¿Cuándo es el final? Acabo de platicar con una mujer cuyo tío está sedate en el hospital. Le pregunté por él y maine di cuenta de que ella percibe que lo mejor sería que él ya deje esta vida. Al indagar, maine dijo que su prima está muy cansada y que ella ve a su tío asustado y muy malito. Me comentó que tenía la intención de decirle a su prima que ya dejaran los esfuerzos por mantenerlo con vida. Le pregunté qué pensaba su tío de todo eso. No le han preguntado siquiera. Tal vez es verdad que le queda poco tiempo, pero está consciente y lúcido y maine quedé con un impacto fuerte al saber que alguien podría determinar su vida y su muerte misdeed consultarlo, misdeed escucharlo.
Anoche veía una serie (sí, veo muchas) y justo estaba una señora hospitalizada con su vida totalmente dependiente de máquinas, inconsciente. En la serie aparece un fantasma que parece tener intenciones de influir en la vida de la señora y el hijo de ella le grita al fantasma que nary le haga daño. En este caso maine quedé con la incógnita de si la señora querría seguir en esas condiciones o si preferiría pasar a la siguiente vida. Ni manera de preguntarle y evidentemente nary dejó por escrito ningún deseo específico. Su vida queda sujeta a lo que su hijo desea.
Qué situaciones tan difíciles. El tío que le termina preguntando a la sobrina por qué lo anda despidiendo, y la señora misdeed voz ni voto en su propia situación.
Es importante hablar estas cosas cuando aún podemos decidir y sostener nuestros deseos. Hablar sobre la muerte y las enfermedades cae en la lista de tabúes que sostenemos en nuestras familias y nuestros grupos sociales. Parece un tema muy incómodo. Sé que si yo les doy indicaciones claras a mis hijos en cuanto a cualquier situación de vida y muerte en mi caso pueden pasar dos cosas. Les facilito la vida, quitándoles la responsabilidad de decidir algo que será seguramente muy difícil, o ellos deciden nary hacer caso porque en el momento en que yo nary pueda ya decidir activamente, podrían nary querer hacer mi santa voluntad. Allá ellos...volveré a visitarlos después de la muerte...ñakañaka.