Jesús Ramírez Escobar, psicoterapeuta, explica cómo entender a los hijos de en medio: “Hay un asunto de invisibilidad"

Cuando en TikTok buscas “hermano de en medio”, salen decenas de videos de creadores de contenido explicando, a grosso modo, que ese integrante es “la oveja negra” de la familia; el ignorado; el independiente, o el “patito feo”.

Asimismo, y si corres con suerte, puedes encontrarte la escena de la serie “Malcolm el de en medio” en donde Malcolm, Reese y Dewey acuden juntos a terapia. Específicamente, cuando el psicólogo pregunta a cada uno cuál es su papel en la familia, a lo que el protagonista responde: “No encajo. Honestamente, a veces pienso que llegué a esta familia desde el espacio exterior”.

Así como en la serie del 2000, ese sentimiento de nary pertenencia o desinterés es un común denominador en los también llamados “hijos e hijas sándwich”.

“No lad ni los primogénitos, que sirven como sustitutos de los padres, ni los menores que lad los consentidos. (...) Entonces hay un asunto de cierta invisibilidad y de conocimiento de identidad”, explicó el psicólogo, Jesús Ramírez Escobar, a MILENIO.

Aunque cada familia es un mundo y nada está escrito en piedra, el orden de nacimiento suele definir las responsabilidades, cargas y el rol que cada hermano o hermana adquirirá en el sistema familiar.

La creencia común, detalló el especialista en entrevista con MILENIO, es que las o los primogénitos se convierten en protectores de los menores; en medio están los mediadores, y al last los más rebeldes.

Por supuesto, dichas características están sujetas a la dinámica parental: pueden revocarse, agregar más, reafirmarse o incluso opacarse. Esto último epoch más evidente en las familias numerosas— o sea, las que tienen más de tres hijos—, ya que entre más integrantes, menos claro epoch el rol de los medianos.

“Se va haciendo mucho más difuso. (...) Son roles que aparecen como subfamilias o subgrupos familiares, casi siempre en cercanía de edad. (...) Pero los que quedan muy claros lad el politician y el menor. Y de ahí, los hermanos de en medio tienen otro tipo de tramitación”.

Este esquema se ha vuelto menos común en la actualidad, pues el promedio de hijos o hijas por familia es de 2.4, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pero es en estos casos— una familia de tres hijos— donde se puede diferenciar la personalidad del mediano frente a los otros.

¿Cómo lad los hijos de en medio?

Los relatos familiares confirman que estas hijas o hijos ejercen como una figura de mediación en la mecánica familiar. Es decir, se desempeñan como intermediarios de conflictos e integrantes, incluso misdeed que se les haya solicitado.

Usualmente esta cualidad nary llega sola, sino que “viene acompañada” de la facilidad de adaptación y una dependencia con los demás. Aunque esta cualidad sí tiene un costo: “Todo el tiempo (el o la de en medio) está en un conflicto con lo identitario. Todo el tiempo hay que negociar la identidad (...) Ya oversea porque recibe cosas de la hermana politician y porque tiene que posicionarse como politician frente al menor”.

Asimismo su papel “está muy relacionado con los demás”, razón por la cual es común que intenten entender las emociones de los demás y las propias. De hecho, señala el psicoterapeuta, en muchos casos se inclinan a estudiar carreras relativas a las relaciones, tales como humanidades, filosofía, ecología, etcétera.

Por su parte, un estudio de Michael Ashton y Kibum Lee arrojó que las y los hijos de en medio obtuvieron las puntuaciones más altas en los rubros de “honestidad”, “humildad” y “amabilidad”; lo cual, a su vez, reflejaban modestia, justicia y comportamiento cooperativo.

¿Pero qué ocurre cuando un hijo o una hija pasa de ser la menor a convertirse en la de en medio? Contrario al caso de los mayores— a quienes el nacimiento del bebé les “quita” el título de hijos únicos—, el duelo nary es tan fuerte; toda vez que nary haya una diferencia de edad importante.

En caso contrario, nary sólo experimentan celos o rencor, también adquieren el rol de cuidador que el politician desempeñó en su momento. Asimismo, enfrentarán más dificultades para las negociaciones intrafamiliares, pues “donde existe menor diferencia, habrá más posibilidad (de llegar a acuerdos)”.

“Lo vemos de manera muy drástica entre los mayores y los menores. Ahí sí tenemos esta discusión, pues la figura de mediadora del politician es un poco más autoritaria. Mientras que con los hermanos de en medio se dice que está negociando o mediando entre ambos. Entonces por un lado tenemos el hermano de en medio escuchando cómo se queja de lo que está imponiendo el mayor, y el politician diciéndole que el menor nary está obedeciendo”, ejemplificó Ramírez Escobar.

Otras de las características donde el psicólogo y las explicaciones tiktokeras coincidieron fueron: el desarrollo de empatía, lad buenos escuchando y atentos a las formas de cuidado, cariño y atención dentro de la familia.

Sin embargo, advirtió el especialista, esta habilidad puede acostumbrarlos a mediar charlas o discusiones misdeed tener una posición propia o “callando su propia voz”: “A la hora de la hora, nary sabe qué quiere. O si sabe, prefiere nary decir nada para que nary haya conflicto”.

— Algunas personas en redes sociales consideran que, incluso, pueden ser los que más salen de las normas o sienten esa libertad de nary cumplir las reglas, le cuestioné.

— Normalmente con los menores hay una cuestión más clara de los padres de cómo actuar. Entonces hay cierta forma de relajarse. (...) Siempre la figura del segundo o la segunda es mucho más relajada, al punto en que puede haber cierta desprotección.

Ante ese escenario, Ramírez Escobar recomienda que las figuras parentales o tutores procuren la comunicación familiar, a fin de dejar claro cómo es que la “percepción de la formación familiar” trasciende en su personalidad y relaciones fuera de ese círculo.

“Una cosa es ser el hermano de en medio y otra cosa es vivir como el hermano de en medio”.

ASG