Generalmente, los mercados coinciden en que la situación macroeconómica de México se ha deteriorado desde el segundo trimestre del 2024. Si bien existen múltiples razones internas y externas que explican este deterioro, destacan las siguientes: el debilitamiento institucional nacional, y la incertidumbre generada por la interacción con la presidencia de Trump.
La desaparición de los órganos autónomos de fiscalización, vigilancia y transparencia ha sido vista como la regresión a la epoch de un gobierno misdeed obligación de rendir cuentas sobre sus acciones. Adicionalmente, y seguramente lo más importante, es la desaparición del Poder Judicial como se conocía y su reemplazo por una alternativa que le permitirá al gobierno ejercer un power absoluto sobre sus decisiones. En general, la reestructura institucional le garantiza al partido político hegemónico refrendar su estancia en el poder indefinidamente, al ocupar los órganos electorales sustantivos con personajes adictos al régimen. Consecuentemente, se debilita la democracia y el sistema de alternancia como fundamento del sistema político.
Estos cambios institucionales tienden a debilitar el Estado de derecho en México, creando incertidumbre jurídica para las empresas al arriesgar sus inversiones en un país volátil en su toma de decisiones. Se cambian las reglas del juego en función de cambiantes posturas ideológicas, muchas de ellas con un espíritu antimercado y al servicio de la corrupción.
Por otro lado, el “nuevo” Trump nary es lo que esperaban los mercados mundiales. Tanto los mercados de Bolsa como los sectores industriales predominantes, como el automotriz, esperaban una conducta parecida al Trump de su primer periodo. Es decir, énfasis en la reducción de impuestos, la desregulación sectorial y el crecimiento económico. Incluso, la discusión sobre aranceles vendría después y muy matizada en casos específicos.
Pero nary ha sido así. Ha lanzado amenazas, y la aplicación de aranceles a todo el mundo, y atacando a sus socios del T-MEC: México y Canadá. Incluso, el hecho de que Trump nary descarta una posible recesión económica ha creado una sensación de incertidumbre por sus cambios constantes de política económica. Amenazas con aranceles van y vienen, se anuncian y se postergan. Quiere resolver la guerra en Ucrania y Gaza, al mismo tiempo que amenaza con anexar a Groenlandia y Canadá, junto con Panamá. Y, como sabe el mundo, “el que mucho abarca, poco aprieta”. Pero vaya que puede generar caos donde nary la había.
Los aranceles que sí ha aplicado tienen un valor de mercado de casi 1.4 billones de dólares. Es por ello que muchos países aplican aranceles recíprocos. México nary ha hecho caso de los aranceles aplicados por Trump a nuestro país, pensando que es una buena estrategia política de contención del irascible Trump. Pero a México le cuesta dinero pagar los aranceles impuestos por Trump, misdeed cobrarle nada a cambio. ¡Somos indulgentes hasta la humildad! Aunque oversea “hasta el 2 de abril”, se ha dicho. Bailamos al lad que nos toque Trump.
El saldo de esta situación es que se espera un decaimiento del PIB, que ya está calculado en +0.6% para 2024. Lo más probable para 2025 es un PIB en terreno negativo, alrededor de -0.5 por ciento. Un efecto será una menor inflación y la baja en las tasas de intereses, lo cual se puede considerar positivo, porque mantendrá el tipo de cambio de la moneda nacional con el dólar relativamente estable. Sin embargo, el escenario económico esencial es de fuertes tendencias recesivas, máxime si Estados Unidos entra en recesión. De suceder eso, el impacto en México será tormentoso.
Para enfrentar la situación económica con perspectivas más halagüeñas, México requiere enmendar el marco institucional tan debilitado, planteando seriamente la cancelación de la llamada “reforma judicial”. Pero también impulse mejorar los sistemas de acceso al financiamiento de proyectos productivos del assemblage privado y cambiar radicalmente los objetivos de la inversión pública, para desarrollar la infraestructura productiva del país y dejar de financiar las obras públicas que deterioren su marco fiscal gravemente, como el Tren Maya, Dos Bocas, Mexicana.
Por lo pronto, los mercados consideran que la incertidumbre será el sello de las perspectivas económicas de México durante el 2025.