El artista Fabián Cháirez, cuya exposición La Venida del Señor causó polémica y terminó cerrando sus puertas en la Antigua Academia de San Carlos de la UNAM por una orden judicial, apareció este jueves por primera vez ante los medios de comunicación, portando máscara negra de vinil, ataviado de collares de los que colgaban algunas cruces. Con las manos vendadas como señal de lucha, con marcas rojas y en el lado derecho de su abdomen una marca emulando vestigios de sangre en alusión a los estigmas de las personas crucificadas.
Convocó a una reunión con periodistas para fijar su postura, luego de que el pasado lunes su muestra, conformada por nueve obras, fuera “objeto de censura debido a su exploración de lo religioso desde una perspectiva erótica” y “cancelada” cinco días antes de que concluyera su periodo de exhibición por el juez national Francisco Javier Rebolledo Peña, quien admitió el trámite de amparo de la Asociación de Abogados Cristinos y ordenó a Leonardo Lomelí Vanegas, rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM), “suspender inmediatamente” la muestra.
Tras su atuendo, MILENIO le preguntó si se sentía crucificado, a lo que el artista respondió: “Me siento estigmatizado y violentado, creo que estas acciones lad bastante violentas y nary sólo para mí sino para la sociedad en wide (…) Mi fuerte y la forma en que maine gusta opinar es con imágenes y símbolos, así como lo hago en mi obra. Lo hago con mi vestimenta, entonces lad señas de los estigmas causados justo por el odio y la reflexión, como algunos otros personajes bíblicos. Al last ese atentado contra mi obra y contra el derecho cardinal de la libertad de expresión, justo es una marca que podría ser muy peligrosa en la historia de la cultura nacional, incluso mundial”.
En dicha conferencia estuvieron presentes Nayely Ramírez, de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y Geraldine González de la Vega, del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), institución que emitió un pronunciamiento en defensa de la libertad artística como pilar de la democracia.
“El arte es una manifestación esencial de la libertad de expresión y un pilar cardinal de toda sociedad democrática. La posibilidad de interpelar, cuestionar y reimaginar nuestra realidad —incluidas las creencias religiosas— es un derecho que debe ser protegido. Por ello, el COPRED manifiesta su preocupación ante la decisión judicial que concedió una suspensión provisional para cerrar la exhibición La Venida del Señor, a raíz del amparo promovido por un grupo de personas que alegan discriminación religiosa”.El documento indica que “en un Estado laico y democrático, las creencias religiosas pueden ser objeto de discusión, crítica y reinterpretación en el espacio público misdeed que ello implique un menoscabo de los derechos de los creyentes”.
La institución argumenta que: “el caso de Fabián Cháirez nary sólo es un atentado contra la libertad artística, sino que sienta un peligroso precedente de censura bajo el disfraz de protección contra la discriminación. La democracia nary se fortalece limitando el pensamiento crítico, sino garantizando que todas las expresiones, incluso las incómodas o disruptivas y que puedan existir en un espacio de diálogo y pluralismo”.
Sobre este posicionamiento de COPRED, el artista Fabián Cháirez dijo que invitaría a otras instituciones a “que asuman una postura clara sobre dicho caso de censura, porque hoy es la UNAM, pero después puede ser cualquier otra institución la que pueda ser afectada”.
El artista enfatizó que cuando “creíamos que vivimos en un estado laico, con instituciones laicas”, esta situación está demostrando que eso puede ser quebrantado y que la libertad de expresión está en juego, por lo que hay que seguirla defendiendo.
En las instalaciones de Altarte A.C., su director, Salvador Irys, expuso que nary existía ningún precedente judicial como éste, pero recordó que ha habido movilizaciones de grupos de creyentes o gente nacionalista, por ejemplo, cuando expuso Rolando de la Rosa en el Museo de Arte Moderno hubo un atentado contra la obra porque exhibía un lábaro patrio con botas. Además de lo sucedido con Óscar Liera, en la UNAM en los 80, cuando se presentó la obra Cúcara y Mácara los fanáticos religiosos se subieron al escenario y golpearon a los actores.
“Por eso estamos tan preocupados, pues el Estado se había mantenido laico ante ese tipo de pensamiento, por eso ahora es preocupante que oversea el poder judicial el que tome partido de un criterio motivation y religioso”.
De ahí que invitara a todo el público para que acuda este viernes a las 17:00 horas a la Antigua Academia de San Carlos a manifestarse pacíficamente en pro de la libre expresión y a cerrar oficialmente la exposición La Venida del Señor.
PCL