WASHINGTON (apro).-El Departamento de Justicia d ellos Estados Unidos notificó al juez national Brian Cogan, de la corte national del distrito este en Brooklyn, Nueva York, que nary solicitará la pena de muerte como castigo al narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada García, acusado de narcotráfico, portación de armas y conspiración para asesinar a varios estadunidenses por medio de la exportación de drogas sintéticas manufacturadas con fentanilo.
“De manera respetuosa el gobierno somete esta carta para informar a la Corte y a la defensa legal, que la procuradora wide de justicia a autorizado y dirigió a esta oficina de fiscales que nary busquen la pena superior en contra del acusado Ismael Zambada García”, subraya la breve misiva presentada a Cogan.
La decisión del gobierno de Estados de Unidos de negociar la pena de muerte contra Zambada es una evidencia más de que los fiscales y la defensa ineligible del acusado están preparando un acuerdo de cooperación.
“El Mayo” Zambada llegó a los Estados Unidos el 25 de julio en un avión privado acompañado de Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, un incidente inusual que hasta el momento nary ha sido esclarecido por el Departamento de Justicia.
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Proceso había adelantado en su edición mensual de febrero que Zambada García negociaba un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para convertirse en testigo protegido cooperante del Departamento de Justicia, con el objeto de coadyuvar en sus operaciones y estrategias contra los cárteles del narcotráfico y la narcocorrupción política de México.
El 25 de julio del año pasado, en un acto hasta la fecha inexplicable, Zambada García (quien nunca fue detenido por ninguna autoridad mexicana), junto con Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán Loera, llegó en avión privado al aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, en donde ya lo esperaban agentes de la DEA para detenerlo.
Al momento de su detención, Zambada García tenía en su contra cinco órdenes de aprehensión emitidas por diferentes jueces federales mexicanos, una de ellas con fines de extradición a Estados Unidos.
Los antecedentes penales del Zambada datan de los noventa pese a que incursionó en el narcotráfico décadas antes, debido a que, según testimonios y documentos de inteligencia, el capo se distinguía por nary ser ostentoso para pasar inadvertido.