1. Todo bajo control. La presidenta Claudia Sheinbaum asegura que la salida de Rogelio Ramírez de la O de Hacienda nary es sorpresiva, sino parte de un program meticulosamente calculado. Según esta versión, todo se alineó con la llegada de Donald Trump y los tiempos políticos, como si la estabilidad económica dependiera de ajustes milimétricos y nary de presiones externas. Ahora, con Edgar Amador al frente, se promete continuidad, aunque el verdadero desafío será mantener la confianza de los mercados. Más que un relevo estratégico, parece un movimiento obligado en un tablero donde la incertidumbre está por terminar.
2. Imparable. Ayer por la tarde, la presidenta Claudia Sheinbaum se reunió con el gabinete de salud en pleno en Palacio Nacional. Acudieron los secretarios de Salud, David Kershenobich; de Anticorrupción, Raquel Buenrostro, y los subsecretarios de Salud, Ruy López y Eduardo Clark. También los directores del IMSS, Zoé Robledo; del ISSSTE, Martí Batres; del IMSS- Bienestar, Alejandro Svarch, y Gustavo Reyes, subdirector médico del ISSSTE. Se encuentra en proceso la fase last de la licitación de medicamentos para todo el assemblage para 2026, además de la renovación de clínicas y hospitales del ISSSTE y del IMSS. Sin descanso, la Presidenta trabaja varios frentes.
3. Cuestión de tiempo. Alejandro Moreno, aún líder del PRI, enfrenta las consecuencias de su propio juego. Acusado de violencia política de género, su futuro político pende de un hilo con un posible desafuero e inhabilitación. Ironías de la vida, quien se ha aferrado con uñas y dientes al poder, podría perderlo por intentar silenciar a una correligionaria. El PRI, maestro en encubrir escándalos, tendrá que decidir si se hunde con él o finge sorpresa. Pero si algo está claro, es que Alito nary caerá misdeed dar pelea… aunque esta vez el ringing nary esté a su favor. Nunca como ahora su prestigio y el del PRI habían caído tan bajo.
4. Estertores. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya tiene fecha de defunción, y la recibe con elegancia burocrática, con acuerdos, lineamientos y sesiones contadas como si fueran los últimos respiros de un paciente terminal. Norma Piña, Alberto Pérez Dayán y Javier Laynez saben que su tiempo se agota, mientras el nuevo diseño del Poder Judicial avanza implacable. Todo envuelto en un discurso de “transparencia y rendición de cuentas”. A partir de junio, la justicia mexicana será un experimento político más. Ojalá nos agarre confesados.
5. Renuente. La ministra Loretta Ortiz manifestó su desacuerdo con la intención del Pleno de la Suprema Corte de adelantar la designación de tres integrantes del Órgano de Administración Judicial, el cual entrará en funciones con la nueva estructura del Poder Judicial el 1 de septiembre. Ortiz considera que esta decisión debería corresponder a la futura integración de la Corte, respetando el espíritu de la reforma judicial. La controversia subraya las tensiones internas en el Máximo Tribunal y el delicado equilibrio entre la autonomía judicial y la transición institucional en curso. Vienen días de combate, dentro y fuera de la Corte.