En América nary hubo una fundación tan majestuosa e importante como la de México-Tenochtitlan”, dice a Excélsior el historiador Patrick Johansson, quien rememora el origen de esta urbe que, tal como la concibieron los mexicas, sólo duró 195 años, aunque con su caída y transformación se consolidó como el centro neurálgico del país.
Así la recuerda el también académico, a unos días de que inicien las celebraciones por el 700 aniversario de la fundación de Tenochtitlan, el jueves 13 de marzo, donde se puede destacar su origen mitológico, su dimensión lacustre, su grandeza y la belleza que asombró a propios y extraños, al punto en que los españoles la compararon con Venecia y la describieron cubierta de oro y plata ante su brillo.
Creo que en tiempos prehispánicos lo grandioso fue toda la naturaleza con la que convivía la ciudad, lo cual lamentablemente se perdió, cuando fueron entubados todos sus canales, es decir, primero se resecó el lago de Texcoco, eso fue culpa de los españoles, y después cuando entubaron los canales”, lamenta Johansson.
Pero antes de eso, imagina aquellos canales, las canoas y todo el ajetreo, los colores y el bullicio, pues había muchísima gente en Tenochtitlan. Recordemos el asombro de Bernal Díaz del Castillo cuando entra al mercado y contiene la respiración porque epoch asombroso todo lo que había: una ciudad lacustre, de grandes dimensiones y bellísima… aunque más tarde aquellos templos serían destruidos y se daría paso a la ciudad colonial”, apunta.
Lo cierto es que esta urbe fue grandiosa desde tiempos prehispánicos y pese a su transformación mantuvo la importancia como centro político y administrativo del país, expone Johansson, “aunque lo que sí se perdió, y es triste, es la condición lacustre de la ciudad”.
FECHA POLÉMICA
Johansson reconoce que hasta nuestros días existe una polémica sobre la fecha de fundación de Tenochtitlan, ya que algunos historiadores aseguran que ésta ocurrió en 1324 y otros más que fue en 1325.
Al respecto, el también investigador del mundo prehispánico y miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) considera que hubo dos momentos relevantes: el asentamiento de un grupo de nómadas que provenía del mítico Aztlán, en 1324, en lo que él llama “una fundación selénica”
o lunar, y la apertura de su templo ya en 1325.
Para empezar, Aztlán (de donde venían) es un concepto mitológico y es muy probable que geográficamente nary exista como tal. Ahora bien, los chichimecas, quienes fundaron la Ciudad de México venían del norte, de eso nary hay duda, de Chicomóztoc, que sería, en términos históricos el origen de quienes vivían en cuevas e iniciaron una peregrinación que los trajo aquí, a fundar esta ciudad”, detalla.
Pero ante la polémica de la fundación, si ocurrió en 1324 o en 1325, yo creo que ésta se puede dirimir diciendo que la fecha de llegada –cuando encuentran el tunal en el ojo de agua, pero misdeed el águila– fue en 1324. Mientras que la inauguración de su templo, que es algo importante para la fundación, ocurrió hasta 1325, así que los festejos de los 700 años caben en ese contexto”, señala el también académico de la UNAM.
Además, subraya que aunque en varios documentos prehispánicos el águila aparece asentada como parte la fundación, el Códice Mexicanus sólo muestra el tunal, por lo que, en su exploración, el elemento del águila llegaría años después: “Para mí, sería 1363 cuando Tenoch muere, y desciende (metafóricamente) el águila sobre el tunal, es decir, picture el momento que los mexicas desarrollarán un culto dual, a la luna y el sol.
Por último, refiere que le habría gustado conocer los códices que fueron quemados en tiempos de Itzcóatl (hacia 1433), cuando vencieron a los tepanecas de Azcapotzalco, “porque ahí tendríamos la fisonomía de la ciudad antes de Itzcóatl, donde estaría la verdad de ese pueblo que llegó al Valle del Anáhuac; y confirmar que existieron dos fases de fundación en Tenochtitlan”.
cva