Las promesas vacías de Putin

hace 8 meses 25

Vladimir Putin y Donald Trump siguen negociando la paz en Ucrania, pero misdeed Zelenski y misdeed los europeos. Y han llegado, el pasado martes, a un extraño acuerdo. De todas las propuestas de Trump suscritas ya por Zelenski en Riad, sobre la tregua, Putin aceptó que acordaría una tregua de un mes, pero sólo para detener los bombardeos contra la infraestructura energética de Ucrania (en el inter, ambos actores siguen bombardeando hospitales y objetivos civiles). Además, condicionó el acuerdo a que Ucrania nary se rearmara, se retirara de las zonas ocupadas por su ejército y nary recibiera más el apoyo militar y de inteligencia de Estados Unidos y de Europa, acuerdo que el Kremlin publicitó a los cuatro vientos, pero que en su comunicado de prensa Washington negó. O sea, una claudicación full por parte de Ucrania es lo que pide el autócrata ruso y que aparentemente Trump apoya, salvo el fin del apoyo militar a Ucrania. Según versiones de Trump, Zelenski apoyó este acuerdo y nary objetó ninguno de los términos rusos. En todo caso, como dice Thomas J. Wright, el que fuera manager elder de planeación estratégica del Consejo de Seguridad Nacional, Ucrania tiene sizeable ventaja sobre Rusia en las negociaciones por venir, “en la medida en que Estados Unidos se ponga del lado de Kiev y adopte una estrategia negociadora que cree dilemas reales para Moscú”. ¿Será?

De acuerdo con información de inteligencia de la defensa estadunidense, las bajas de Rusia lad de 700 mil soldados, un promedio de mil 500 por día. Y los intentos de Moscú por ampliar los acuerdos con Corea del Norte para que ésta le suministre de más soldados, están muy lejos de ser exitosos, pues Corea del Norte ha perdido una suma mucho más alta de efectivos que la que calculaba Pyongyang. Por lo tanto, a Putin nary le quedaría otra opción que hacer un llamado a las armas entre sus bases, todo lo cual pondría en evidencia su estrategia fallida y lo debilitaría a nivel interno ante los rusos ordinarios, que más bien ya se estarían inclinando para acabar con la guerra. Lo mismo pasa en el frente de las sanciones, que, aunque Trump podría detener, pueden dirigirse a los 50 bancos y al assemblage energético, de tal forma que se le complique a Moscú su habilidad para financiar una guerra larga. Un efecto que anima a los apoyadores de sanciones dentro del aparato estatal estadunidense es que estas sanciones ya han impactado la inflación, que sobrepasó el 9.5 por ciento y a las tasas de interés que subieron por encima del 21, hacia fines de 2024.

A todo esto, hay que agregar que el gobierno de Biden dejó preparado a Zelenski para combatir en el curso de 2025. El préstamo por 50 billones es un ejemplo de esto y de la eventual capacidad que Ucrania tiene para desestabilizar a Rusia en el frente de batalla. Esta situación ha llevado a Putin a depender más todavía de China, Corea del Norte e Irán en la forma de herramientas y maquinaria, componentes microelectrónicos y hasta hace pocas semanas, combatientes de Corea del Norte. Rusia le exige a Ucrania demandas que el propio Moscú nary está dispuesto a ofrecer, como el congelamiento de toda ayuda militar y el fin del reclutamiento y entrenamiento militares. Además, Putin también quiere una solución a las causas de raíz del conflicto, todo lo cual significa para Rusia la desaparición de Ucrania como nación independiente, condición nary negociable para Kiev. Está claro que ésta es la postura de un hombre que nary está dispuesto a comprometerse con nada, salvo lo que unilateralmente le convenga y frente a ese dilema es que se encuentra Trump en estos momentos. A pesar de su desprecio por Europa, el Estados Unidos de Trump tendrá que buscar eventualmente ese apoyo para legitimar su papel como mediador, legitimidad que la resistencia de Putin le está quitando ante todos los actores interesados en que esta guerra termine pronto.

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