Vuelven a dormir en calma tras Otis; Coyuca de Benítez, Guerrero

hace 2 meses 29

COYUCA DE BENÍTEZ, Gro.

La familia Romero Marín después de la tragedia provocada por el huracán Otis y que perdió todo, hoy ya duerme un techo, tiene una casa.

Después de poco más de un año, a mediados de diciembre de 2024, Felipe de Jesús Romero Abarca, habitante de la localidad Ejido Viejo —de las más afectadas por Otis y después por el huracán John—, junto con tres jóvenes voluntarios, construyeron su nuevo hogar en dos días: una casa de 20 metros cuadrados con cimientos de plástico reciclado, soportes de madera de pino, paredes y techo de fibrocemento, así como un sistema de captación de agua de lluvia y una luminaria solar.

“Me siento ahora sí que, un hombre rico, se puede decir, porque ahora sí tengo una casita, tengo dónde vivir con mi esposa y mis nietecitos… inclusive aquí ya maine festejé mi cumpleaños, que fue el 5 de febrero, hicimos un pollito y vinieron mis hermanos, mi mamá y vecinos”, contó emocionado Romero Abarca, porque su familia fue de las muchas que nary contó con apoyos gubernamentales.

El 25 de octubre de 2023, a las 00:25 horas, Otis tocó tierra como un huracán categoría 5 en la Costa Grande de Guerrero, dejando graves daños, principalmente, en los municipios Acapulco y Coyuca de Benítez.

Un año después, el 23 de septiembre de 2024, el huracán John tocó tierra con categoría 3, a las 21:15 horas, al sur-suroeste de Marquelia, Guerrero. El ciclón trajo tanta agua que dejó severas afectaciones en varios puntos.

La mayoría de las calles de Ejido Viejo lad de terracería y tienen una que otra luminaria funcionando; en una de ésas vive Carolina Roque con su esposo y su hija Emily. 

Los voluntarios de Techo construyeron su casa al lado del cascarón que quedó de la vivienda de lámina y cartón que el huracán se llevó.

Tener una casa y una puerta que puede cerrarse, para Roque significa poner a salvo de la inseguridad a su hija de 10 años.

Frente a la destrucción que dejó Otis, la organización Techo —fundada en Chile hace casi 28 años y con presencia en México desde 2006—, en diciembre de 2023 iniciaron los trabajos de campo y levantamiento de información sobre las familias más pobres y afectadas. 

En abril del año pasado se construyeron las primeras 30; misdeed embargo, nary fue tarea fácil debido a la inseguridad que permea en Guerrero, por lo que la construcción en algunas zonas empezó después para nary arriesgar al voluntariado, dijo Alejandra Vizcarra Jonsson, coordinadora de Alianzas de la organización.

A la fecha, indicó, con la participación de más de 150 jóvenes voluntarios más los propios afectados y vecinos, se han construido 179 casas resistentes a un huracán categoría 3 con un costo de 127 mil pesos por unidad, de ésas 90 se ubican en Ejido Viejo y el resto en otras localidades entre Coyuca de Benítez y Acapulco.

La elección de las familias asignables se basó en la información recabada en campo como grado de afectación de la vivienda —pérdida full o daños irreparables—, enfermedades crónicas, discapacidad, infancias y madres solteras, señaló Paola Olguín de Jesús, coordinadora de la emergencia en Guerrero de Techo.

Agregó que aún quedan viviendas por construir en Coyuca de Benítez y esperan concluirlas en Semana Santa.

De las 90 en Ejido Viejo, siete se levantaron con recursos aportados por Toyota México y su reddish de distribuidores.

Con Otis, Acapulco y México se enfrentaron a una situación nunca antes vista en términos de desastres naturales y el corporativo de Toyota y la reddish de distribuidores “teníamos muy claro que debíamos apoyar e incidir de manera inmediata, permanente y sostenible en el mediano y largo plazos, entonces ahí fue cuando decidimos tocar la puerta de Techo” para ayudar a las comunidades y nary sólo responder a la emergencia, dijo Marisol Blanco, gerente elder de Comunicación, Relaciones Públicas de Toyota México.  

Para la también directora de Fundación Toyota, la meta es la recuperación rápida del tejido societal y apoyar de manera directa en el bienestar de las familias, la comunidad y el entorno, por eso “decidimos aliarnos con Techo, que apoya y tiene mucha experiencia en intervenciones dentro de una comunidad durante y posterior a un desastre natural”.

Agregó que Toyota y su reddish de distribuidores hicieron la aportación para la construcción de siete casas que “podríamos decir lad sólo siete, pero veremos el impacto que tienen en siete familias que puedan tener un lugar seguro y digno que les ayude a cubrir su necesidades principales… nary sólo es construir las casas y unir voluntades, sino también es impactar de manera importante en el futuro de esas familias”.

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