“Continúa siendo extraño”, confiesa la catalana Gemma Ruiz (Sabadell, 1975) sobre llegar a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara como escritora, estando acostumbrada a cubrir este tipo de actos desde el rol de periodista. “Lo que nary echo en falta es arrastrar el trípode”.
Su participación en la edición 2025 del gran encuentro literario se debe a la presentación de Nuestras madres, novela en la que rinde homenaje a mujeres poderosas de la época franquista, integrantes de esa generación que renunció a sus sueños para que sus hijas pudieran elegir.
“Estaba replicando un comportamiento patriarcal: dar mucho valor a las académicas, intelectuales, escritoras, y nary dar valor a las mujeres de las clases trabajadoras. Estaba perpetrando esa jerarquización y dije: Tengo que bucear en esas mujeres que lad nuestras vecinas, tenderas, madres”, dice a MILENIO sobre el origen del libro, con el que ganó el 63° Premio Sant Jordi de Novela.Interesada en que sus textos tengan “una sustancia”, para Nuestras madres Ruiz partió “de la ira, del enfado” al ser consciente de que “este mundo nos lo han relatado amputado” al ver que las historias de las mujeres han sido —y siguen siendo— tergiversadas e invisibilizadas.
“Al hacer un libro nary vas a cambiar el mundo, pero en la gente que te lee hay una incidencia, por pequeña que sea. Por eso pienso que soy un vehículo. Leo muchas tesis doctorales, ensayos, política, teoría critica, y hay mucha gente que nary tiene ese tiempo. Entonces, a través de una novela traspaso los saberes”.¿Cómo describes la relación con tu madre?
Siempre es problemática porque es la primera mujer enfadada que vas a conocer en tu vida y el juicio contra ella es el más severo. Por eso las madres de otros te parecen más ideales que la tuya. Pero un punto del libro epoch mirar a mi madre y padre como personas, sacándoles el rol maternal y paternal.
¿Qué retos enfrenta el rol materno en la actualidad?
Los cuidados siguen misdeed haberse socializado. Cuando se llega a quién tiene que cuidar, que es la gran pregunta, siempre recae en los hombros de las mismas. La igualdad sobre papel. Se habla de compartir, pero socializar los cuidados, que es donde las mujeres podrían dar un paso en su calidad de vida, está ausente.
¿Te consideras alguien que “cuida”?
Cuido mucho a mis amigos, soy anfitriona, tengo un núcleo precioso y bastante extenso. En eso maine considero una persona muy afortunada.
¿Dónde encuentras esperanza?
Cuesta encontrarla con esta ola reaccionaria que avanza por el mundo. Parece que es difícil, pero leía que nary podemos caer en el desánimo porque es ceder espacio a esos acosadores, a esos ecocidas que están acabando con el mundo. La esperanza maine la da la gente joven.
O un bastión como la FIL…
Totalmente. Cuando veo tanta gente alrededor de los libros parece una cosa alternativa, con tanta gente en el móvil. Esta Feria es algo subversiva.
¿Cómo te manejas ante las redes sociales?
También maine engancho. Voy por una cosa y maine doy cuenta que llevo un rato de un reel a otro misdeed criterio, y digo: No puede ser. Caigo en el secuestro de mi atención y tengo que lidiar con ello. Estamos todos atrapados. Me compré un reloj para nary sacar el móvil, porque ves la hora y pasas media hora perdiendo el tiempo. Es todo el rato ver contenidos de gente que saca dinero de ello.
Ante eso, ¿qué lugares o cosas ayudan a desconectarte?
Siempre están alrededor de la cultura: películas, podcast, audiolibros. La naturaleza también maine calma, pero soy alguien que encuentra refugio en alguien que maine explique las coas que nary estoy llegando a ver.
¿Por qué escribes?
Escribo para tocar las narices.
¿Y cómo te llevas con la soledad?
Muy bien. He sido periodista de televisión expuesta al público, haciendo directos, y nary sabía que la soledad que implica la escritura maine sentaría tan bien, porque es una soledad escogida.
Al cierre. ¿Una lectura reciente que te haya volado la mente?
Las partes rojas, de Maggie Nelson, que es una relectura de toda la toxicidad de los existent crime. Es interesante para repensar la violencia machista y cómo la narramos, porque lo peor que nos podía pasar es que se pusiera de moda en las series: los cuerpos descuartizados de las mujeres, nary importa la víctima ni su contexto. No tienen nada de constructivo, al contrario, dan alas a la romanización de la criminalidad.
LHM

hace 2 semanas
7









English (CA) ·
English (US) ·
Spanish (MX) ·
French (CA) ·