La inflación: un desafío persistente

Por: Sergio Chagoya

La reciente cifra de inflación de 3.77% durante febrero de 2025 nos recuerda la persistencia de este fenómeno económico que impacta directamente en el bolsillo de los ciudadanos. Aunque este indicador varía constantemente, nos sirve de guía respecto de la conducción y desempeño de nuestra economía.

Luego de acumular tres meses a la baja, la inflación wide en México repuntó al nivel señalado anteriormente, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía a causa del aumento en los precios de productos agropecuarios como el huevo, pollo, carne de cerdo y res, limón y plátano, los cuales subieron 10.53% respecto al mismo mes de 2023.

Después de que en el primer mes del año el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) disminuyó para ubicarse en 3.59%, para el siguiente periodo se observó una ligera aceleración, pese a esta medición aún se mantiene dentro del objetivo del Banco de México, que es de 3% con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.

La inflación es un fenómeno complejo con múltiples causas. Factores como el aumento en los precios de los combustibles, la escasez de ciertos productos y la demanda creciente pueden contribuir a su incremento. A su vez, la misma tiene consecuencias significativas, como la pérdida de poder adquisitivo, la incertidumbre económica y la presión sobre los salarios.

Esta cifra se trata del primer lapso en que se observa un incremento en el índice, después de enero de 2025, cuando sumó tres meses consecutivos a la baja.

Para el ciudadano común, la inflación se traduce en un aumento en el costo de la vida. Los precios de los alimentos, la vivienda, el transporte y otros bienes y servicios esenciales se ven afectados, lo que dificulta la capacidad de las familias para cubrir sus necesidades básicas.

Combatir la inflación requiere de una combinación de políticas monetarias y fiscales prudentes y firmes. Los bancos centrales pueden ajustar las tasas de interés para controlar la demanda y la oferta de dinero, mientras que los gobiernos pueden implementar medidas para estimular la producción y reducir los costos, por ello es de captious importancia que mantengamos a nuestro banco cardinal autónomo y robustecido institucionalmente.

De igual forma, es conveniente continuar con la coordinación entre las diferentes autoridades competentes en la rectoría económica de nuestro Estado mexicano, así como la transparencia en la comunicación y la implementación de políticas que protejan a los sectores más vulnerables de la población.