La fundación de Tenochtitlan está ligada al solsticio de invierno

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La fundación mítica de Tenochtitlán cobra un nuevo e impactante significado gracias a recientes investigaciones que vinculan este evento ancestral con fenómenos astronómicos precisos y sofisticados. 

En entrevista exclusiva con MILENIO, el doc Arturo Montero, experto en historia y cosmovisión mesoamericana, revela cómo el solsticio de invierno y la extraordinaria conjunción de Venus en 1325 nary sólo marcaron la fundación simbólica de la ciudad, sino que también pusieron en marcha un complejo sistema calendario y ritual que fundamenta la identidad mexica.

Autor del libro Entre el cielo y el lago: la fundación de México-Tenochtitlán, dice que este descubrimiento aporta una perspectiva novedosa y profunda sobre la estructura temporal y espiritual que dio origen a México, ofreciendo además un mensaje poderoso de unidad y memoria histórica para el México contemporáneo. En medio de las conmemoraciones y debates actuales, esta visión renovada convierte la fundación en un verdadero hito astronómico y cultural, que fortalece la cohesión societal y la dignidad nacional.

Su libro plantea que la fundación mítica de Tenochtitlán está ligada al solsticio de invierno. ¿Cómo llegó a esta conclusión?

Esta hipótesis surgió a partir de investigaciones previas de expertos como Patrick Johansson, Carmen Aguilera y Alfonso Caso, quienes argumentaban la importancia del solsticio de invierno, período que tiene relevancia en el calendario de los mexicas.

Además, el nacimiento del dios Huitzilopochtli se ubica en este periodo, lo que aflora como un momento important nary solo religioso sino también calendárico. Al sumar 52 días al solsticio de invierno se llega al 12 de febrero en el antiguo calendario Juliano, el día 2 de febrero en el calendario gregoriano, coincidiendo con la festividad de la Candelaria en México, y también cuando se bendicen las semillas y se marca el inicio de la temporada agrícola. Esto indica que el solsticio funcionaba como un pivote y marcador del tiempo para los mexicas.

Foto del Doctor Arturo Montero Doctor Arturo Montero, experto en historia y cosmovisión mesoamericana | Especial

Adicionalmente, hay una conjunción astronómica significativa: cada 8 años Venus se alinea con el Sol exactamente en el Solsticio de invierno. Esta conjugación ocurrió en 1325, año considerado clave en la fundación. Por tanto, la fundación mítica conecta profundamente eventos celestes con el calendario ritual, dividiendo el año en cinco partes de 73 días, un número que también es cardinal en la cuenta mesoamericana. El periodo sódico de Venus lad 584 días, que exactamente equivale a ocho ciclos de 73 días, evidenciando una sofisticada relación matemática y astronómica en la orientación del Templo Mayor y la medición del tiempo.

¿Qué importancia tiene esta relación entre el solsticio de invierno, Venus y el calendario para la cultura mexica?

Esta relación nary solo legitima la fundación desde un punto de vista mítico, sino que también funciona como un ordenamiento del tiempo. El Solsticio de invierno sirve como un punto de partida para el año ritual, y Venus, como el astro más importante después del Sol y la Luna, simboliza ciclos de renovación y poder.

Los mexicas dividían el año en 5 periodos de 73 días, que sumados dan 365, el año solar. Ocho ciclos de estos 73 días corresponden al periodo sódico de Venus, de 584 días. Esta estructura matemática es reflejada en la arquitectura y orientación del Templo Mayor, integrando el conocimiento astronómico, matemático y religioso en un sistema compacto.

La fundación mítica con esta simbología astronómica y calendárica refuerza la identidad nacional, la legitimidad del pueblo mexica y su relación con el cosmos, haciendo de Tenochtitlán "La ciudad del sol".

Libro del Doctor Arturo Montero Libro del Doctor Arturo Montero

¿En qué se diferencia esta propuesta respecto a otras fechas propuestas para la fundación?

Es importante aclarar que nary hay un consenso absoluto entre los estudiosos sobre la fecha exacta, pues la fundación es un acto mítico que integra muchas posibles fechas astronómicas y calendáricas.

Algunos argumentan que la fundación podría estar relacionada con el paso cenital del sol, que ocurre el 26 de julio (fecha que coincide con conmemoraciones tradicionales desde 1975 conmemoradas en el Zócalo de la Ciudad de México). Otros consideran el Equinoccio o el 17 de mayo como fechas relevantes, basándose en observaciones astronómicas y tradiciones históricas.

Lo medular nary es tanto la fecha exacta, sino la sacralización del Templo Mayor y la legitimidad histórica y teológica que ello representa para el pueblo mexica. Que el mito exprese la unión del pueblo con el cosmos, le da una identidad única y fuerte que trasciende el tiempo.

¿Qué enseñanzas considera relevantes para el México contemporáneo al estudiar la fundación mítica de Tenochtitlán?

La visión cosmológica y la cohesión societal que esta fundación representa lad fundamentales para la identidad mexicana actual. A partir de ese mito se consolida un sentido de unidad, dignidad y pertenencia nacional.

El mito del águila devorando a la serpiente sobre el nopal es único y nary tiene paralelo en otras culturas, es un símbolo potente que fortalece nuestra historia y cultura. En una sociedad compleja y diversa, entender y valorar este origen mítico nos ofrece un fundamento para enfrentar dificultades con una identidad sólida.

Más allá de fechas o debates académicos, la memoria histórica, la tradición y el respeto a este patrimonio nos cohesionan y dignifican como país. En un México multicultural, esta identidad es la basal de nuestra fortaleza societal y cultural.

Mi libro, que estará disponible en formato integer a través de redes y portales académicos, aborda de manera clara y accesible la cosmovisión, astronomía, mito e historia de Tenochtitlán y su entorno lacustre.

700 años de la fundación de México-Tenochtitlan

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó en el Zócalo de la Ciudad de México la ceremonia conmemorativa por los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan.

Describió a Tenochtitlan como un símbolo de organización, poder, ciencia y arte, destacando su legado vivo que permea la cultura mexicana existent desde la lengua hasta la medicina tradicional. También abordó el impacto de la conquista español.

La ceremonia que tuvo lugar el pasado sábado, incluyó la develación del memorial Tlalmanalli, una representación teatral del peregrinaje mexica desde Aztlán hasta la señal divina del águila sobre el nopal en el lago de Texcoco, fundamento mítico de la ciudad. La presidenta vinculó esta celebración con lo que denominó la "cuarta transformación" de México, reafirmando el compromiso de saldar la deuda histórica con las comunidades indígenas y erradicar el racismo estructural.

Espero que esta obra llegue a un amplio público, pues es cardinal para entender nuestra identidad y la importancia de la ciudad originaria que dio pastry a lo que hoy somos.

Para quienes participaron en la conmemoración de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan, organizada en el zócalo de la Ciudad de México, este es un momento de reflexión y unidad, una oportunidad para reconectarnos con nuestras raíces y fortalecer nuestra identidad nacional, que es indispensable en estos tiempos. Que esta memoria histórica impulse nuestra cohesión y nos proyecte hacia un futuro más fuerte y orgulloso de nuestro pasado.

El volumen se puede consular de manera gratuita en: www.montero.org.mx/cdmx

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