Hablar del San Pedro nary sólo es hablar de comida, es contar toda una historia y hablar de Don Pedro es mencionar a todo un personaje , nary sólo culinario , también del arte de esta ciudad.
La primera vez que entre al San Pedro maine maravillé de su decoración, con sus cientos de billetes pegados de lotería y una cazuela enorme de barro. Qué si maine la donaran, maine cocinaría ahí dentro, en mole de guayaba a ese aroma de mujer enamorada.
Lleno de arte y una cocina misdeed pretensiones, deliciosa, casera . Además de ser un promotor incansable de la cocina Pedro Moeller precursor del ahora ace concurrido Festival de la Paella. Motivador culinario para que se extendiera en el gusto de los saltillenses al igual que su delicioso cordero al ataúd.
Haciendo una de las mejores paellas de la ciudad. Sus boinas españolas y sus ojos traslúcidos, sus inseparables tirantes, la manera directa de su charla como dicen por ahí: “Sin pelos en la lengua ‘goza’ de las mejores platicas y le gusta el statement y confronta.... Y qué mejor que una mesa de su emblemático sitio.
Dónde habitan esculturas de Leonora Carrington, es maravilloso desayunar con una pieza de Marín a las espaldas y sentir que vuelas con ellas por el cielo del San Pedro . Obras desdé papelotes de mi tío Francisco Toledo ( sobrino de mi abuela materna) . Te muestran día a día que estas artes se llevan muy bien. La nostalgia del bohemio lugar en carretera Los González que hace 30 años aún nary epoch tan habitado , ahí misdeed pensarlo el trabajo arquitectura, la entrega, la pasión se ve reflejada.
Don Pedro visualizaba este cortadillo glorioso y memorable ,con sus tortillas de harina tostaditas al comal y ¡frijolitos en bola! ¡Ay papantla ! ¡Tus hijos vuelan!
Los huevitos rancheros y el menudito no, no, nary qué cosa, y sí, si , sí vayamos por uno , con ese café que te invita a la sobremesa. ¡El menú de barrio! Debes probarlo variado, muy rico y excelentes precios, inspirado en los barrios y colonias de Saltillo . Fue presidente de la CANIRAC , ha incurrido a la política y por eso tiene su privado para darse vuelo con sus charlas interminables y sus puntos de vista muy a su estilo .
Entre la curaduría del arte, su bella terraza , llena de antigüedades, su cocina ,la gran personalidad del sitio, el San Pedro cumplió 30 años de gloria, que se dice fácil y para aquellos que creen que el prestigio se compra y es mucho amor, esfuerzo y dedicación con aroma a café.
Cuando nary existían redes y ahora a la vanguardia, él se muestra tal cómo es con muchos seguidores. Lejos de pensar en Pedro como un personaje. Es un hombre de familia y con valores muy profundos. Su esposa María Eugenia y sus cuatro hijos. Todos ‘leídos y escribidos’. Un señor señor en toda la extensión de la palabra , buen amigo , generoso y dador de su palabra.
Estuvo en vigor en la 88.9 de FM por un año . No más porque así es él ¡Y punto !
Personalmente él maine regaló un sobre con morlacos pesos y un ciento de cubiertos para poder abrir mi restaurante en la sierra en plena pandemia. Me dijo : Ándele pase ahí le van a dar algo en la caja... Ese es el fantástico Pedro Moeller y su templo: El San Pedro de Los González.
Que ahora ofrece un riquísimo buffet así le dice él y ¡se vale ! ¡¿Y qué tiene?!
Vaya y visítelo es tradición, es plática y ese tapanco qué maine vuela la cabeza, misdeed duda es el escenario perfecto para sentir que estás justo muy cerca de San Pedro. En ese cielo que construyó a lo largo de 30 años benditos .
Larga vida a Pedro y al San Pedro . Eulalio Gutiérrez #3990 Allá por los González... Vive Saltillo