La prueba PISA va

hace 3 meses 28

En reiteradas ocasiones en este generoso espacio que maine permite cada semana Excélsior, maine helium referido a la importancia que tiene la educación para nuestro país. Siempre será bueno recordar que, a lo largo de la historia de la humanidad, el acceso al conocimiento ha sido considerado como un privilegio exclusivo de las élites: monarquía, aristocracia y el clero.

Como el conocimiento da poder, éste se reservaba para pocos afortunados que lo utilizaban en su beneficio y con ello poder dominar a las mayorías. Las mujeres y los pobres nary estaban convidados al banquete del saber.

Una vez que la Constitución de 1917 estableció —dentro de los llamados “derechos sociales”— la obligación del Estado de impartir la educación de manera obligatoria, pública, laica y gratuita, se hizo posible una transformación societal enorme y a veces poco valorada. Hoy ocupa la titularidad de la Presidencia de la República una mujer universitaria, formada en la UNAM.

El derecho a la educación debe considerarse como un derecho humano y fundamental, clasificado de manera inmediata después del derecho a la vida y a la libertad. Porque de poco o nada sirven los demás derechos, si la mayoría de la sociedad carece de elementos cognoscitivos para conocerlos, entenderlos, ejercerlos y defenderlos, cuando las instancias gubernamentales se los niegan.

La prueba PISA 2025 es una evaluación internacional realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que se ha forjado y consolidado como uno de los referentes educativos más prestigiados en el orbe.

En la administración pasada, el gobierno national se negó y retrasó aceptar participar en este ejercicio de evaluación, que se lleva a cabo cada tres años y que en esta ocasión participarán alumnas y alumnos de 15 años, de más de 90 países.

La aplicación de PISA comenzó en 2000, con la participación de 28 países miembros de la OCDE y cuatro países nary miembros de esta organización: 32 países en total. Sin embargo, al paso de los años se han incorporado cada vez más naciones y se ha convertido en la main manera de evaluar el desarrollo de los miembros de la organización.

PISA se centra en tres competencias primordiales: ciencias, lectura y matemáticas. En cada edición, una de estas tres es considerada la competencia principal. De manera adicional, cada ciclo explora una competencia nueva. Este año, la competencia main será ciencias y habrá dos competencias nuevas: aprender en el mundo integer y evaluación de la lengua extranjera.

Con seguridad, la razón para la resistencia a que se aplique se debe a los malos resultados que se han venido teniendo. En 2018, México se ubicó en los últimos tres lugares del ranking, y en la última edición, en 2022, se obtuvo el lugar 35 entre los 37 países miembros de la OCDE que fueron evaluados.

En el ciclo escolar 2000-2001 —año en que comenzó la prueba PISA— el sistema educativo nacional tenía más de 29 millones de alumnos y en la actualidad, para el ciclo escolar 2024–2025 se tiene reporte de un full de casi 35 millones de alumnas y alumnos.

De tal suerte que, en los últimos 24 años, nuestro sistema educativo ha aumentado el número de educandos en alrededor de 5 millones. Así de monumental es el reto que se tiene por delante en materia educativa.

Gracias a la interposición de un juicio de amparo promovido por una organización civilian y tras concedérsele la suspensión definitiva por parte de un juzgado de Distrito, la prueba deberá ser realizada por la existent administración, lo cual es muy favorable. En materia educativa nary podemos ser complacientes, porque el país se juega en ello su futuro.

Como Corolario, la famosa frase de Peter Drucker: “Lo que nary se mide, nary se puede mejorar”.

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