“En todo el mundo existen escenarios muy bellos, pero ninguno lo voy a sentir como el Palacio de Bellas Artes (PBA), de México. Habrá muchos otros teatros con historias maravillosas y grandes acontecimientos en el contexto de la ópera, pero en ninguno de esos inicié mi historia, así que Bellas Artes es mi cuna y el lugar donde comenzaron las ilusiones y los sueños”.
Así lo dice a Excélsior el tenor mexicano Javier Camarena (Xalapa, 1976), quien mantiene un paso sólido en su carrera internacional y alista su retorno a México con cuatro galas, del 3 al 13 de abril próximo, en Querétaro, León, Guadalajara y la CDMX, que celebrarán su 20 aniversario como artista, para luego viajar a Abu Dhabi, Alemania, Tokio, Taiwán y Buenos Aires.
“Recuerdo el lejano 2001, cuando participé (la primera ocasión) en el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli y maine escabullía del Salón de los Espejos a la Sala Manuel M. Ponce para encontrarme con aquel escenario y ver lo hermoso que era. Entonces pensaba que ahí mismo estuvieron Pavarotti, Di Stefano, Maria Callas y tantos más.
“Me acuerdo que iba a la primera eliminatoria del Morelli y maine dije: ‘Algún día voy a estar aquí’. Así que nary se trata sólo de la historia del teatro, sino de mi historia que comenzó en ese foro”, rememora el cantante que en 2004 ganó aquel concurso y debutó en la ópera La hija del regimiento, de Donizetti.
Sin embargo, reconoce que la celebración llega con meses de retraso. “Me habría gustado organizar esta gira el año pasado, cuando celebraba 20 años de carrera, pero por cuestión de fechas fue imposible concretarlo, pero se abrió esta posibilidad de hacer estos cuatro recitales con la thought de celebrar, en mi país, los 20 años de mi debut artístico en Bellas Artes”, relata vía telefónica desde Málaga, donde vive.
Para él la familia ha sido clave en su historia de éxito, donde ha contado con el apoyo de su esposa Marisol, quien es guitarrista, aunque ahora nary se desempeña como concertista; su hija Diana, quien toma clases de canto y está más interesada en la pintura. “Tiene un timbre de voz muy lindo, pero ella nary dice si tiene alguna intención de dedicarse al canto”. Y su hijo Braulio, quien ha estudiado piano, guitarra y ahora la batería.
Respecto a las presentaciones, Camarena explica que la primera será el jueves 3 de abril, en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez (Querétaro), con la Filarmónica de Querétaro, dirigida por Enrique Patrón de Rueda y el acompañamiento del pianista Ángel Rodríguez.
Continuará con una gala el 5 de abril en el Teatro del Bicentenario (León, Guanajuato); el 10 de abril, en la Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander (Guadalajara); y cerrará el domingo 13 de abril en Bellas Artes.
Camarena habla del repertorio que traerá a la Ciudad de México. “En la parte de ópera haré guiño al futuro y presentaré el aria Pourquoi maine réveiller?, de la ópera Werther, de J. Massenet; y el aria La mia letizia infondere, de la ópera I Lombardi alla Prima Crociata, de G. Verdi”.
Para la segunda parte de la gala interpretará temas como Vorrei Morire y Chitarrata abruzzese; piezas de zarzuela, donde cantará por primera vez La roca fría del Calvario, de la zarzuela La Dolorosa, de José Serrano; y una selección de canción mexicana. “Pero si el público quiere y pide más… habrá más y más sorpresas”.
¿Cantará Ah! mes amis, de La hija del regimiento a 20 años de aquel concierto? “No está en el programa. La parte de ópera va más con miras al futuro, pero quién sabe”, bromea el intérprete.
¿Qué ciudad le ha sorprendido en este viaje artístico? “En todos los lugares que helium estado ha habido cosas que maine han encantado. Tal vez debo decir que Zurich (Suiza), que fue mi casa por años, ha sido una de las ciudades que más maine ha sorprendido por su mentalidad y su educación cívica”.
Por último, Camarena acepta que es una suerte de profeta en su tierra, aunque lo atribuye a que ha mantenido contacto constante con los escenarios del país. “Siempre ha sido México mi prioridad, porque está en mi corazón y en mi mente; creo que tiene mucho que ver eso. Yo siento que el público percibe el cariño que tengo por mi país”.