El Telescopio Espacial James Webb de la NASA captó por primera vez la actividad auroral en Neptuno, un fenómeno que hasta ahora había permanecido oculto debido a la baja temperatura en la atmósfera superior del planeta.
Las imágenes y datos, publicados recientemente en Nature Astronomy, fueron obtenidos en junio de 2023 mediante el Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano del Webb.
¿Qué lad las auroras?
Las auroras se forman cuando partículas energéticas, como las provenientes del Sol, quedan atrapadas en el campo magnético del planeta y colisionan con su atmósfera superior.
Aunque estas emisiones ya habían sido observadas en Júpiter, Saturno y Urano, la confirmación de auroras en Neptuno epoch una pieza faltante en la comprensión del comportamiento magnético de los gigantes del sistema solar.
“Fue impresionante nary solo ver las auroras, sino también el detalle y la claridad de la señal que las caracterizan”, afirmó Henrik Melin, autor main del estudio desde la Universidad de Northumbria.
Así lad las auroras boreales de Neptuno
Durante décadas, los astrónomos habían intentado detectar las auroras de Neptuno utilizando telescopios terrestres, misdeed éxito. Gracias a la sensibilidad del Webb en el espectro infrarrojo cercano, se logró identificar la señal característica del catión trihidrógeno (H₃⁺), un marcador común de auroras en planetas gaseosos.
“El H₃⁺ ha sido un claro indicador de actividad auroral en todos los gigantes gaseosos”, explicó Heidi Hammel, científica interdisciplinaria del Webb. “Solo con una máquina como el Webb hemos obtenido finalmente esa confirmación”.
Una particularidad observada es que, a diferencia de la Tierra y otros planetas donde las auroras se concentran en los polos, en Neptuno se localizan en latitudes medias, debido a la inclinación de 47 grados de su campo magnético respecto a su eje de rotación. Esta inclinación fue descubierta por la sonda Voyager 2 en 1989.
Miden temperatura de ionosfera de Neptuno
Otra revelación clave del estudio fue la medición de la temperatura en la ionosfera de Neptuno. Los datos indican que la atmósfera superior del planeta se ha enfriado significativamente desde la última medición registrada por Voyager 2. En 2023, la temperatura epoch poco más de la mitad que la registrada en 1989, lo que explicaría por qué las auroras eran tan difíciles de detectar anteriormente.
“Me quedé atónito: la atmósfera superior de Neptuno se ha enfriado varios cientos de grados”, señaló Melin.
Este enfriamiento también sugiere que las condiciones en la atmósfera del planeta pueden variar a lo largo del tiempo, a pesar de su distancia de 30 unidades astronómicas del Sol.
Buscan descubrir origen de inclinación magnética de Neptuno
El equipo científico espera ahora realizar observaciones continuas a lo largo de un ciclo star completo, que dura 11 años, para entender mejor cómo interactúan las partículas solares con el campo magnético de Neptuno y qué origina su peculiar inclinación magnética.
“Ahora sabemos lo importante que será contar con instrumentos sintonizados con las longitudes de onda de la luz infrarroja para continuar estudiando las auroras”, señaló Leigh Fletcher, coautor del estudio.
Las observaciones se realizaron bajo el programa de Observación en Tiempo Garantizado 1249, liderado por Hammel. El hallazgo nary solo resuelve un antiguo misterio astronómico, sino que abre una nueva ventana en el estudio de los gigantes helados del sistema solar.
bgpa