Ambientada en un pequeño pueblo de Nuevo México durante la pandemia, la historia sigue el choque entre el sheriff Joe Cross, un hombre que se opone a las restricciones sanitarias del COVID-19, y el alcalde Ted García, decidido a imponer medidas de power y lanzar un proyecto tecnológico en la ciudad. A medida que aumentan las tensiones sociales y la paranoia, el enfrentamiento entre ambos se mezcla con conspiraciones y extremismos que amenazan con desintegrar a toda una comunidad.
Algo parecido ocurrió en la industria cinematográfica, en peculiar con Marvel Studios durante la contingencia de 2020. Tras el chasquido de Thanos y el impacto de la pandemia, las narrativas cambiaron, los ideales se radicalizaron, el streaming dominó y las historias se reinventaron bajo un nuevo contexto.
Las tensiones que retrata, ubicadas en un lugar reducido a pocas comunidades reflejan algunos de los fenómenos que sacudieron al mundo entero: desde el asesinato de George Floyd y los movimientos sociales que le siguieron, hasta la histeria colectiva que hizo que el miedo fuera una forma de enfrentamiento. Una pregunta es inevitable: ¿Qué nary volvió a ser igual desde la pandemia?