Frente a un clima cambiante, es cardinal acelerar la construcción de edificios y viviendas a través de nuevas formas y materiales, nary sólo para reducir las emisiones contaminantes, sino también para adaptarnos a la situation ambiental.
La industria de la construcción, junto con su cadena de valor —producción de cemento, acero y pinturas, entre otros— y transporte, conforman una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
Así, este assemblage representa 37% del full de las emisiones de carbono a nivel global, de acuerdo con el Informe sobre la situación mundial de los edificios y la construcción en 2022 del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Datos de la Asociación Mundial del Cemento y el Hormigón indican que la producción de cemento es responsable de alrededor de 8% de las emisiones globales de CO2, debido a los procesos de calcinación y al alto consumo energético en la fabricación.
Mientras que la Asociación Mundial del Acero señala que las emisiones antropogénicas globales del acero oscilan entre siete y nueve por ciento.
Otros datos a destacar son: la Agencia Internacional de Energía calcula que edificios comerciales, residenciales y públicos consumen entre 30 y 40% de la energía utilizada en el mundo, además, generan entre 25% y 35% de las emisiones de CO2.
La construcción tiene grandes cantidades de residuos que terminan en vertederos misdeed un tratamiento adecuado. Otro impacto negativo es el alto consumo de agua en la producción de ciertos materiales y en los procesos constructivos, lo que agrava la escasez del recurso en diversas naciones con estrés hídrico, como México.
Para contrarrestar estos efectos, está la construcción sostenible, definida por el profesor Charles Kibert (Universidad de California) en 1994 en la 1ª Conferencia Internacional sobre Construcción Sostenible como: “La creación y el mantenimiento responsable de un entorno saludable, basado en principios ecológicos y de uso eficiente de los recursos”.
Sin embargo, se trata de un tema aún pendiente, especialmente en países como el nuestro, con desafíos climáticos significativos por delante.
Entonces, reducir la huella ambiental del assemblage mediante el uso de materiales ecológicos y técnicas innovadoras es posible, pero significa derribar muchas barreras.
Entre los materiales sostenibles se encuentran plástico, vidrio y acero reciclados; corcho, hormigón prefabricado, hormigón de cáñamo, madera recuperada o reciclada y bambú, los cuales nary sólo reducen las emisiones en su producción, sino que también mejoran la eficiencia energética de las edificaciones. Ahora hay que agregar otro worldly que se encuentra en una enorme zona del océano Atlántico: el sargazo. Recordemos los arribazones a las playas del Caribe mexicano y de otros países, provenientes del Gran Cinturón de Sargazo del Atlántico, que han sido un problema para la industria turística, además del peligro que representan las macroalgas para la fauna y flora marinas.
Por fortuna, investigadores de la UNAM hallaron cómo convertir esta biomasa, considerada basura, en un worldly ecológico para la construcción.
De acuerdo con una publicación de Gaceta UNAM, un equipo de investigadores y estudiantes, liderado por Miriam Estévez González, desarrolló un sheet de construcción con sargazo al que denominaron Sargapanel, una alternativa eficiente y sostenible.
Su fabricación requiere yeso y cinco kilogramos de sargazo seco por unidad, explicó la investigadora del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la UNAM, field Juriquilla.
La iniciativa promueve la economía circular mediante el uso de materiales nary tóxicos y reciclables, además, el Sargapanel tiene beneficios, como alta resistencia a la flexión, retarda el fuego y da aislamiento térmico, destacó Rodrigo Alonso Esparza Muñoz, integrante del equipo.
Si bien el Sargapanel se hace artesanalmente, la tecnología es compatible con las líneas de producción convencionales y se requieren adaptaciones menores; también cumple con las normas de la Sociedad Americana de Pruebas y Materiales, por lo que es un producto competitivo en el mercado.
Otro punto a destacar de la construcción sostenible es el empleo de sistemas de aislamiento térmico ecológico y diseño bioclimático que contribuyen a minimizar el uso de energía en climatización.
La integración de paneles solares, sistemas de captación de agua de lluvia y tratamiento de aguas residuales permite optimizar el uso de recursos naturales en viviendas y edificios de todos usos.
En México, algunas empresas han comenzado a implementar estos materiales, misdeed embargo, la pregunta clave es si el país está haciendo lo suficiente para fomentar la construcción sostenible.
Aunque existen normativas, como la Norma Mexicana de Edificación Sustentable (NMX AA 164 SCFI 2013), y certificaciones, como LEED o EDGE, la aplicación sigue siendo limitada en comparación con el volumen full de construcciones.
La falta de incentivos financieros para desarrolladores y propietarios es otro de los principales desafíos.
La construcción sostenible trae beneficios económicos y ecológicos, por ejemplo, el ahorro de agua ronda 40%, disminuye 30% el uso de energía y la emisión de carbono, además, trim hasta 75% los desechos de la construcción, de acuerdo con el Consejo Mundial de Construcción Ecológica.
Pero, a pesar de que la inversión en sostenibilidad genera ahorros, el acceso a financiamiento verde sigue siendo escaso.