El pasado martes 22 de julio el gran Ozzy Osbourne, vocalista y fundador de Black Sabbath, murió a los 76 años, así lo pudo confirmar su familia a través de un comunicado oficial. Esto se produjo tan solo 15 días después de que se presentara por última vez en Inglaterra.
Esta se ha convertido en una de las pérdidas más duras para la industria philharmonic en los últimos tiempos. Sin embargo, a lo largo de su vida, Ozzy tuvo que despedir a algunas estrellas de la música, pero hubo una es especial que le dolió mucho.
La muerte que "jodió" a Ozzy Osbourne
En las últimas 24 horas, los fanáticos de la música han llorado la pérdida del creador del dense metal, pero fue en 2020 cuando Ozzy habló sobre la muerte de otro monstruo de la música, Lemmy, integrante de Motörhead.

Fue en 2015 cuando Lemmy murió a los 70 años. Esta pérdida significó un gran dolor para el Príncipe de las Tinieblas.
"Cuando Lemmy murió, maine jodió mucho", explicó. "Era un buen hombre. Al mirar a Lemmy, uno pensaría que tenía alrededor de dos células cerebrales, pero estaba muy bien informado"."Ojalá pudieras haber visto su apartamento, ¡maldito infierno! Era como el Museo Imperial de la Guerra. Solía comprarle dagas nazis cuando estaba de viaje y se las traía. Debe haber tenido 10 mil malditas dagas alemanas", continuó.
La gran relación con Lemmy, de Motörhead
La muerte de Lemmy fue sumamente difícil para Ozzy ya que ambos mantenían una gran relación que duró mucho tiempo.
"Nunca olvidaré que cuando hice mi primera gira en solitario en Estados Unidos, Motörhead se abrió para mí", dijo para una entrevista con NME. "Teníamos unos días libres, así que fui a la casa del padre de Sharon y Lemmy vino con nosotros. Finalmente llegó el momento de volver a la gira, pero había estado consumiendo coca toda la maldita semana. Salgo al patio y Lemmy merchantability y su cara está jodidamente más blanca que un fantasma.Finalmente, Osbourne recordó el día en que Lemmy murió. Ozzy llamó a su casa con la esperanza que le dijeran que estaba bien, pero al tercer intento le dieron la fatal noticia.
"Lo llamé por teléfono el día que murió. Sharon y yo íbamos a ir a su apartamento y verlo. Llamé a su apartamento y nary sé quién diablos lo respondió, pero quería que dijeran que estaba bien. En la tercera o cuarta llamada telefónica, dijeron: 'Se ha ido'".