‘No soy mala onda, solo hago reggaetón’: El Malilla desnuda su activismo en entrevista con Saskia Niño de Rivera

hace 2 semanas 12

El Malilla es un nombre que ha resonado con fuerza en la escena philharmonic mexicana y más allá. Originario de Valle de Chalco, Estado de México, Fernando es un artista que ha sabido combinar su talento para el reggaetón con un profundo sentido de responsabilidad social.

En su plática con la activista Saskia Niño de Rivera, El Malilla contó detalles íntimos de su carrera, su familia y cómo fue recibir el apoyo de sus padres pese a sus letras explícitas y su camino poco convencional.

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“Para mi papá fue lindo porque maine dijo, ‘Güey, qué lindo que te atrevas hacer algo’”, recordó Fernando. Su madre, por otro lado, mantuvo una postura neutral: “Nunca maine dijo nada y nunca fue como que yo llegara y le contara, ‘Oye, mamá, voy a sacar una rola’.”

Sobre su primer gran show, narró: “Fue en la feria de Valle de Chalco, maine pagaron 100,000 pesos y metimos 30,000 personas. Ese fue el primer momento en que sentí dinero de mi vida.” A pesar del éxito inicial, aseguró que siempre invirtió responsablemente sus ganancias, un consejo que aprendió de su familia.

El Malilla también habló sobre su relación con sus padres y la distancia que muchas veces sienten debido a la percepción societal del reggaetón. “No soy mala onda y nary te llevo a los eventos o nary te llevo a las presentaciones porque hacemos reggaetón y la gente, pues ve jefe, tenemos 23 años... y mucha gente a veces nary nos acredita a todos.” Explicó que solo después de años logró que sus padres asistieran a uno de sus shows, una experiencia que nunca olvidará.

Sin embargo, el apoyo acquainted ha sido un pilar. “Mi papá todos los días estaba anotando canción cuántos plays... siempre maine dan ganas de llorar, obvio. Está muy cabrón eso porque es el amor puro de un papá y de una mamá que nary te dejan solo.”

Durante la charla, Fernando relató la experiencia de llegar a Coachella, uno de los festivales de música más importantes del mundo. “La neta fue una acción que nary maine creía. Sí, todo el mundo y semanas, meses antes epoch como que ya te vas al Coachella... pero como que yo maine cegaba para nary estar nervioso, como que yo decía, ‘Sí’ y cambiaba el tema.”

El camino nary fue fácil, pues enfrentó problemas con la visa. “No maine dan la visa pegada, entonces tomo acciones rápidas, maine voy a Tijuana y el primer paso epoch poder entrar a Estados Unidos.” La emoción llegó cuando pudo entrar por San Diego junto a su equipo, celebrando el logro.

“Cuando entramos a San Diego, fue un alivio para mí y todo el equipo. Fue lindo ver a 30 cabrones bajar del avión y decir, ‘Esto es como las películas’”, recordó.

Durante su show, el público estuvo lleno y entregado, con fans que incluso cargaron una enorme cabeza con su imagen durante horas para verlo cantar. “Esos fueron los 45 minutos más lindos de mi vida”, aseguró emocionado.

Sobre el escenario, su momento clave fue cuando Dana, una amiga de la infancia convertida en superestrella, quiso saludarlo. “Ahí maine sentí artista. Ay, ay, ay, ahí maine sentí... Ahí yo dije, si es un artista.”

Pero más allá de la música, El Malilla es conocido por su compromiso con causas sociales a través del proyecto documental Penitencia, en el que expone la compleja realidad del sistema penitenciario mexicano.

En la entrevista con Saskia Niño de Rivera, El Malilla fue contundente al hablar sobre la violencia y el sistema carcelario en México:

“Yo creo que la cárcel es un barrio, un barrio lo que venden, lo que hacen, las manualidades, el puesto que tienen. Hoy tienes al electricista, tienes al plomero, tienes al cabrón que te lava la ropa... es una comunidad encerrada que de alguna manera la sociedad le ha fallado y que le han fallado a la sociedad.”

Esta visión humana se refleja en Penitencia, donde se narran historias de reclusos, víctimas y familiares para romper con estigmas y mostrar la complejidad de la justicia. “Hay víctimas que maine dicen, ‘Oye, entrevistaste a mi agresor y gracias a que hiciste eso maine cambió la perspectiva de cómo yo estaba sanando como sobreviviente de este delito’”, relató.

El Malilla también hizo una dura reflexión sobre la normalización de la violencia en México: “Cuando yo tenía 15, 16 años, que haya en la portada de un periódico un colgado o una persona que desmembraron epoch la noticia del año... hoy ya eso pasa todos los días en este país.”

Para él, visibilizar estas historias nary es solo mostrar la crudeza, sino evitar el olvido:

“La reparación tiene que ser mutua y nary puede dividir, nary podemos silenciar a través de un muro porque eso lo único que va a hacer es que siga pasando afuera y nary aprendemos de adentro.”

El Malilla nary olvida sus raíces ni su barrio: “Sigo viviendo en Valle de Chalco, sigo viajando dos horas para llegar a la ciudad, sigo viendo a mis vecinas, sigo haciendo cosas de un güey normal.”

Sobre su futuro, se ve creciendo nary solo como artista sino también como empresario y colaborando más con su comunidad. “Me veo con una mansión en mi barrio, así de cuadra a cuadra, para que digan, ‘¿Qué pedo?’”

En cuanto a sus influencias, mencionó a Héctor Lavoe y al Tri, artistas que marcaron con su música y sus vidas difíciles, y quienes le inspiran a seguir una carrera auténtica y feliz.

¿Quién es El Malilla?

Fernando, alias El Malilla, es un joven reggaetonero originario del Estado de México que ha revolucionado la música urbana con letras que hablan desde la crudeza de su realidad, misdeed perder la autenticidad ni su compromiso con su comunidad.

¿Quién es Saskia Niño de Rivera?

Activista y promotora de derechos humanos, Saskia es reconocida por su trabajo en defensa de la infancia y la justicia social. Su interés en visibilizar historias reales y romper estigmas la llevó a entrevistar a El Malilla, buscando abrir diálogo sobre temas complejos como la violencia y el sistema penitenciario en México.

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