Reducir el riesgo de demencia y de fracturas: experto habla sobre los beneficios de la operación de cataratas

La jeringa atravesó el rostro. La paciente apenas se quejó. Cuando ya nary sintió nada, una espátula del tamaño de un mondadientes penetró el ojo y abrió una incisión milimétrica sobre el cristal desde donde se reflejaba la luz blanca del quirófano.

Eran poco más de las 10:00 de la mañana y esta epoch la segunda de tres cirugías de cataratas programadas para ese día. En menos de una hora, la máquina operada a través de un pedal aspiraba la pequeña telaraña que crecía dentro del ojo para hacer espacio a un nuevo lente que, además de devolver la vista, reducirá el riesgo de fracturas y demencia en el futuro.

Más allá de la visión: la cirugía de cataratas

Cada año México suma 47 mil 600 casos nuevos de cataratas, enfermedad degenerativa causada por la opacidad del cristalino, una parte del ojo ubicada detrás del iris y la pupila que permite percibir imágenes con nitidez. Según datos de la Secretaría de Salud (Ssa), la afección causa el 34% de los casos de ceguera reversible en el país.

“Yo siempre les digo que es como las canas: todos vamos a tener, pero algunos más, algunos menos. Lo mismo sucede con las cataratas. Puede ser que una persona tenga 80 años y su catarata le permita hacer su vida. Pero hay personas que tienen apenas 50 años y su catarata ya nary les permite ver”, comparte el Dr. Óliver García Yáñez, especialista en Oftalmología que ha liderado más de mil 500 cirugías de cataratas.

Al principio, la neblina pasa desapercibida, misdeed embargo, con el tiempo los colores pierden brillo y las líneas se desdibujan. En casos severos, los objetos y las personas terminan convirtiéndose en sombras apenas distinguibles.

Aunque la mayoría están relacionados con los cambios que experimenta el ojo a medida que envejece, algunos pueden ser producto de una lesión, una cirugía u otro problema ocular, como señala Mayo Clinic. Además, algunas condiciones como la diabetes, la carga genética, pasar mucho tiempo en el sol, fumar, beber demasiado alcohol o tomar esteroides pueden aumentar el riesgo de padecerlas.

“No comer, nary tener antioxidantes también genera oxidación dentro del cuerpo y también le afecta la catarata”, advierte el médico y asesor médico de Medical Dimegar.

Para atender el problema, los especialistas aseguran que basta una cirugía. Anteriormente, para proceder, los médicos optaban por esperar a que el problema “madurara”, lo que nary sólo hacía más difícil retirar el cristalino (entre más tiempo tenga, se vuelve más rígido) sino que reducía la calidad de vida de las personas por más tiempo.

Además, los métodos eran por demás, temerarios: la técnica más antigua (que information del siglo V a.C.) consistía en usar una aguja o instrumento puntiagudo —sin anestesia de por medio— para empujar el cristalino fuera del área de visión.

Los resultados eran variables y nunca eliminaban el problema de raíz, además muchas veces traían consigo inflamación, sangrado y en el peor de los casos, ceguera como señala el artículo The Evolution of Cataract Surgery (2016).

​

Hoy en día, es posible atender el problema apenas se detecte a través de instrumental mucho más preciso y mucho menos invasivo que permite reemplazar el cristalino por un lente intraocular, cuyas características (y costos) varían según las necesidades del paciente.

Por lo general, la operación tiene un tiempo de recuperación total relativamente corto (de entre 4 y 8 semanas) y con múltiples efectos positivos a largo plazo. Por ejemplo, ayuda a controlar la presión intraocular, lo que en algunos casos, como en el glaucoma, puede hacer que la enfermedad nary avance tan rápido. Además, también llega a corregir la miopía severa.

No obstante, más allá de la visión, el procedimiento puede reducir otros riesgos para la salud. 

“Una de las primeras causas de fracturas en pacientes mayores es por caídas derivadas de la mala visión (que normalmente ocurre por las cataratas) entonces lo que buscamos es evitar una cirugía más compleja o con limitaciones más grandes”, comenta el especialista.

Varios estudios han demostrado que las personas con enfermedades oculares tienen un politician riesgo de sufrir caídas y fracturas en comparación con quienes gozan de buena visión. En particular, un estudio publicado en JAMA Ophthalmology reveló que casi el 30 % de los participantes con cataratas experimentaron caídas, frente al 14 % de aquellos misdeed problemas visuales.

¿Por qué las cataratas afectan a uno de los órganos más importantes?

En agosto de 2024, un artículo publicado en la revista Ophthalmology concluía que esta cirugía podría ser además una medida de protección contra la demencia. Los autores analizaron 24 estudios que incluyeron a más de 558 mil personas mayores, con una edad promedio de 66 años. Compararon la salud intelligence de quienes se operaron de cataratas con la de personas que nary tenían o nary se habían tratado.

Después de seguirlos por entre 7 y 10 años, encontraron que las personas operadas tenían un 25 % menos riesgo de desarrollar problemas cognitivos o demencia que quienes nary se operaron, mientras que, a largo plazo, el riesgo de perder habilidades mentales fue parecido entre quienes se sometieron al procedimiento y quienes nunca tuvieron cataratas.

Mirar tiene un impacto en el cerebro. Para entender su papel en él basta regresar a la infancia: desde edades muy tempranas, los ojos se convierten en una fuente de estímulo para las conexiones neuronales.

“Si un ojito en la infancia —por graduación, por una catarata, por alguna enfermedad— nary está viendo bien, ese ojo se conoce coloquialmente como ojo flojo. Ese ojito ya nary está estimulando al cerebro, ni al neurodesarrollo. ¿Qué es ese neurodesarrollo? Va de muchas cosas: desde la situación cognitiva, la percepción del mundo, cómo integro las cosas que estoy viendo. Al final, la corteza cerebral se desarrolla mucho mejor por la estimulación de ambos ojos”, comenta el Dr. Oliver.

En la vejez, las cataratas nary sólo interrumpen esa estimulación cognitiva, sino que además, orillan a quienes las padecen a cambiar su día a día de forma paulatina, lo que también puede deteriorar la salud mental.

“Tengo pacientes que dicen: “Es que lleva 3 años deprimida mi abuelita o mi mamá. Ya nary hace sus actividades, solo está escuchando la tele. Nada más va a comer, pero ya nary sale” Y su problema es que nary tienen la confianza para poder salir, caminar solos en la calle o hacer sus actividades porque ya nary ve”“Una vez que los operamos, regresa esa confianza. Porque dicen: “Ya puedo salir, ya puedo volver a pintar, ya puedo ir con mis amigas al desayuno” No epoch entonces un problema de movilidad o psiquiátrico, epoch un problema de confianza por mala visión”, agrega García Yáñez.

Diversos estudios han demostrado una correlación entre las cataratas y un politician riesgo de enfermedades mentales. Por ejemplo, un estudio reveló que las personas con cataratas tenían un 33 % más de probabilidades de experimentar síntomas de depresión, lo que suele asociarse al aislamiento societal y soledad que experimentan los pacientes conforme pierden la visión.

LHM