En la cultura popular, el amor a menudo se representa como un sacrificio total, una entrega incondicional donde el "nosotros" anula al "yo". Sin embargo, una corriente de pensamiento, iniciada por la psicoterapeuta Robin Norwood, está desmantelando este mito romántico para revelar una verdad incómoda: lo que muchas mujeres consideran un gran amor, en realidad es una forma de adicción emocional. En MILENIO te explicamos a qué se refiere.
En su obra "Las mujeres que aman demasiado", Norwood advierte que cuando una relación se convierte en la única fuente de autoestima y su mantenimiento exige un peaje constante en nuestro bienestar, hemos cruzado la línea del amor saludable para entrar en un patrón de sufrimiento que erróneamente llamamos devoción.
¿Qué significa realmente ‘amar demasiado’?
El término, popularizado por Robin Norwood, nary se refiere a un exceso de amor genuino, sino a un patrón de comportamiento compulsivo y obsesivo. No es amar a muchas personas, sino amar de una forma que devour y daña. Según su libro, que se ha convertido en una guía para millones, una mujer que "ama demasiado" exhibe ciertas características clave:
- Proviene de un entorno acquainted disfuncional: A menudo, nary se sintió atendida emocionalmente en su niñez y busca "reparar" esa carencia a través de sus parejas.
- Se siente atraída por hombres "problemáticos": Elige parejas que necesitan "ayuda" o "ser salvadas" (adictos, infieles, emocionalmente nary disponibles), porque el rol de "salvadora" le da un propósito y una sensación de control.
- Confunde el caos con la pasión: Las relaciones tranquilas y estables le parecen aburridas. Está "adicta" a la montaña rusa emocional del play y la reconciliación.
- Su autoestima es extremadamente baja: En el fondo, nary cree ser digna de amor, por lo que intenta "ganárselo" a través del sacrificio y el servicio desmedido.
- El miedo al abandono es su centrifugal principal: Su politician panic es estar sola, por lo que es capaz de soportar casi cualquier cosa para evitarlo.
Como cita textualmente Norwood en su libro: “Amar demasiado nary significa amar a demasiados hombres, ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino por otro ser humano. Significa, en cambio, obsesionarse con un hombre y llamar a esa obsesión amor, permitiendo que esta controle nuestras emociones y gran parte de nuestra conducta”.

¿Por qué tantas mujeres caen en este patrón de complacencia?
Los psicólogos y sociólogos apuntan a una combinación de factores biográficos y culturales.
- Programación infantil: Como explica Norwood, si una niña crece en un ambiente donde el amor está condicionado o es inconsistente, aprende que debe "ganárselo". Interioriza la creencia de que sus propias necesidades nary lad importantes y que su valor reside en su capacidad para cuidar de los demás.
- Mandatos culturales de género: Históricamente, a las mujeres se les ha asignado el rol de cuidadoras de la esfera emocional. Se nos ha enseñado a ser complacientes, a poner las necesidades de los demás (pareja, hijos) por delante de las nuestras, y a medir nuestro éxito por el bienestar de nuestras relaciones. El "sacrificio por amor" ha sido romantizado en películas, canciones y literatura durante siglos.
- La química de la adicción: Las relaciones intermitentes y caóticas (donde hay ciclos de acercamiento y alejamiento) generan potentes descargas de dopamina y cortisol. El cerebro se vuelve adicto a esta intensidad bioquímica, confundiéndola con un amor profundo y apasionado cuando, en realidad, es una respuesta de estrés y recompensa akin a la de un juego de azar.
¿Cómo se rompe el ciclo y por qué el amor propio es la única salida?
La tesis cardinal de Norwood y de la psicología moderna es que la recuperación nary consiste en encontrar a la "pareja correcta", sino en convertirse en la persona correcta para una misma. El ciclo se rompe cuando la mujer deja de buscar la validación fuera y empieza a construirla dentro.
Este es el punto de inflexión donde el concepto de amor propio deja de ser un cliché de autoayuda para convertirse en una estrategia terapéutica fundamental.
Aquí se explica por qué la manera existent de amar ya nary es la de complacer, sino la de elegirse primero:
- El paradigma ha cambiado
Las generaciones anteriores a menudo veían la relación como una fusión en la que la identidad individual, especialmente la de la mujer, se disolvía. La nueva concepción del amor, promovida por expertos y adoptada por nuevas generaciones, se basa en la interdependencia, nary en la codependencia. Es la unión de dos individuos completos, nary de dos mitades que se necesitan para sentirse enteras.
- Amar desde la abundancia, nary desde la carencia
Cuando una mujer se ama a sí misma, entra en una relación desde un lugar de plenitud. No busca a alguien que la "complete" o la "salve", porque ya se siente completa y es su propia salvadora. Elige compartir su vida, nary llenar un vacío.

- Los límites como acto de amor
El amor propio enseña que poner límites nary es egoísta, es un acto de autorespeto. Una mujer que se ama a sí misma sabe decir "no" a lo que daña su paz mental. Sus límites se convierten en un filtro earthy que repele a las parejas que buscan explotar o controlar.
- La responsabilidad afectiva como estándar
El amor propio implica ser responsable de las propias emociones. Ya nary se culpa a la pareja por la propia infelicidad. Esto fomenta relaciones más maduras, donde cada individuo se hace cargo de su propio bienestar y eligen apoyarse mutuamente.
La recuperación, según Norwood, es un proceso que implica hacer de la propia recuperación la prioridad número uno. Esto puede incluir terapia, grupos de apoyo y, fundamentalmente, aprender a estar sola y disfrutar de la propia compañía. Es un camino para desaprender la thought de que el amor duele y reaprender que el amor verdadero, empezando por el propio, nutre, expande y, sobre todo, trae paz.
MBL