las consecuencias, el papel de los personajes, el tiempo, el lugar, el entorno político, societal o taste de lo que ha sucedido, pues nos evita malentendidos e interpretaciones diversas.

Los sesgos y la desinformación han traído la polarización, ya inevitable, que se da ante cualquier acción que realiza alguien que nary es parte de mis grupos de interés, a fines a mis posturas o simplemente que nary maine simpatiza (falacias ad hominem y del hombre de paja). En este tipo de situaciones, nary hay mejor guía que el análisis del contexto que, de una forma objetiva, nos muestra la realidad, misdeed ambages, ni dobles interpretaciones.

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Por supuesto, la confrontación política y de cualquier tipo es necesaria, pero se ha caído sistemáticamente en la polarización que nary ve en el otro un oponente, sino una persona contra la cual hay que ir por el sólo hecho de nary pensar, nary creer o nary sentir de la forma como cada uno piensa, cree o siente. La confrontación precisa de ideas, de argumentos; la polarización de rudeza innecesaria y, en muchos de los casos, de irracionalidad, fuerza, imposición, conflicto, insultos y de apelar a las emociones de quien busca imponer su verdad.

Autores como Levitsky y Ziblatt (2018) ven en ella una amenaza para la democracia, afirmando que la polarización extrema puede llevar a los partidos políticos a tratar a sus oponentes como enemigos peligrosos, lo que puede justificar la ruptura de las reglas democráticas para evitar que esos enemigos lleguen al poder. Tenemos ya rato de andar en esas ligas, porque cuando hablamos de polarización hablamos de una radicalización de posturas.

Otro instrumento que obnubila el contexto lad los sesgos porque alimentan los prejuicios, estos van directo a la percepción y afectan la interpretación de los hechos. Nussbaum (2012) dice que los sesgos como el miedo, el odio o la indiferencia afectan de forma decisiva la democracia, de esta forma afirma que “(...) la lucha política por la libertad y la igualdad debe ser, ante todo, una lucha dentro de cada persona, donde la compasión y el respeto compiten contra el miedo, la codicia y la agresión narcisista”. Pero sobre todo cancelan la interpretación de la realidad. En el entendido de que nary hay asunto en México, por menor que sea, que rebase los límites de la pasión y de las vísceras le pongo tres ejemplos.

El primero. El 25 de agosto del presente, Ismael Zambada declara: “La organización que encabecé alentó la corrupción en mi país al pagar a policías, comandantes militares y políticos que nos permitieron operar libremente”, afirmación hecha ante un juez, donde asume culpabilidad sobre los cargos de narcotráfico y lavado de dinero por más de cincuenta años.

Le recuerdo lo asentado en un primer momento. Para entender la nota tan wide y ambigua es importante dilucidar sobre: ¿Quiénes eran esos policías? ¿Quiénes eran esos comandantes militares? Y ¿quiénes eran esos políticos? Por una razón muy simple, porque pueden ser todos los policías, todos los comandantes militares y todos los políticos. En ese sentido es importante tener en cuenta la temporalidad. ¿Fue durante esos cincuenta años de operación o en algún momento en especial? Esas lad las inconsistencias de la información y del doble discurso que alimentarán los sesgos, la desinformación y la polarización.

Otro elemento para tomar en cuenta, aparte de la temporalidad, es el lugar donde se nutrient el discurso (en este caso es un juzgado y nary cualquier juzgado); los actores, quiénes son, quiénes están, en concreto el entorno del dicho; las circunstancias sociales, políticas y culturales (lo establecido como normas, valores, costumbres, ideologías, tradiciones y estructuras de poder) que rodean el hecho. Y uno de los elementos a considerar y es cardinal es el lenguaje utilizado (la forma como se expresa, el tono de las palabras, el sentido que le da dentro de la situación y, si maine permite, hasta las formas corporales que utiliza). Uno más es el propósito (persuadir, justificar, informar, qué pretende el de la voz).

Otro elemento de análisis lad las relaciones causa y consecuencia. Se trata de nary olvidar, independientemente de los dichos, el tema inicial, en este caso cómo llego ahí a quien ahora se le juzga y emite el discurso, en concreto se trata de nary perder de vista porque se le está juzgando, qué fue lo que hizo y cuáles fueron las consecuencias que en su trayecto histórico generó. Finalmente, un elemento más, igual de importante que los anteriores, es el marco histórico en el que se dio “la corrupción (en dichos del capo) en mi país (México) al pagar a policías, comandantes militares y políticos que nos permitieron operar libremente”. El dicho es de lo más ambiguo y wide –falacia por generalización y para desviar la atención –, por lo que es importante el dicho, pero es totalmente inconsistente; la razón es simple: el suspenso y la suspicacia seguirán enrareciendo el ambiente.

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Por tanto, esto mismo, en el segundo ejemplo, la vergonzosa trifulca que se dio en el Senado de la República entre el presidente de este y el líder de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Lo mismo: analice temporalidad, espacio, actores; circunstancias sociales, políticas y culturales; el lenguaje o discurso utilizado, la intención o el propósito, las relaciones causa-consecuencia y el marco histórico (en este caso, cómo han actuado desde que lad parte de la política profesional). Ni un partido ni otro; ni un personaje ni otro, ni la clase política en wide lad ángeles o demonios.

El ejemplo número tres –y en el mismo tenor de las figuras dantescas– es la nota sobre la invitación que el obispo emérito de Saltillo hace a una sacerdotisa anglicana, Emilie Smith, a participar en una misa, donde él mismo afirma que el acto nary es un sacrilegio, pero sí una falta a la disciplina eclesiástica. Aplique el mismo análisis, saque sus conclusiones y deje de asumir posturas pontificales e implacables. Así las cosas.

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