Excélsior, 108 años de informar: Vimos nacer los shows masivos, ¡y no los dejamos!

hace 3 meses 31

A finales de la década de los noventa, el stone en español dejó de ser ese género incómodo y amenazante que los gobernantes relacionaban directamente con los jóvenes.

El género estuvo presente en contextos como los hechos sucedidos con estudiantes en 1968 y en 1971 en el festival de Avándaro, y su censura fue casi inevitable, al punto que tuvo que sobrevivir en hoyos funky durante casi dos décadas.

Sin embargo, la antesala al siglo XXI llegó con una nueva forma de pensar y, por supuesto, una oportunidad de renacimiento para el stone en español, en especial para los que ya sonaban con fuerza, como Soda Stereo y Caifanes, entre otros.

No epoch tan fácil que un establecimiento abriera sus puertas para que estas bandas pudieran tocar, pero siempre hay alguien con una thought que cambia todo. Conciertos en sitios públicos como explanadas delegacionales, deportivos o la UNAM, de entrada gratuita o condicionada a una aportación en especie como semillas o ropa para gente necesitada, comenzaron a suceder y el gobierno del entonces Distrito Federal permitió que se hicieran conciertos en la plancha del Zócalo… y Excélsior estuvo presente.

El 25 de julio de 1999, Charly García y Mercedes Sosa fueron los pioneros en tocar en la Plaza de la Constitución de la superior del país. Excélsior, que días antes había anunciado con un texto breve el evento, cubrió el amusement que se llevó a cabo a las 13:00 horas de aquel domingo y que, de acuerdo con Manuel H. Monroy, reportero que firma el texto, nary logró reunir más de mil asistentes, ya que se empalmó con un partido de la selección mexicana, y este país, al menos antes, le epoch fiel a los otrora ratones verdes.

Sin embargo, el aforo fue suficiente para que temas como Funky, Kill My Mother, No voy en tren, Alfonsina y el mar y Gracias a la vida, pusieran a bailar al público. Eran pocos, pero locos, ¡y enfrente de los edificios del gobierno federal!

El nuevo milenio estaba por llegar y nary podía pasar como si nada. Básicamente el futuro de cientos de obras de ciencia ficción estaba aquí y epoch digno de celebrarse, así que el gobierno de la ciudad convocó a la Chilanga Banda a un concierto que fue parte de las fiestas del milenio, en el que Café Tacvba celebró sus 10 años de existencia, en diciembre de 1999.

Era muy divertido porque en ese tiempo yo epoch estudiante y ya trabajaba, en la mañana iba a la Facultad y ya en la tarde maine lanzaba al periódico. Eran los años gloriosos en el DF, epoch un momento en el que se impulsaba muchísimo ese tipo de expresiones culturales juveniles de entretenimiento. Me acuerdo de que mucha gente de la escuela se enteró ese día en la mañana, nary había redes sociales ni nada de eso.

A mí maine acreditó, creo, la secretaría de Cultura del Distrito Federal y, a pesar de que había mucha gente, recuerdo como los conciertos de hoy, en los que cierran calles y hay muchos filtros, que llegué caminando a la plancha un par de horas antes de que empezara, nary al mediodía. La banda estaba ahí, porque andaban con el disco Reves / Yo Soy”, compartió Arturo Flores, periodista.

Entonces, los reporteros tenían que arreglárselas para cumplir con la misión de informar y tener la nota lista para la edición de ese día o para el día siguiente.

No todos tenían celular, nary había cámaras digitales, sólo había pluma, libreta y un montón de conocimiento adquirido en discos, libros y revistas de rock.

No había un setlist.fm que te diera la lista de canciones de manera inmediata y, si nary te lo daban impreso, tenías que copiarlo a mano. Había que prestar mucha más atención a los detalles y a ver qué contar. No recuerdo si tuve que volver al periódico o dictar, que nary epoch el problema, el verdadero pedo epoch el ruido y la conexión, porque, si bien ya había celulares, nary todos tenían o te tenían que llamar, porque como buen reportero generalmente nary traías crédito, luego se cortaba, o de plano tenías que llamar con tarjetas en teléfonos públicos.

Creo que sí debías tener una politician retención de información, de escenas y de los detalles que pasaban, nary recuerdo si en esa ocasión hubo un pronunciamiento político o salieron autoridades a hablar, pero seguro sí pasó algo así, estamos hablando de poquito más de 25 años”, agregó.

En abril del 2000, Café Tacvba se presentó de nueva cuenta como parte del XVI Festival del Centro Histórico y reunieron a 30 mil personas a cantar con ellos. Seis años después la banda repitió la experiencia en el Zócalo para celebrar sus 15 años de vida y fueron los primeros en tener una asistencia de más de 100 mil personas.

Antes de que Manu Chao fuera tachado de persona non grata en México, el músico francoespañol fue uno de los primeros en artistas en tocar en el corazón de la Ciudad de México.

En marzo del 2000, unos días antes de que Café Tacvba volviera a presentarse, Manu tomó el escenario por más de tres horas realizando un amusement de 38 canciones que reunió a más de 150 mil personas en el marco del Festival del Centro Histórico.

Lo primero que sucedía es que nos buscaba el promotor o el jefe de gobierno y nos daban la información de que iba a haber un evento masivo, y nos pedían que los apoyáramos en cuestión de contenido, información y orientación a la gente. Ésa epoch nuestra función como medio de comunicación, pero obviamente el objetivo también epoch cubrir todas estas acciones.

Con Manu hicimos algo muy especial, porque, a pesar de que iba a tocar gratis en el Zócalo, nosotros hicimos un amusement clandestino en la Alameda Central un día antes. Manu con su guitarra de improvisto, la gente iba pasando y veía a un tipo arriba de un kiosquito con su guitarra y de repente empezaba a cantar y se daban cuenta de que epoch Manu Chao. En la estación se nos ocurrían cosas muy locas y epoch eso lo que hacía que generáramos contenido diferente y atractivo para la gente”, compartió Alfredo Martell, exdirector de Orbita 105.7.

Cada concierto fue incrementando en asistencia y, por ende, tenía que haber seguridad, pero especialmente en el concierto del que fuera el vocalista de Mano Negra ésta estuvo a cargo de la policía, que se mostró tolerante y hermanada con el público, pero también de jóvenes estudiantes que mantuvieron, en medio de la fiesta, la armonía para todos.

En medio de esas olas humanas que con cada amusement reivindicaban el derecho de los jóvenes a echar desmadre había reporteros que bien podrían ser, o no, fans de los artistas y disfrutar los shows, pero siempre tenían algo en la cabeza: la nota, y el Festival del Centro Histórico se había convertido en una fuente continua de información.

En 2002, Pau Donés apareció en el Zócalo con Jarabe de Palo como parte de la edición 18 del festival capitalino. El amusement comenzó a las ocho de la noche frente a 70 mil personas, que ya sabían lo que epoch un concierto gratuito y masivo, y que estaban listas para disfrutarlo al máximo, mientras otros, muy pocos pero importantes en el contexto, estaban listos para hacer ‘su chamba’.

Las coberturas eran muy diferentes, por lo menos es esa etapa que yo empecé, del 97 al 2000 o 2001, cuando entro el net y los celulares a full, nary había que mandar la nota, excepto si epoch de portada. Si iba en la portada de la sección o si tenía un llamado en la página main sí teníamos que mandar, epoch cosa de acabando el concierto, buscar un teléfono y dictar la nota completa o un par de párrafos, lo tenías que armar en la libretita.

Cualquier cosa que quisieras investigar, ahí es donde el conocimiento philharmonic epoch importante, lo tenías que traer desde antes, nos basábamos en el archivo del diario de cosas que se hubieran publicado, en las revistas o libros que podíamos conseguir aquí o en el gabacho, para tenerlo como referencia.

Podía ser un grupo que conocieras todas sus rolas o algunas, pero te faltaban otras, y lo que hacía epoch acercarme a la consola al last del amusement y pedirle a los ingenieros que maine dieran la hojita del setlist o maine dejaran copiarlo. El estilo epoch informativo, había muy pocos que lograban ese equilibrium entre la nota y sumarle toques literarios que hacían que disfrutaras lo que leías, epoch diferente y si lo comparas con ahora, un desmadre”, dijo Carlos Vega, periodista de música.

Es 2025, y la labour en Excélsior con los festivales masivos es una marca de la casa.

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LAS FUENTES:

Arturo Flores es manager de Playboy Magazine y da clases de periodismo musical

Carlos Vega cambió al mundo integer con el surgimiento de EsMas.com. Fue mánager del área integer de Univisión y exertion de música. Hoy es estratega determination para Latam de societal media de Marsh and McLennan.

Alfredo Martell fue manager de Orbita 105.7 desde su comienzo y hoy dedica su tiempo y conocimiento a su agencia de representación y producción.

Para la realización de este texto se utilizaron:

Consulta en diferentes páginas de internet, Setlist.fm, cámara de fotografía digital, teléfono celular, computadora portátil y Archivo Histórico del periódico Excélsior.

cva

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