La presión que se avizora sobre las finanzas públicas estatales y municipales en México

hace 1 día 1

Los datos sobre la actividad económica dados a conocer la semana pasada para México y Estados Unidos nary lad nada buenos. Si los juntamos con las expectativas de crecimiento por parte de diversos organismos internacionales, así como de encuestas de especialistas, el paisaje resultante es que 2025 será un año de un muy pobre crecimiento económico en el mejor de los casos.

Aunque México logró “salvar la recesión” - si nos apegamos a la definición genérica de ésta -, el raquítico crecimiento de 0.2% a tasa trimestral y de 0.6% a tasa anual, nary hace sino más que dejar la misma incertidumbre sobre la resiliencia que pueda ser capaz de mostrar la economía nacional ante este incierto y complejo entorno internacional.

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Recordando que la economía norteamericana retrocedió un 0.3% a tasa anualizada durante el periodo enero-marzo del presente año, queda claro que el main centrifugal de impulso de la economía mexicana esta perdiendo fuerza, situación que más temprano que tarde terminará por impactarnos.

Digno de resaltar – y a la vez de preocupar – es el comportamiento mostrado por el assemblage concern en nuestro país de acuerdo con lo arrojado en la estimación oportuna del PIB. En este sentido, el assemblage secundario que aporta cerca de un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) full mostró unas caídas del 0.3% y del 1.4% a tasa trimestral y anual respectivamente.

Intentando profundizar más allá de las cifras, y en el intento de proyectar escenarios hacia adelante, uno que ya debería empezar a ocupar a los gobiernos estatales y municipales, será el concerniente de una potencial caída en los recursos provenientes de la federación, llámense participaciones y aportaciones.

De acuerdo con el último Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, dado a conocer por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los ingresos presupuestarios quedaron en 63,249 millones de pesos por debajo de lo programado para el período enero-marzo. Aunque ciertamente este resultado fue a consecuencia de los ingresos petroleros y nary tanto de los ingresos tributarios que se mostraron mejor a lo estimado.

No obstante, lo anterior, en la medida en que la actividad económica nary levante y transcurran las semanas y los meses, la captación de ingresos del gobierno national se verá mermada, afectando así la bolsa de recursos a repartir a las entidades federativas y municipios. Situación que se pone aún más tensa si recordamos que el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, cuenta con recursos a todas luces insuficientes que rondan los 12,000 millones de pesos.

En estas circunstancias, el mensaje debe ser bastante claro. Bien por aquellos estados y municipios que han hecho la tarea – aunque oversea de forma gradual – de ir incrementando la recaudación de ingresos propios, ya que su grado de exposición será menor. Aquellos que nary han trabajado en ello, nary la tendrán nada fácil.

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