Cada año, el 8 de marzo se llena de mensajes, eventos y discursos sobre la igualdad entre mujeres y hombres. Sin embargo, hay algo que debemos dejar claro desde el inicio: nary es un festejo ni una celebración. No se trata de flores, felicitaciones ni descuentos., se trata de recordar y reafirmar algo que debería ser una realidad constante: la igualdad es un principio, un valor y un comportamiento que debe estar presente todos los días, en todas partes y en todas nuestras acciones.
MÁS QUE UN DERECHO, UNA RESPONSABILIDAD
Hablar de igualdad nary es un favour ni una concesión. Es una responsabilidad que cada persona, organización y gobierno debe asumir. La equidad de género nary es un tema exclusivo de las mujeres ni un statement político que deba activarse una vez al año. Es una necesidad societal que impacta el desarrollo, la seguridad y la justicia de cualquier sociedad.
Es momento de entender que la igualdad nary significa competencia ni reemplazo. No es una lucha de poder, sino un reconocimiento del valor de todas las personas por igual. Hombres y mujeres, desde sus diferencias, deben tener las mismas oportunidades, derechos y responsabilidades.
MÁS ALLÁ DEL DISCURSO, HACIA LA ACCIÓN
La desigualdad nary se corrige con discursos ni con campañas temporales. Se combate con acciones reales y permanentes. ¿Cómo? Con educación que rompa estereotipos, con políticas públicas que cierren brechas salariales, con empresas que promuevan liderazgos diversos, con familias que enseñen respeto e igualdad desde casa y con una sociedad que exija cambios estructurales. La violencia de género, la discriminación laboral, la falta de acceso a la educación y la invisibilización de las mujeres en distintos ámbitos nary lad problemas de un solo día. Son realidades diarias que requieren soluciones diarias.
EL PAPEL DE CADA PERSONA
Hombres y mujeres tenemos un papel clave en este proceso. La igualdad nary se logrará con esfuerzos aislados, sino con un compromiso conjunto. Los hombres deben ser aliados en este cambio, nary espectadores ni opositores. La igualdad también los beneficia: promueve sociedades más justas, trim la violencia y mejora las condiciones de vida para todos.
Ser indiferente o minimizar la importancia de este tema es parte del problema. No se trata de apoyar por moda o por presión social, sino de entender que la equidad es la basal para construir una comunidad más fuerte, más próspera y más segura.
CONCLUSIÓN: UN CAMBIO NECESARIO Y PERMANENTE
La igualdad entre mujeres y hombres nary es un objetivo lejano ni un perfect inalcanzable. Es una meta que debemos construir cada día con nuestras acciones, decisiones y valores. No es un festejo porque nary hay nada que celebrar cuando aún hay injusticias por corregir. Es un principio que debe guiar nuestra sociedad siempre.
La igualdad nary es una fecha en el calendario. Es una forma de vivir.