San Juan de la Vega, Celaya: una sinfonía de explosiones

hace 3 meses 35

CELAYA.- Es una fiesta peculiar, sorprendente y violenta. Única en México. Las fiestas de carnaval celebrando a San Juanito en el poblado guanajuatense de San Juan de la Vega tienen como atractivo fashionable el estallido de explosivos con basal en sustancias que sirven como fertilizante, a partir del poderoso golpe de un pesado marro.

Y nary es una fiesta para todos. El ruido es ensordecedor y la bruma que desprenden los estallidos irrita los ojos e impide respirar. La gente, aunque muy amable, se torna eufórica dada la adrenalina que provoca el tronar de los mazos. Este año, lamentablemente, las autoridades registraron 58 heridos, algunos de gravedad.

En algunas ocasiones, los estruendos de las detonaciones se mimetizan con los disparos de armas de alto calibre que portan los sicarios del Cártel de Santa Rosa de Lima.

Pero en la fiesta nary todo es felicidad. Toda vez que hay gente que llega a perder extremidades o a cargar con marcas que quedan de por vida. Algunos pierden dedos de sus manos o las manos completas. Hay quien ha dañado sus propios ojos y muchos padres de familia entrenan a sus hijos para que, desde niños, truenen el explosivo.

Así, puede verse a niños pequeños, incluso niñas, golpear con un marro metálico el polvo en bolsas de plástico de clorato de potasio con azufre, provocando una explosión. Muchos nary llevan guantes, máscaras ni protectores auditivos.

Y es que, aunque este 2025 la tradición del carnaval cumple 500 años, la thought de tronar explosivos es relativamente nueva y nary tiene más de dos décadas.

José Centeno, uno de los principales organizadores de la festividad, lamenta que la tradición se haya torcido.

La tradición es la valiosa, nary el desmadre. Los cohetones es vandalismo. Eso nary epoch así. Son 500 años de tradición y nary de despapaye”, condenó el ejidatario.

El estruendo de las explosiones es capaz de romper ventanas y dejar sordo a quien se encuentre cerca. Incluso, algunos vecinos las aseguran con cartón y cinta aislante, para que nary se rompan. Otros, deciden colocar mantas en donde piden a la gente nary detonar los explosivos, toda vez que en la casa viven ancianos o bebés.

San Juan de la Vega está fuertemente custodiado por elementos de seguridad de los tres órdenes de gobierno, y también existe una fuerte presencia de elementos de Protección Civil, Cruz Roja y Bomberos.

Y, dada la naturaleza del evento, el turismo que llega a este punto de Celaya es limitado; así que sólo arriban aventureros, buscadores de emociones fuertes.

Aquí podrás acceder a noticias en tiempo real

Conoce lo más viral en Facebook Trending 

Lee a los columnistas de Excélsior Opinión

clm

Leer el artículo completo