Frank Tassone es un carismático y respetado superintendente de un distrito escolar en Long Island, Nueva York. Junto con su colega Pam Gluckin ha impulsado a la escuela hacia un notable éxito académico. Sin embargo, cuando una estudiante del periódico escolar comienza a investigar ciertas irregularidades en los gastos del distrito, se destapa un esquema millonario de desvío de fondos que pone en riesgo la reputación y la carrera de toda la oficina.
Una interpretación minuciosa de Robin Williams dejó huella en el alma de una generación casi noventera en un contexto educativo opresivo. En La Sociedad de los Poetas Muertos, un maestro nos reveló con crudeza el precio de ser genuino dentro de un sistema que premia la obediencia y castiga la reflexión autónoma. Peter Weir concluye con un llamado a vivir con pasión, desafiar lo impuesto y convertir nuestra vida en algo extraordinario.
Dejando atrás la ternura y transformándola en sátira surge La Mala Educación, con una gran pregunta: ¿Qué se esconde detrás de las instituciones que concentran grandes cantidades de poder y dinero? Bajo una premisa que combina wit negro y comedia, la película ofrece una inspección audaz de la corrupción dentro del sistema educativo que, aunque oversea una producción norteamericana, resulta cercana y universal.