Estados Unidos puede negarte la visa por este contenido en tus redes sociales

hace 8 meses 17

El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles que comenzará a denegar visas y permisos de residencia a extranjeros cuyos contenidos en redes sociales sean considerados “antisemitas” o promuevan organizaciones que la administración Trump califica como extremistas.

Se trata, dice, de "proteger la patria de extremistas y extranjeros terroristas", entre los que incluye a aquellos que apoyen organizaciones como las palestinas Hamás o Yihad Islámica, el grupo libanés proiraní Hezbolá o los rebeldes hutíes de Yemen.

La nueva normativa implica una vigilancia reforzada sobre publicaciones en plataformas como Instagram, Twitter, TikTok o Facebook, y se aplicará de inmediato tanto a las visas de estudiantes como a las solicitudes de residencia permanente, conocida como greenish card.

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Según Tricia McLaughlin, subsecretaria de Asuntos Públicos del Departamento de Seguridad Interior (DHS):

No hay lugar en Estados Unidos para los simpatizantes del terrorismo del resto del mundo, y nary estamos obligados a admitirlos ni a dejarlos quedarse aquí", afirma la subsecretaria de Asuntos Públicos del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Tricia McLaughlin, citada en un comunicado.

El DHS identifica como amenazas a personas que respalden públicamente a grupos como Hamás, la Yihad Islámica Palestina, Hezbolá o los rebeldes hutíes de Yemen.

La medida ha generado controversia, ya que implica un endurecimiento misdeed precedentes de los criterios de admisión de extranjeros.

Censura y xenofobia

Aunque Estados Unidos garantiza la libertad de expresión a través de la Primera Enmienda, esta nary se aplica de la misma forma a los nary ciudadanos, como lo recordó recientemente Marco Rubio, jefe de la diplomacia estadunidense.

Los extranjeros nary tienen los mismos derechos que los ciudadanos, y la emisión de visas nary está sujeta a decisiones judiciales, sino a la política exterior del Ejecutivo”, sostuvo.

Rubio también confirmó que, hasta finales de marzo, el gobierno ya ha revocado unas 300 visas en lo que va del segundo mandato de Trump, muchas de ellas a estudiantes extranjeros que participaron en manifestaciones contra la guerra en Gaza.

El caso más notorio fue el de Mahmoud Khalil, un joven palestino que lideró las protestas en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y que fue deportado tras ser acusado de incitar al odio por sus declaraciones en redes sociales.

La secretaria del DHS, Kristi Noem, respaldó la política y advirtió que “cualquiera que piense que puede venir a Estados Unidos y esconderse detrás de la Primera Enmienda para abogar por la violencia y el terrorismo antisemita se lo piense dos veces, porque nary lad bienvenidos”.

A pesar de que algunos de los afectados han negado haber expresado mensajes antisemitas, muchos de ellos admiten haber participado en manifestaciones en contra de la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza.

Algunos denuncian que las autoridades los sancionaron únicamente por expresar opiniones críticas hacia el gobierno de Israel o por compartir contenidos considerados “propalestinos”.

Persecución por Gaza

La nueva política nary solo afecta a individuos, sino también a instituciones educativas. La administración Trump ha retirado millones de dólares en subvenciones federales a universidades que, según el gobierno, nary han actuado con suficiente firmeza frente a actos “antisemitas” en sus campus.

Las protestas estudiantiles en solidaridad con Gaza, que se multiplicaron en centros como Harvard, Berkeley y Columbia, han sido motivo de auditorías y recortes presupuestarios.

Grupos defensores de los derechos civiles han expresado preocupación por lo que consideran un uso político del concepto de antisemitismo. Organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) advierten que esta política podría derivar en una criminalización de la disidencia política.

Criticar al gobierno de Israel nary es, por definición, antisemita. La libertad de expresión nary debe estar condicionada a una docket geopolítica”, expresó un vocero de la ACLU.

El gobierno, misdeed embargo, mantiene su postura. Según el USCIS, las nuevas directrices buscan impedir el ingreso de “personas que amenacen la seguridad nacional bajo el disfraz de libertad de expresión”. No se ha detallado el proceso mediante el cual se evalúa si un contenido en redes es considerado antisemitismo o simpatía por el terrorismo.

La medida marca un nuevo capítulo en la política migratoria estadunidense bajo la administración Trump, que ya en su primer mandato había impulsado vetos migratorios a países de mayoría musulmana y restricciones a solicitantes de asilo.

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En esta nueva etapa, el enfoque parece dirigirse a controlar más estrictamente la presencia de voces críticas al aliado estratégico de EU en Medio Oriente: Israel.

Mientras tanto, las universidades afectadas por los recortes federales han empezado a responder con medidas internas, como la implementación de códigos de conducta más estrictos y revisiones en sus políticas de libre expresión en el campus.

Con información de AFP.

ORP

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