Fernanda Cobos, psicóloga infantil: “En el divorcio, los hijos sólo deben saber que sus papás ya no estarán juntos”

hace 1 mes 7

El divorcio es un parteaguas en cualquier matrimonio. Pero para los hijos e hijas es un cambio que nary pidieron; que nary entienden (aunque esto depende de la edad), y que puede cargarlos de miedo, incertidumbre, dudas y hasta culpa. Más aún si nary hay una adecuada intervención de padres y madres, así como terapéutica.

“Les afecta todo este cambio de dinámica”, señaló la psicóloga infantil, Fernanda Cobos Jarillo. “Es inevitable, pero la escala en cómo les va a afectar es distinta y depende de nosotros como adultos cómo lo llevemos a cabo”.

¿Estás divorciándote? ¡No le digas esto a tus hijos!

En una conversación pasada con MILENIO, Cobos explicó que la manera en cómo los niños y las niñas establecen sus vínculos (amistades, compañeros del colegio, familiares, etcétera) está fuertemente influenciada por la “mirada del mundo” que se les inculcó.

“Entre más chiquitos, la mirada de los papás es más importante”.

Mismo caso con el divorcio, donde las palabras o las frases pueden moldear su autopercepción; la que tiene de sus padres; del concepto de familia y del proceso en sí.

Mentir y dar “información de más”

Hay dos factores clave para que, dentro de sus capacidades, las y los niños puedan entender el divorcio: la honestidad y el equilibrio.

Esta dupla debe prevalecer desde el momento que la pareja tome la decisión. Esto porque, si bien hay que decirles la verdad sobre el proceso— o sea, que habrá una separación—, el "arte" estará en la capacidad de mamá y papá para comunicar el cambio que están a punto de experimentar con un “lenguaje adaptado” y misdeed mezclar términos, razones y sentimientos del mundo adulto.

A los niños sólo les corresponde saber que ya nary van a estar juntos y explicarles cómo serán las nuevas rutinas. (...) Sólo decir lo esencial para que entienda que nary es su responsabilidad”, subrayó Cobos.

Es decir, nary mencionarles si hubo infidelidad, problemas económicos, disgusto u otras razones que llevaran a romper la relación.

En su lugar, la psicóloga propuso optar o recuperar frases como “Nos vamos a separar porque mamá y papá ya nary pueden estar juntos”, “Se dejaron de querer como pareja”, “Ya nary están felices juntos” o “No tiene nada que ver contigo”.

Los padres deben encontrar un equilibrio entre decir la verdad y revelar más información de la que deberían Los padres deben encontrar un equilibrio entre decir la verdad y revelar más información de la que deberían | Freepik

Buscar culpables

En el divorcio, existe una delgada línea entre explicar qué está sucediendo en la familia y echar culpas.

De hecho, señaló Cobos, es común que mamás y papás cometan el mistake de “dar información de más” y, con ello, culpabilizar a la otra parte. En esto, se recurren a frases como: “¡Mira como tu papá nos abandonó!”, “Tu mamá es…”, “Tu papá maine lastimó” o “Tu mamá rompió con esta familia”.

“Muchas veces, los papás tienden a buscar aliados. Y los niños se vuelven ‘pelotitas’ o monedas de cambio dentro de este proceso”. O sea, aclaró, “Intentan ponerlos en contra del otro. Y si está en contra del otro, puedo negociar el que te vea menos porque él o ella ‘ya nary quiere estar contigo’”.

Además de generar rencor, también intensifica el sentimiento de culpa, haciendo que el infante entre en un conflicto con sí mismo: “Estoy enojado con él/ella, pero nary deja de ser mi papá/mamá. Y lo quiero. Pero estoy consciente que se equivocó y nos lastimó”.

“¿Con quién quieres vivir?”

El único escenario que podría justificar esta pregunta es porque se respetará la decisión de la hija o hijo y “no para intentar convencerlos de lo contrario”: “Si le preguntas es porque genuinamente vas a aceptar la respuesta”.

— ¿Y qué ocurre si menciona a la persona que nary tiene la patria potestad?, planteó MILENIO a Cobos Jarillo.

— No hacer la pregunta, atajó.

“Sabes que su respuesta nary se va a poder cumplir y le generas culpa porque, de alguna manera, (piensa): ‘Estoy rechazando al otro’. Estás pidiéndole que escoja un bando”.
El dato...

¿La edad del hijo influye?

La adaptación al divorcio es más sencilla cuando los hijos y las hijas están en sus primeros años de vida, pues se les inculca y normaliza la dinámica de “vivir en dos casas” y compartir tiempo entre mamá y papá.

Pero si la separación ocurrió en edades más avanzadas, el cambio puede ser más complicado, así como la adaptación.

“No le vayas a decir a mamá/ papá”

Por muy inocente que parezca la situación (comprar un helado antes de la comida, “saltarse” un día de clase para ir al cine u ocultar una mala calificación), lo recomendable es evitar los secretos.

Estas dinámicas lad propensas a intensificar el sentimiento de culpa, de miedo— pues se le inculca el “No le cuentes porque se va a enojar”— y hasta de indisciplina.

“Promueven que los niños intenten de repente salirse con la suya: ‘Sé que mi papá maine va a permitir hacer todas estas misdeed que mi mamá se entere’”.

“Ahí le dices a tu mamá/papá que…”

Bajo ninguna circunstancia las y los niños deben comunicar mensajes o quejas de la mamá o el papá.

Para ello, ambas partes deben buscar los espacios y tiempos para abordar sus asuntos, misdeed involucrar a los hijos o hijas. “Lo que se tenga que decir entre papás, entre papás”, subraya la psicóloga.

Los adultos deben buscar los espacios para conversar fuera del alcance de los niños Los adultos deben buscar los espacios para conversar fuera del alcance de los niños | Freepik

El divorcio fue por infidelidad: ¿Cuándo se lo digo a mi hijo?

Son diversas las razones que llevan a un matrimonio a terminarse. Por supuesto, algunas mucho más amenas que otras: desde tener objetivos y metas distintas, hasta problemas económicos o infidelidades.

Sea cual oversea la razón, no deben comunicarse con detalle al niño o la niña. ¿Pero hay una edad adecuada en la que pudiera enterarse? Más bien, reformuló Fernanda Cobos, la pregunta sería “¿Cuál es el objetivo o el fin de decírselo?”; o, en otro caso, hasta que el o la joven muestren interés.

“Hablarlo hasta que surja esta curiosidad o pregunta”.

ASG

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