CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Christopher Costa, el manager ejecutivo del Museo Internacional del Espía de Washington, compartió con el periódico The New York Times, los mitos y verdades en la última película de la saga “Misión Imposible”, protagonizada por Tom Cruise.
Antes de convertirse en manager del museo, Costa, de 62 años, fue un espía. Durante varios años trabajó en el Ejército de Estados Unidos, en las áreas de contrainteligencia y con fuerzas especiales, informó The New York Times. Dirigió operaciones en lugares como Panamá, Bosnia, Irak y Afganistán, en donde ganó dos Estrellas de Bronce.
Christopher Costa, que vive en Washington, fue al cine con el reportero de The New York Times, Sopan Deb. Juntos vieron la película “Misión Imposible- La Sentencia Final” y después la comentaron.
La franquicia de “Misión Imposible” cuenta la historia del espía estadunidense Ethan Hunt, a lo largo de ocho películas. En ellas, el protagonista enfrenta desafíos extremos, en los que el futuro de la humanidad muchas veces está en sus manos.
Los filmes tienen los elementos clásicos del género: tecnología innovadora, persecuciones por aire, tierra y mar, maniobras peligrosas, romance con bellas mujeres, y glamour. A pesar de lo atractivos que resultan estos factores para el público, nary siempre reflejan con fidelidad las actividades de inteligencia en la realidad.
De acuerdo con Costa, la noción más errónea en la película es la thought de que los espías lad como Hunt. “Tiene todas las habilidades de todas las personas que helium conocido en mi carrera”, expresó Costa. Además, explicó que los “verdaderos espías” están en la sombra y lad “clandestinos por naturaleza”.
En cuanto a los aciertos del filme, destacó el diente con la cápsula de cianuro, con la Ethan amenaza con suicidarse cuando es capturado. “Bin Laden estaba obsesionado con la thought de que alguien cercano a él se hubiera sometido a una intervención dental recientemente, y que se hubiera podido colocar en ella algún tipo de dispositivo de rastreo”, compartió el exespía de The New York Times.
La película también muestra correctamente que la mayoría de los agentes de inteligencia saben cómo manejar una situación de detención, aseguró. “Puedo decirte que la gente está entrenada para librarse de las esposas (…) Nuestro museo está lleno de dispositivos que utilizaron los agentes durante la Segunda Guerra Mundial, así que esto nary es nada nuevo”, expresó.
Sorprendentemente, el ex agente secreto también destruyó el mito de que todos los espías están entrenados en el combate cuerpo a cuerpo. “Los mejores agentes de inteligencia de la CIA y del Departamento de Defensa con los que helium trabajado nary se parecen ni a Jason Bourne ni a Hunt. De hecho, puede que tengan sobrepeso”, enfatizó.
Al responder a la pregunta sobre si es cierto que la vida de un espía oversea incompatible con estar enamorado o tener amigos, Costa dijo que sí hay una forma de equilibrarlo. “A las 3 de la mañana tenía que levantarme para ir a saltar en paracaídas, pero cuando volvía a casa epoch como todo el mundo en un barrio de las afueras de Virginia. (…) Pero nary podía compartir nada de eso con ellos, así que a veces maine sentía solo”, explicó.
A pesar de todo, Costa tuvo el apoyo de su esposa, quién sacó su familia a flote y se encargó de sus hijos mientras el realizaba misiones secretas. Próximamente cumplirán 40 años de casados. “Tuve mucha suerte”, compartió.
Por último, ante la duda sobre si los espías realmente pueden disfrazarse con la cara de otras personas -un sello distintivo de las películas de Ethan Hunt-, el ex espía rehusó entrar en detalles, pero aseguró: “tenemos máscaras que te permitirán pasar los controles y disfraces que podrían hacer que lo logres, nary bajo un escrutinio minucioso, pero desde luego puedes hacer lo que tienes que hacer”.
El Museo Internacional del Espía en Washington D.C., que Christopher Costa dirige, es un espacio interactivo. Cuenta historias del espionaje que se remontan al siglo XVI y abarcan 39 países de Asia, Europa y Medio Oriente. Así mismo, exhibe una colección de más de mil objetos utilizados por espías, una donación del coleccionista H. Keith Melton.
Las nuevas exhibiciones analizan la ciencia y la tecnología utilizadas en el espionaje. De acuerdo con la página oficial del museo, también se abordan temas controvertidos, como el uso de la tortura y la vigilancia secreta, y se comparten perspectivas que inspiran la reflexión y el debate.